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viernes, 27 de marzo de 2020


CUENTO N°2: EL CORAZÓN DELATOR
Edgar Allan Poe


Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen… y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.
Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre… Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.
Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio… ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado… con qué previsión… con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría… ¡oh, tan suavemente! Y entonces, cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de manera que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía lentamente… muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabeza por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente… ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante siete largas noches… cada noche, a las doce… pero siempre encontré el ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado el día, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolo por su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo mientras dormía.
Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás… pero no. Su cuarto estaba tan negro como la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.
Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando:
-¿Quién está ahí?
Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse en la cama. Seguía sentado, escuchando… tal como yo lo había hecho, noche tras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.
Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. No expresaba dolor o pena… ¡oh, no! Era el ahogado sonido que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primer leve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirse que aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: “No es más que el viento en la chimenea… o un grillo que chirrió una sola vez”. Sí, había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano. Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.
Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranura en la linterna.
Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.
Estaba abierto, abierto de par en par… y yo empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto, había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.
¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de un tambor estimula el coraje de un soldado.
Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba. Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantener con toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía que ser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes con atención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche, en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuve todavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se apoderó de mí… ¡Algún vecino podía escuchar aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez… nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarlo al suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre el corazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. El viejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.
Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuando les describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.
Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menor diferencia. No había nada que lavar… ninguna mancha… ningún rastro de sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogido todo… ¡ja, ja!
Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?
Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficiales de policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentes para que registraran el lugar.
Sonreí, pues… ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballeros que descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi víctima.
Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido. Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaron de cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo más intenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez más clara… hasta que, al fin, me di cuenta de que aquel sonido no se producía dentro de mis oídos.
Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con creciente soltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba… ¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso…, un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia… maldije… juré… Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto… más alto… más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían… y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces… otra vez… escuchen… más fuerte… más fuerte… más fuerte… más fuerte!
-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí… ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!

52 comentarios:

Hacid Martinez dijo...

La extraña misofonia que sufría el protagonista, ambienta el desarrollo del cuento CORAZÓN DELATOR de Allan Poe.
La cordura es propio de los precavidos y ningún loco cuenta con la suficiente cautela para hacer tal acto,
pregonaba el desconcertado asesino. El odio del protagonista no era hacia el viejo, era hacia su horrible
ojo de buitre, cuya presencia perturbaba la armonía del narrador. Con suprema prudencia, cada noche
el entraba a la habitación del viejo y sigilosamente observaba el ojo del viejo. La octava noche, un descuido
casi hace que lo descubran, pero la sutileza con la que actúa hace posible ahogar al viejo y callar su corazón.
Después de desmembrarlo y guardarlo en el suelo de la habitación, varios policías acudieron a un llamado tras un posible
grito escuchado por uno vecino. EL actuó con normalidad pero el constante sonido del corazón delator del viejo,
no pudo hacer que el contuviera la verdad.

Hacid Martinez 11A

Anónimo dijo...

primero que todo, observe los multiples transtornos mentales presentes en el protagonista, un psicopata con todas sus caracteristicas, senti la angustia, la desesperacion pero sobre todo senti el remordimiento que se nos rebela era la causa del extenuante sonido, un conflicto interno en la mente del psicopata primando el bien, sobre el mal pues al fin y al cabo, el remordimiento puede con todo

Jean Martinez 11B

GVANESSA dijo...

Bueno en este cuento de Edgar Allan Poe podemos observar la gran obsesión que tenia el narrador con el ojo de buitre del viejo el cual le producía un gran fastidio y odio haciendo que en su mente se le generara la idea de matarlo para así no tener que soportar ver ese ojo de nuevo , él decía que no estaba loco porque un loco no podría hacer lo que él había hecho, pues cada noche entraba con una agilidad a la habitación de viejo y le observaba el ojo sin que este se diera cuenta y en la octava noche pudo matar al viejo, lo desmembró y lo guardo en el suelo de una manera que ningún loco podría haberlo hecho, pero lo particular del cuento es que la conciencia le estaba afectando al narrador cuando unos policías estaban en la casa, pues el narrador escuchaba un corazón latir que cada vez se hacia mas fuerte hasta que no pudo soportarlo y decidió decir lo que escuchaba y donde se encontraba el viejo.

GABRIELA VANESSA TORRADO PEÑARANDA
11.A

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON dijo...

El cuento está narrado en primera persona por el protagonista anónimo que convive con un anciano que tiene un ojo velado por una película pálida y azulada. Su relato parece destinado a una o varias personas sin identificar, siendo el motor de la historia cuyo objetivo es la insistencia del narrador, no en comprobar o demostrar su inocencia, sino en su cordura, quizá porque se está confesando a alguien (¿un juez, un psiquiatra, un periodista o un policía?). Insiste desde el primer momento en afirmar que es una persona normal y corriente nada fuera de lo común, aunque le caracteriza una agudeza especial de los sentidos y su manera de percepción. Su negación de la locura se basa, sobre todo, en lo sistemático, calculador y frio de su conducta homicida, en su precisión y en la explicación racional de una conducta irracional y carente de motivación.
Debido a que el objetivo del protagonista es evidenciar su cordura, sigue un orden lineal en la narración de los hechos y aporta detalles de la minuciosidad y astutas precauciones que adopto para esconder el cadáver. Sin embargo, su carácter obsesivo se hace muy evidente en determinadas ocasiones discursivas, especialmente la referencia al ojo del asesinado, de probable carácter simbólico y caracterizado con un símil revelador “un ojo semejante al de un buitre”. Otras repeticiones delatan su carácter psicótico, como las referidas al sonido del corazón del viejo antes de su muerte “cada vez más fuerte, momento a momento… ¡Cada vez más fuerte, más fuerte!...”, o las de su eco bajo el suelo “¡Más alto... más alto... más alto!”. Todo el relato presenta un fraseo breve y nervioso propio de una confesión oral. Cada palabra está enfocada al avance de la historia hacia un desenlace revelador. La escena final no es más que el resultado del sentimiento de culpa del personaje: pese a todos sus esfuerzos por parecer normal e inocente, demostrado textualmente la confesión se repite al final “¡Confieso que lo maté!”, poco antes de rematar el relato con la enésima repetición de la palabra “corazón”.

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON
11B

Anónimo dijo...

Esta historia tiene algo especial un toque de locura
Empieza de una forma simple pero impactante un hombre renegando de su locura, se excusa en su nerviosismo y de una forma tajante dice que nos contará su historia y que con ella seremos capaces de entender cuan cuerdo está.
Con el sólo iniciar de ésta nos damos cuenta como la cosa más pequeña puede liberar el ansia asesina de los hombres, en este caso un simple ojo.
El protagonista prosigue con su historia siempre resaltando cuán organizado, paciente y cuidadoso es, incluso nos llega a describir de una forma detallada el tiempo que le tomaba observar al anciano por las noches, él creía que estaba demostrando su inocencia pero solamente demostraba su locura.
Este pequeño relato es su protagonista, no necesitamos que nos profundicen a los otros personajes, ni los policías ni el viejo tienen un trasfondo construido pero no lo necesitamos incluso si nos ponemos a pensar el mismo protagonista tampoco posee uno y no lo necesita, está escrito de tal manera que funciona sin él.
Prosiguiendo con la historia vemos como este hombre observa durante siete días al anciano hasta que en el octavo le asesina este acto es justificado por él diciendo que todo era culpa de el ojo azul aunque en realidad todo era culpa de su locura.
Después nos menciona meticulosamente lo que hizo para esconder el cadáver, posteriormente llegan los oficiales en su relato sigue describiéndose como alguien sereno sin temor a esos individuos pero en el fondo el se temía a si mismo, logré sentir la desesperación de el protagonista cuando escuchaba el corazón del abuelo asesinado y justo después me dí cuenta de que ese sonido no provenía de un corazón sino que era la culpa y el remordimiento que lenta y progresivamente actuaron en su fragmentada mente llevando a que el insano asesino aceptara su crimen.
Y tal vez muy en el fondo aceptara su locura

Ever David Yañez Carrillo

Wilmer Ramirez dijo...

Está narrativa de Edgar Allan Poe a mí parecer provoca un poco de adicción, es una característica de todas las obras de este gran escritor, este cuento logró atraparme como lector, algo que me gustó es como Edgar Allan Poe consigue que el lector se sienta como si estuviera viviendo lo que el protagonista nos cuenta.
Algo que me parece interesante a lo largo de la trama del texto es como se desarrolla la locura del protagonista que este mismo aclaraba que no lo era pero claramente se daba cuenta como si realmente este hombre tenía problemas, esos deseos de aniquilar con el hombre y la única razón que tenía era una sensación de horror por un ojo de buitre que tenía el señor, que según las descripciones del protagonista supongo que es un ojo de vidrio, con este sentimiento uno entiende que es un psicópata, un hombre que no usa la razón.
Algo que me parece interesante es como el título de la obra cobra sentido al final y se interconectan muy bien, debido a que los supuestos latidos del corazón del viejo hicieron que el hombre confesara su fechoría, mi teoría es que esos latidos eran productos de la imaginación del hombre eso es muy claro, pero estos latidos son generados por su cerebro debido al sentimiento de culpa que el hombre tiene y ahí si conciencia empieza a jugar con él para que logré arrepentirse.
El último aspecto que me gustaría recalcar trata sobre la relación que hay en la obra anterior y está, hay aspectos en común como que en las dos hubo un crimen y en las dos obras hubo razones, que a uno lo dejan pensando, del por qué llegaron a cometer este crimen , también en las dos obras los asesinos son atrapados, pero el hecho que a mí parecer me llama más la atención es como Edgar Allan Poe nos muestra al ser humano como un ser que solo hace el mal y lo que yo creo que él quiere que nosotros concluyamos es que el ser humano lleva dentro de sí maldad y que supongo que es algo muy cierto y es necesario de reflexionar si a veces con nuestras acciones hacemos el bien.
WILMER HUMBERTO RAMIREZ VILLAMIZAR 11°B

Juana Sequeda dijo...

El cuento de Edgar Allan Poe "el corazón delator" nos relata de alguna u otra manera la obsesión de este personaje por querer terminar con su horror que era el ojo del viejo, pero que la única forma de deshacerse era matándolo.
Muchas veces sentimos que debemos terminar con aquello que nos está afectando pero que de cierta manera puede dañar a los otros.
Pero es ese mal que nos obsesiona a tal punto de no poder más y justamente esto fue lo que le pasó al hombre, y que el sabía que le decían loco por la simple manera en como hizo las cosas , en como las planeó para que todo el asesinato saliera a la perfección sin ninguna prueba o sospecha de lo sucedido.
Aunque también es cierto que si fuera una persona loca, no tendría ni la más mínima idea de como planear lo sucedido, y tampoco tendría el remordimiento de conciencia, no tendría ese leve nerviosismo al entrar a las autoridades a la casa del occiso y saber que todo fue culpa de el y entregarse de una u otra manera.
Porque eso hacen las personas que aún tienen la capacidad de asumir sus errores y enfrentarlo así sea lo más malo.
JUANA VALENTINA SEQUEDA BUSTOS
11B

Anónimo dijo...

El ojo del delator, es un ejemplar de lo acabado de mencionar. Es una obra que nos relata, el afán del protagonista, en demostrar que no está loco, escudándose en las distintas acciones que el mismo realiza, las cuales constan de una excelente precisión, agilidad y astucia. Todo comienza por el ojo de buitre que afirma que tiene su amo. A este ojo le guarda desprecio, no puede convivir con él. Para darle solución a su dilema, empieza a espiar a su amo durante siete noches, con la mayor de las cautelas, a tal punto que duraba alrededor de una hora para abrir la puerta y meter su cabeza a la habitación de su amo, con tal de que él no se diera cuenta de que estaba siendo espiado. A la octava noche, decide ponerle una solución definitiva al ojo que no para de atormentarlo, así que procede a matarlo, posteriormente lo descuartiza, y lo introduce debajo de las tablas de un lado de la sala, dicho trabajo no tuvo errores, ningún ojo humano pudo haber sido capaz de identificar que allí había un muerto. Más tarde llega la policía, afirmando que un vecino había escuchado ruidos extraños, el protagonista deja pasar a los policías, y al constatarse que no había nada fuera de lugar, decidieron charlar en la sala, pero de repente, el protagonista, empieza a escuchar un ruido insoportable, con el cual no puede vivir, y lo lleva a tal punto de desesperación, que termina por confesar su crimen.

ANDRÉS FELIPE MENDIVELSO BOTELLO 11°B

valentina serrano dijo...

EL CORAZÓN DELATOR. me gusto mucho este cuento y su autor debido a esa manera tan peculiar de narrar las historias.
esta historia la narra una persona que esta obsesionado con el ojo de un viejito con el cual convive, ese ojo lo atormenta y quiere que ya no sea así, entonces piensa que la solución a ese ojo atormentador por asi decirlo era la muerte del viejito.

a lo largo de la historia el protagonista asegura que no esta loco debido a sus capacidades, muchas personas dirán que si, que efectivamente esta loco por querer matar a alguien y por la manera tan peculiar de estudiar al viejito durante la noche pero yo creo que no lo estaba, pienso que es una persona normal la cual esta sufriendo por una cosa que lo atormenta, una persona que esta dispuesta a hacer lo posible para que pare, tal vez no todos piensen en matar para poder acabar con su tormento pero es que todos son diferentes así que no lo culpo ni lo acuso de loco.

bueno a lo ultimo del cuento el mata al viejo y descuartiza el cuerpo y lo esconde, vienen unos policías a revisar la casa y no lo encuentran así que se ponen a charlar, nuestro protagonista lo hace de la mejor manera que puede pero poco a poco empieza a sentir culpa a tal grado que es insoportable y no puede callar mas así que decide entregarse y aceptar el cargo. lo cual nos deja la siguiente enseñanza, que si cometemos alguna infracción, mentimos, acusamos o matamos puede que podamos ocultarlo, hablar con la mayor normalidad posible pero vamos a llegar a un punto el cual no vamos a aguantar, no seremos capaces de soportar la culpabilidad y terminaremos entregándonos al igual que el protagonista.

karolay dijo...

EL CORAZÓN DELATOR
"La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos", proclama el protagonista de la narración, haciéndose creer que no está loco y que todos sus cometidos son parte de la normalidad del ser humano, que su actuar está totalmente justificado a causa de la combinación de la ansiedad y el temor por el "ojo de buitre" del anciano.
Para completar se nos es cuestionado, que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos, se podría decir que el sujeto en cuestión tiene una notable obsesión que se evidencia en los excesos de las acciones que toma, por ejemplo; la extrema cautela con la que según él, observaba al anciano.
Es interesante el observar que Edgar Alan Poe, en sus escritos hace que sus personajes intenten normalizar sus conductas o pensamientos para evitar ser juzgados o tratados como locos, sabiendo que no es el único caso en sus narraciones, en donde ya dicho antes, se es normalizado aquellas conductas, y hay una notable evidencia de que en sus personajes existe algún trastorno mental.
KAROLAY GABRIELA ZORACÁ HERNÁNDEZ 11A

Anónimo dijo...

El corazón delator
- Edgar Allan Poe
En este cuento nos deja una gran enseñanza ya que pues a pesar de que queremos ocultar algo nuestros principios son los que prevalecen y hacen que volvamos a caer en cuenta de quienes somos y de cómo fuimos criados, es decir, ser siempre sinceros a pesar de que el agua se esté regando del vaso. Y es así como pasó en este cuento cuando el hombre pues ya no soportaba más ese ojo del viejo , no lo dejaba dormir y lo tenía atormentado y decidió que debía acabar ese sufrimiento. Pudo ser que era el plan perfecto, no habían sospechas de nada a pesar de que los policías habían buscado en cada rincón de la casa. Pero pues este hombre decidió ser sincero y delatarse ya que se sintió culpable y la fuerza de remordimiento hizo que prefiriera decir la verdad ante todo.
Y esto debe ser así, por qué la verdad siempre se va a saber. Pues como dice el dicho entre cielo y tierra no hay nada oculto.
11°B Andres Felipe Moncada Ragua.

Anónimo dijo...

Este cuento de Edgar Allan Poe nos narra los pensamientos y sentimientos desde la perspectiva de una persona demente, dicho estado no le permite controlar sus sensaciones como la de ese odio hacia el ojo del anciano con quien vive, por ende lo observa cada noche sigilosamente mientras en su cabeza ronda la idea de solucionar el problema para no ver mas ese ojo que tanto lo perturba. Una noche sigue con su plan pero algo sale mal y termina asesinando al anciano pero la culpa y el sentimiento de persecución lo hacen delatarse como asesino. este cuento es narrado por un personaje que tiene problemas mentales, una prueba de esto es que narra los hechos detallada y explícitamente, sin dejar escapar ningún detalle como si eso determinara su cordura cuando en realidad ocurre todo lo contrario.
MARÍA JOSÉ QUINTERO BETANCOURT
11A

Anónimo dijo...

El corazón delator-Edgar Allan Poe

La historia comienza con que el protagonista se quería convencer que no estaba loco. Sin embargo más adelante se demuestra lo contrario, pues sale a relucir la obsesión que tenía con el ojo de buitre del señor y esto no lo podía dejar vivir tranquilo. Después de espiarlo durante siete días, al día siguiente decidió darle una solución al problema que según él tenía y ésta fue asesinarlo. Después de realizado el crimen, procedió a esconder el cadáver, pero tuvo un exceso de confianza en dichas acciones y esto se ve reflejado en la manera tan relajada en la que atiende a los policías y más aún sentándose precisamente en el lugar donde ocultó el cadáver. Pero al final todo le salió mal, pues la culpa y el remordimiento le hicieron escuchar un ruido que a oídos de las demás personas presentes no estaba y terminó confesando su crimen.

Karen Natalia Ortiz Lemus
11A

Anónimo dijo...

Cordial saludo.

Me gusta como el cuento es relatado por una persona que ha sido autora de un asesinato,la cual niega tener trastornos mentales por la sutileza con la que realizó el delito, pero mientras más cuenta como desarrollo tal aberración empieza a demostrar sus trastornos pues analizar su víctima mientras dormía por 8 días y en el octavo, en el cual comete el hecho muestra tal satisfacción por decirlo así de no volver a ver lo que lo aterraba,que no era el pobre anciano que asesinó si no el ojo saltones de este.
Me gustó mucho por la forma en la que el autor del asesinato va desencadenando como cometió el delito con sus trastornos mentales y la sutileza con la que lo cometió.

Samir Ortega
11°A

Anónimo dijo...

En éste cuento un hombre empieza a revelarnos el crimen que ha cometido a medida que avanza,el mismo destaca sus grandiosas habilidades con las que sagacidad llevaron a matar al anciano que según con sus propias palabras, en ningún momento le ocasionó ninguna molestia, que todo fue culpa de sus ojo,su ojo de buitre que lo vigilaba.
Me gusta mucho la manera como está narrado el cuento,la frialdad y lo irónico que el asesino llega a ser y por creer que ha cometido un crimen "perfecto", pero su mente le da una mala jugada y de repente escucha los latidos de un cuerpo descuartizado que está debajo de las tablas de la habitación donde se encuentran los 3 policías,lo que hace que el corazón lo haga delator de su crimen.
Gisell Álvarez Páez 11A

Anónimo dijo...

A pesar de negarlo se puede percibir que el hombre trataba de ocultar algo como lo es su locura, lo cual como el mismo afirma es una “enfermedad que había agudizado sus sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. “, y a pesar de no odiar al viejo a este hombre le molestaba el hecho de que aquel “ojo de buitre” pudiera descubrirlo, por eso no le molestaba cuando el viejo tenía su ojo cerrado, ya que así no se sentía expuesto, pero su locura fue tal, que podía escuchar el corazón del el viejo cada vez más fuerte este ya estaba muerto, logrando así, que confesará su fechoría.
Dianny Marinet Mesa Duarte 11A

SELENE QUIÑONES dijo...

El corazón delator:

Otro relato donde nuestro autor se centra en el asesino, pero ésta vez es más que todo la perspectiva de él mismo y sus crímenes, donde tampoco tiene la capacidad en un inicio de aceptar que es culpable, es más trata de limpiar su nombre sólo por el hecho de hacer cometido un crimen de una manera casi impecable.
Primero se muestra lo que irrita a nuestro personaje, que es un anciano con un ojo parecido al de un cuervo, por ésto es que quiere deshacerse de él,pero no como persona ya que no tenía ningún conflicto con el ancinao, pero éste le producía horror y temor al ver su ojo. Y pues así emprende la tarea de asesinarlo, se describe cómo fue y cómo lo hizo. Esta vez el asesino descuartiza a su víctima y la esconde en el suelo para así no generar sospechas e incluso lo hizo bien, hasta que llega la policía con sospechas y el protagonista tiene tanta seguridad de como escondió el cuerpo, que los hace pasar a la escena del crimen. Pasando el tiempo el protagonista siente algo que poco a poco rompe sus oídos, un sonido que solamente lo escucha él, una especie de latido, siente así que su cabeza explotará y es así como confiesa su cometido. Esto para mí fue la representación de la culpa, que por más la persona tenga falta de remordimiento, la culpa siempre llega y siempre tomará su parte.

SELENE QUIÑONES BARBOSA 11B

Anónimo dijo...

Este cuento se da de forma irónica la cordura del personaje, en el que deseaba matar al viejo por causa de su ojo, ya que cada vez que lo miraba a él, se le helaba la sangre; todas la noches, exactamente a las 12 iba a observar el ojo del viejo con el fin de matarlo, y lo consiguió con el suficiente cuidado para que los vecinos no lo escucharan, después de muerto lo cortó por partes, e hizo un hueco donde lo escondió y lo encubrió nuevamente; a las cuatro de la madrugada llegaron 3 oficiales de policía ya que un vecino había escuchado un alarido, pero él actuó de manera amable e indiferente, los invitó a sentarse y sentó con ellos justo donde estaba metido el muerto y les dijo que ese alarido fue a causa de una pesadilla y que el viejo se había ausentado a la campaña, pero de un momento a otro sintió un zumbido en los oídos y dolor de cabeza , y cada vez aumentaba más, era un sonido como de un reloj envuelto en algodón , los policías seguía charlando y no escuchaban nada; a aquel hombre le aumentaba la rabia y el sonido, así que hablaba en voz alta para dejar de percibirlo, pero por el contrario aumentaba mucho más, dado la desesperación le confesó a aquellos policías su crimen y donde se encontraba el muerto.

JENIFFER VANEZA QUINTERO SUAREZ
11°A

ANGIE GABRIELA SUAREZ GOMEZ - 11B dijo...

“El corazón delator” clasificada como narración gótica o de terror, es una corta narración creada por Edgar Allan Poe, fue publicado en 1843 en el periódico The Pioneer.
El relato se basa en los pensamientos internos de un psicótico quien decide deliberadamente asesinar a un hombre con el que suele convivir y cuya característico ojo lo conlleva, según el protagonista, a su propia muerte.
La narración inicia con un ansioso protagonista que asegura y justifica cordura con un suceso poco conveniente, el protagonista, relata desde que nació aquel pensamiento dentro de sí, hasta su confesión; curiosamente, de manera contraria a lo que él cree, en la medida en que su historia avanza podemos notar más y más aspectos que hacen de él una persona fuera de lo normal. Después de que el atroz acto es consumado con mucha cautela, comienzan las investigaciones, pero incluso siendo él el culpable, la calma y la imperturbabilidad permanecían con la confianza en que sus habilidades le habían permitido llevar a cabo algo prácticamente imperceptible. Al final un punto clave que el protagonista no tuvo en cuenta termina delatándole, el sonido el latido del corazón asesinado, hecho clave que le dio nombre al corto cuento.
Sobre las interpretaciones de esta historia, muchos suelen decir que se trata de la relación padre-hijo en la cual el ojo de buitre es una mentira indecible causa de locura y ansiedad para el hijo, además, ya que al final el “viejo” estaba muerto y su corazón no podía latir más, podríamos decir que lo que escuchaba el protagonista no era más que el recuerdo del corazón latiendo, traído a su mente por su propio remordimiento.

Anónimo dijo...

Este cuento, el personaje justifica su locura. Al principio el hombre se reconoce como una persona del común que cuida de un anciano sin malos motivos, pero el protagonista a lo largo del cuento va demostrando sus verdaderos instintos hacia el ojo del anciano, un ojo celeste y velado por una tela, comparándolo al de un buitre, todas las noches a las 12 (hora exacta) va a observamos mientras duerme encontrando el momento perfecto para acabar con su sufrimiento, cuando logra matarlo, el persona mata también la pequeña parte de humanidad que tenía, su plan era perfecto, no había sangre que limpiar, feliz por haber "terminado" con su objetivo llega la policía, él no se sentía culpable e invita a pasar a los policías de requisar y quedarse un rato mientras pasaban las horas un pitido lo empieza a perturbar ese era el de la culpa quien lo termina por delatar. ANYELI JARAMILLO QUINTERO-11B

ESTIRAMIENTO dijo...

El corazon delator es una narracion fantastica de Edgar Allan Poe. En ella se puede ver la influencia de lo que vemos y oimos en las deciciones que tomamos y como algo tan insignificante puede llegar a ser la razon de un asesinato. La historia comienza con un sutil protagonista que vigila a un viejo constantemente y cada noche va a su cuarto para ver el fastidioso o repugnante ojo que el poseia. Noche tras noche con agilidad lo hacia, pero la noche correcta llego y el joven asfixio al viejo dando fin a su vil enemigo, el ojo. Pero por haberse oido gritos del viejo, la policia vino y empezo a ver la habitacion. El joven con gran audacia corto en pedazos el cuerpo y lo escondio en el suelo. Cuando estaba siendo interrogado empezo a escuchar un gran palpitar que lo hacia enloquecer, siendo este un corazon delator lo haria confesar su accion.
YESSICA PAOLA MARTINEZ TOSCANO 11B

alejandroro2407 dijo...
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alejandroro2407 dijo...

El corazón delator es un retrato en primera persona de un asesino a su público, contando con detalle sus pensamientos más profundos en cuanto a su crimen cometido y las razones del mismo, acudiendo a la razón y la lógica de su mente para justificar el asesinato realizado. Entrando a la historia a mitad de su relato, entre un presente y un pasado, se logran observar los daños psicológicos a los que se enfrenta, creyendo ciegamente que su esquizofrenia es no más que un producto del diagnóstico errado de las personas que no comprenden sus capacidades agudas de reconocimiento de los sonidos, en los cuales cree fielmente al referirse al mal de ojo que "siente" que su víctima le conjura. Sin embargo, si bien intenta ocultar su desquicio, para el final de la historia se observa como su locura lo lleva a la culpa, escuchando los latidos de lo que cree es su víctima, pero si ya bien yace muerto este entre la madera que sostiene la casa, lo que escucha son sus propios latidos que acompasan la creciente paranoia que crece en su interior, desterrando los rezagos de aquella calma con la que tan bien recibió su graduación de asesino y atendió a aquellos policías. finalmente, es fácil determinar que el cuento nos relaciona con miedos ocultos que tenemos: a la oscuridad, a la muerte y a la pérdida de la racionalidad en nosotros mismos, lo cual es algo remarcable en los relatos de Poe.
JULIO ALEJANDRO ROMERO BUSTOS 11B

Marlon Bolivar dijo...

Como ocultar su enfermedad sabiendo que lo afirma cuando dice que es una enfermedad que agudizó sus sentidos, el se molestaba con el OJO DE BUITRE porque él pensaba que lo descubriría algún día pero no se preocupaba mucho ya que el no habría su ojo nunca y con eso no se vería en la turbia pensadera de ser sorprendido, pero como se puede estar tranquilo cuando la locura se apodera de ti que hasta puedes llegar a sentir los latidos cada vez más rápidos , razón por la cual su locura estalló del todo y se delato a sí mismo mostrando sus pescados y su más grande miedo SU LOCURA.

MARLON JULIAN BOLIVAR SOTO 11A

Yuleisy YSRD dijo...

EL CORAZON DEL DELATOR

Un psicópata de tipo histérico que recalca pronunciadas veces el no estar loco por los actos cometidos.
La historia comienza con esta conversación que tiene el protagonista junto a quien podría ser un policía, un psiquiatra u otra persona, después de haber confesado el crimen descrito. La razón por la cual el protagonista comete esta acción se debe al malestar que le ocasionaba el ojo del viejo con el que vivía sin embargo el protagonista deja en claro que no sentía desagrado hacia el viejo. El protagonista parece ser que padecía de psicosis, acerca del ojo del viejo, puesto que él mismo lo menciona, que al tan solo verlo le causaba malestar y cólera, esta misma psicosis fue la que hizo cometer el asesinato, al desear escapar de su intensa agonía.
El protagonista es consciente de sus actos y lo confiesa repetidas veces, su trastorno se debe a la continua desesperación de huir de la realidad que lo absorbía y en ella el crimen.
Interna entender la mente del protagonista es un misterio puesto lo cometido lo hizo con cautela y astucia, preparó todo delicadamente para atacar el día menos esperado en su arranque máximo de cólera, y, luego actuar como si nada hubiese sucedido; en su personalidad trastornada se demuestra su apatía e indiferencia, algo muy claro en los psicópatas, también esto se puede observar cuando se acercó al cuerpo durmiente, se quedó mirándolo y consumiendo todo temor atacó desenfrenadamente, fue un asesinato un tanto tranquilo y paciente, así continua luego con la masacre a el cuerpo inerte, sin embargo esta tranquilidad es consumida cuando la adrenalina del momento es olvidada y el protagonista se hace consciente de sus actos en medio de la culpabilidad atraída por el inmoral cometido, concluyendo su psicosis en una histeria desenfrenada. El sonido punzante y frustrante sería la carga que llevaría para siempre en el intento de ser libre ante su propia distorsión.

YULEISY STEPHANNY RAMIREZ DIAZ 11B

Anónimo dijo...

El Corazón Delator

La historia nos muestra los problemas mentales que padece el protagonista, de cómo por su intolerancia, para con el ojo del viejo el cuál le causaba cólera, malestar e inconformidad, de cómo todo esto lo llevo a planear de una forma maquiavélica, con la cual pudiera deshacerse de ese ojo que tanto odiaba y el cual alteraba su estado mental.

Fue así como día tras día fue planeando la forma cautelosa y segura de acabar con la vida del viejo para no tener que ver nunca más su ojo.
Según su criterio, él no era un loco sino una persona demasiado cuerda que había desarrollado sus sentidos y su inteligencia, para trazar todo el plan, para desaparecer el cadáver del viejo una vez lo ahogó con el colchón.

Pero como nada es perfecto, dentro de su locura su consciencia lo acusaba y fue así como él mismo, se descubrió ante los policías diciéndoles cómo había matado al abuelo y dónde había escondido su cadáver.

Dentro de su locura, su consciencia triunfó.

Génesis Liseth García Sandoval 11A

Esteban Arenas dijo...

EL CORAZÓN DELATOR/ Edgar Allan Poe

Un relato corto y con mucho absorto, sin duda el poeta Allan Poe demuestra ser un maestro del terror psicológico. La manera en que el homicida defendía que no estaba demente y demostraba lo expresivo que era con cada proposición, hasta la confesión de este hacia la autoridad, de haber asesinado al viejo con el que vivía, demuestra el desarrollo obsesionado del autor en mantener la tensión y el suspenso rígido en el cuento. Considero que el poeta, probablemente, trataba de ilustrarnos cómo un tipo de trastorno mental puede ser práctico para un motivo de asesinato.

JHOAN ESTEBAN ARENAS MONGUI--11°A

Anónimo dijo...

En este relato de Edgar Allan Poe vemos a un hombre psicópata quien justifica su locura con la inteligencia y prudencia que posee al cometer su crimen, comienza narrándole tranquilamente a un tercero sobre toda la historia, en cómo le tenía un odio exagerado al ojo del viejo y que esto lo llevo a espiarlo con cautela durante varias noches y posteriormente a cometer el asesinato, se sentía de alguna manera satisfecho por como lo había hecho: perfecto, pero al llegar los policías a la escena comienza a sentirse trastornado por lo que acaba de hacer y termina confesándolo todo, según él porque no podía seguir soportando la hipocresía de los hombres presentes al sospechar de su crimen y reírse en su cara, pero para mí claramente ese característico sonido representa la culpa del protagonista que tarde o temprano llegaría.
MARIA PAULA PIMIENTA BAUTISTA 11B

Anónimo dijo...

Otro extraordinario cuento de Edgar Allan Poe, marcado con una esencia de locura y paranoia.

El protagonista es un hombre trastornado por el ojo celeste como de un 'buitre', cubierto por una tela blanca del viejo con quien vive, esto provoca en él una serie de intimidación y miedo. Esto provoca en él una serie de obsesión por deshacerse del ojo, lo que lo lleva a planear durante 7 días el asesinato del viejo, sin embargo, cuando logra su cometido, este se ve sumergido en una serie de paranoia al ser engañado por sus sentidos, creyendo escuchar un sonido que cada vez es más fuerte, lo que lo lleva al borde de la locura, confesando finalmente el vil asesinato.

Así pues, este relato pone en evidencia el perfil psicólogico de un hombre que asegura su 'cordura'. Lo típico que diría un loco.

Kerly Jaimes Lizarazo 11B

EXTINCTION dijo...


Otro extraordinario cuento de Edgar Allan Poe, marcado con una esencia de locura y paranoia.

El protagonista es un hombre trastornado por el ojo celeste como de un 'buitre', cubierto por una tela blanca del viejo con quien vive, esto provoca en él una serie de intimidación y miedo que luego se ve convertido en una absurda obsesión por deshacerse del ojo, lo que lo lleva a planear durante 7 días el asesinato del viejo, sin embargo, cuando logra su cometido, este se ve sumergido en una serie de paranoia al ser engañado por sus sentidos, creyendo escuchar un sonido que cada vez es más fuerte, lo que lo lleva al borde de la locura, confesando finalmente el vil asesinato.

Así pues, este relato pone en evidencia el perfil psicólogico de un hombre que asegura su 'cordura'. Lo típico que diría un loco.

Kerly Jaimes Lizarazo 11B

Angie valentina dijo...

En este relato el autor en este caso, Edgar allan poe nos muestra una perspectiva diferente de la realidad.

Nos muestra la realidad de una persona sin cordura. Este relato nos hace ver o nos muestra la forma en como ve la vida un loco, qur desde el momento en el que vio el "ojo de buitre" de su vecino, siente que este le acecha.
Este protagonista no es capaz de conseguir su propia paz a pesar de todo, claro esta que este dice no estar loco. Que todo aquel que pasase por lo mismo lo llegaria a entender.

Este relato nos hace ver que apesar de que en algún punto logremos alcanzar esto que nos de un momento de paz, puede tambien ser tu misma miseria, en el caso del protagonista su alma y su ser se llenaron de culpa y remordimiento tanto asi que no lo dejaba vivir sin haber admitido su culpa. Por ello siempre hay que mirar las consecuencias de nuestros actos, porque la culpa siempre sera uno de los peores sentimientos.

Uno de los peores sentimientos que podrían llevarnos a la desgracia misma.

ANGIE VALENTINA ROCHEL VARGAS
11 A

Anónimo dijo...

EL CORAZÓN DELATOR
Este relato me pareció muy entretenido, cada vez que iba leyendo me atraía más y más al ver a este señor,que si lo considero un loco, el cómo planeó muchas veces como matar a su victima y el cómo lo escondió, el cómo en su cabeza oía ese sonido cada vez más duro cuando los oficiales solo hablaban entre ellos a un sonido acorde y pienso yo que fue el miedo, el temor a que lo descubrieran lo que lo llevó a que él mismo se creara una historia en su cabeza y contara lo que en realidad pasó, en que sí fue él el que mató a aquél señor y que lo había escondido ahí mismo en esa casa.

Leidy Carolina Rodriguez Orozco 11-A

RONALD SEPULVEDA dijo...

La historia es contada por un narrador anónimo que intenta convencer al lector de su cordura al mismo tiempo que describe un asesinato que cometió.
La víctima era un anciano con un “ojo de buitre” transparente, como lo llama el narrador. El narrador enfatiza el cálculo cuidadoso del asesinato, y él esconde el cuerpo desmembrándolo y escondiéndolo debajo de las tablas del piso.
En última instancia, los sentimientos de culpa del narrador, o una perturbación mental, hizo que su corazón lo delatara y confesara su crimen.

Anónimo dijo...

Como la mayoria de los cuentos de edgar alan poe este contiene una narrativa exelente similar a una anecdota donde hombre que segun un corto psico analisis sufria de un tratorno obsesivo compulsivo quew lo causaba el ojo de buitre de el viejo lo qe lo llevo a cometer un terrible crimen y justo como uno de los sintomas de este trastorno es a decir constantemente que esta persona no esta loco justificandose con ciertos actos o vivencias tal y como lo hace el chico que a la hora de matar a al viejo se estaba poniendo niervioso con ese sonido de el latir del corazon de el viejo lo que lo llevo a confesar su terrible crimen...

JUAN MARCO POSTIGLIONI PEÑALOZA 11 A

Anónimo dijo...

El corazón delator es un cuento que nos narra la historia de un persona quien niega completamente el hecho de estar loco y se justifica con la agudización de sus sentidos, sin embargo creo que poco a poco nos vamos dando cuenta de qué tan cierto es esto, nos habla de un hombre que vive con un anciano que tiene un ojo de “buitre” y tal característica del anciano es suficiente para hacer perder la cordura a aquel hombre, ya que lo hace sentir perturbado y por ello, empieza a planear el asesinato de aquel anciano a quien dice tener un gran aprecio. A medida de que vamos leyendo logramos ver como el protagonista niega siempre el hecho de estar loco y nos pone de ejemplo sus acciones tan bien “estructuradas” como ejemplo de que alguien loco no podría hacer aquellos actos con tal cautela, al final después de ocho noches intentando matar al anciano, por fin lo logra, pero su sentidos tan agudos que fueron lo que lo llevaron a cometer este acto, también sería quienes lo iban a traicionar al final ya que al no poder controlar su nerviosismo termina confesando su acto.
Este cuento sin duda es algo de locos, pues sólo al ver como el protagonista nos narra la forma tan cautelosa de cometer su crimen con tanto detalle y ese orgullo haciéndonos pensar que aquella astucia para su crimen era la verdadera prueba de que no estaba loco es algo impactante, pues desde mi punto de vista todo lo que narra no nos hace pensar sino en toda su falta de cordura. En definitiva un cuento que con su cierto terror nos hace envolvernos y quedar asombrados de la ironía que tiene.
-Ilenee Estefanía Rubiano Jaimes, 11B

Anónimo dijo...

CORAZON DELATOR “EDGAR ALLAN POE”
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A
Corazón delator es una obra que al igual que el gato negro los protagonistas son asesinos y tratan de dar a entender al lector que lo hicieron bajo su conciencia gracias a los efectos que el entorno marcaba en ellos. En estos dos cuentos los protagonistas narran su plan macabro dando todo tipo de detalles.
En el corazón delator, el joven quien es el asesino nos narra como el ojo y los latidos de aquel anciano le causaba una extraña sensación la cual no podía ocultar más, una extraña sensación de ansiedad al joven y lo introduce a lo que más tarde sería un hecho sin vuelta atrás. El asesinato del anciano llevo a que unos misteriosos sonidos que llevaban al joven a un estado de culpabilidad, el cual ya no podía ocultar más este hecho macabro ante la autoridad lo condujo a asumir su culpabilidad.
El corazón delator nos introduce como lectores a una serie de eventos y pensamientos de un asesino y como ellos pueden llegar hacer fundamentales para descubrir la verdad.
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A

Anónimo dijo...


Exceso de nervios, afirmaciones de terceros de una supuesta locura en el protagonista que este trata de desmentir a toda costa; de esto nos habla "El corazón delator" de Edgar Allan Poe. Este cuento presenta un ambiente un poco oscuro y desesperante de principio a fin. El narrador se concentra en contar sus acciones, desde la declaración de que su "loquera" es inventada, hasta la confesión de este hacia los oficiales de haber matado al viejo que con él vivía, gracias a la culpabilidad que le hizo sentir el sonido incesante y torturador del corazón del viejo, en pocas palabras, el narrador decide entregarse por culpa de aquél corazón delator.

NICOLEX VALENTINA CASTRO SEPULVEDA 11A

andres morales dijo...

Un cuento con un ambiente oscuro desde el principio hasta el fin el cual relata la historia de un hombre muy nervioso que vivía con un viejo el cual vigilaba por noches, por un ojo que lo ponía nervioso llevándolo un día a asesinarlo y este trataba de desmentir su hazaña y negar su locura, pero algo lo hizo decir la verdad, el corazón delator, la culpabilidad que sentía e ese momento lo hizo entregarse a las autoridades. Esto nos deja de enseñanza que las personas somos sensibles y sentimos culpa, en algún momento de nuestra vida cuando hagamos algo mal o cuando digamos mentiras, confesaremos, ya que la culpabilidad nos hace delatarnos así como lo pudimos ver en el cuento.

-cesar andres morales mendez 11a-

Camilo Correa dijo...

me pareció una historia bastante ambientada con la locura y de como ese miedo y ese rencor se puede liberar en un hombre y en este caso por un ojo, y no dejando a un lado los problemas mentales que tenia el protagonista, referente a los nervios y de como dialogaba en su mente entre hacer el bien o el mal, y como no delatarse si cuando lo empezaron a interrogar, su corazón delator, lo reflejo todo y lo que poe nos quería plantear en esta historia es como la verdad fluye a la luz, delatando nuestro corazón.

CAMILO ARMANDO CORREA CÁRDENAS 11A

Anónimo dijo...

Este cuento presenta un ambiente un poco oscuro y desesperante de principio a fin. El narrador se concentra en contar sus acciones, desde la declaración de que su “loquera” es inventada, hasta la confesión que este hacia a los oficiales de haber matado al viejo que con él vivía, gracias a la culpabilidad que le hizo sentir el sonido incesante y torturador del corazón del viejo, en pocas palabras, el narrador decide entregarse por culpa de aquél corazón delator. Se puede observar mejor como los nervios llegan a tal punto que el narrador decide asesinar al viejo por el temor que tiene en los ojos, siendo esto algo poco común como motivo de un asesinato. Considero que la paranoia está presente como motor de las acciones del protagonista, porque esta es considerada un estado mental de desconfianza, y “el loco” desconfiaba tanto del estado de aquel ojo que llegaba a sentir incomodidad hacia el mismo. En resumen, considero que, posiblemente, se haya tratado de demostrarnos cómo un tipo de trastorno mental puede ser usado como un motivo de asesinato, haciendo así que el horror se pueda llegar a sentir.
HEIDY ALEJANDRA RAMIREZ TORRES 11B

Jhohan Portillo dijo...

Una magnifica obra, en un contexto muy familiar para este tipo de obras y de su autor, se desenvuelve perfectamente e incluso crea un lazo con el lector, interactuas con sus exclamaciones y con su personalidad atrapándote dentro de su cuerpo y sintiendo en cada vibración de tu cuerpo y en tu pensar y voz astutamente todas y cada una de las descripciones, historia que con el pasar nos demuestra que el hombre no era loco, pues estando loco no tendría capacidad mínima para razonar, sin embargo, él si lo hacia planeaba astutamente cada movimiento a realizar y sentía tanto odio y resentimiento hacia aquel ojo que incluso el mismo sabia que probablemente su viejo ya lo supiera,pero incluso después de tener todo fríamente calculado sabia que dentro de su desesperación no podía controlar el impulso de sentir presión bajo las autoridades, mínimo quería estar solo y seguir celebrando su astuta jugada, pero al presentarse estos, todo cambio para él, se torno mas oscura y mente, le nublo el pensamiento y sucesivamente le limito su capacidad de reacción pacifica, llevándolo así a un impulso frenético en el cual delataría todo lo que hizo y poniéndole un fin caótico, son estas las palabras de un asesino y aun después de todo expresa voluntariamente que no tiene el mas mínimo pesar por el acto cometido o por la vida que arranco de este mundo.


Jhohan Portillo 11A

Anónimo dijo...

Es muy fascinante la forma en que Poe nos hace sentir dentro de esta historia, como si nosotros estuviésemos ahí al lado del narrador observando al viejo e incluso escuchando los latidos de su corazón sabiendo que ya está muerto.

Pienso que fue la consciencia del asesino la que hace que él mismo se delate,me gusta mucho ver programas de crímenes y asesinos seriales, ya que ahí como en los relatos de Poe, se puede ver como sentimientos que son totalmente de humanos normales, sin necesidad de sufrir un trastorno o psicopatía, pueden llevar a las personas a cometer delitos.

GABRIELA ALEJANDRA ARIAS GARCÍA 11A

HEADPHONES3 dijo...

Consideró que una persona loca sería metódico y astuto como el protagonista de esta historia, sin duda muchos estudios han demostrado que las personas con una inteligencia superior tienden a interesarse por cosas extrañas, en este caso el protagonista se obsesionó con un viejo que tenía un ojo similar al de un buitre, y por su paranoia y nerviosismo termina matándolo, pero lo realmente obsesionante es como el autor del libro logra describir con tanta agudeza como cada noche vigilaba al viejo para al final matarlo, no por culpa del viejo si no por culpa del nerviosismo que le causaba ver ese ojo de buitre, y como después de muerto lo trata de esconder, de seguro el plan le hubiera salido bien si no hubiera sido tan neurótico con los sonidos del reloj o del corazón del viejo, alguien totalmente loco se quedaría callado y se mantendría "establemente bien" teniendo un cadáver en su casa, así que sí el protagonista estaba loco, pero no del todo. Me gustó mucho leer este cuento, le encontre la chispa y me envície en las descripciones.

Gissel Vargas 11B

Anónimo dijo...

Sin duda alguna me encanta la manera en que Poe mantiene la tensión del lector de principio a fin, es increíble como a medida que ocurren los hechos nos hace sentir como si estuviéramos presentes en la historia

En este cuento podemos observar lo que pueden provocar la locura y la paranoia, desde el primer instante, el protagonista es recreado como una persona más allá de sus cabales, lo que le llevará a cometer actos fuera de toda lógica.
También observamos como al final remordimiento del protagonista pudo más que su mente, llevandolo a confesar a los policias que había asesinado al viejo, luego de estar convencido de que tenía todo bajo control.


LEIDY GELVES 11B

EDERSON P. CACERES dijo...

Al leer la historia se podía identificar fácilmente el estado mental del protagonista y narrador, pues sus comportamientos no eran normales, por sus acciones se lo califica como un psicópata y loco, cosa que en la narración negaba con avidez.
Lo que más me gusto del cuento de Edgar Allan Poe, fue el suspenso que afronta el lector cuando lee las líneas escritas (presuntamente) por una persona psicológicamente inestable; además de la forma en que relata que comete sus crímenes “perfectos” según él.
EDERSON PABUENA CACERES 11°A

Ruby Gelvez dijo...

Indudablemente Edgar Allan Poe tiene una manera especial de atrapar en su historias, su forma de manejar el suspenso, el drama y el misterio que resuena durante todo el relato nos enganchan a la historia produciéndonos una constante intriga que se da desde e principio de la historia;En este caso me pareció muy sorprendente la forma en como nos dejaba ver los pensamientos del asesino, todo lo que pasa por su mente, todas sus paranoias desde su descripción de incomodidad producía por el ojo del anciano, los mas mínimos detalles de su siniestro plan, hasta el momento en el que su paranoia lo hace escuchar un zumbido que crecía progresivamente, sin dudar es una narración maravillosa.
MELANY RUBY GELVEZ CRUZ 11A

Anónimo dijo...

El corazón delator.
"No hay jamás una verdadera esperanza. No hay jamás un latido del corazón. Y sobre esta fúnebre desolación, aletea lo inexplicable" - cartas de Allan Poe.
El corazón delator es un cuento maravilloso, un cuento donde se visibiliza el poder de los sentimientos, donde se evidencia como la ansiedad, el pánico,la rabia y en especial la culpa se apoderan de la mente de una persona hasta el punto de cometer crímenes atroces. Es para mí conveniente destacar como prevalece la culpa cómo un elemento importante en la narración, pues llega a ser tan insoportable en el corazón que él mismo nos delata.
A lo largo del relato, como lo mencioné en mi anterior comentario lo más oscuro y corrupto del ser humano se hace presente, en cierto modo me causa asombro e interés la manera en la que ésta parte oscura del ser humano se relaciona a su paso con la naturaleza animal pues el autor juega y les atribuye a los animales cierto aire místico, relacionandolos con la vida y la oscuridad de la muerte.
"no hay jamás un latido del corazón" Poe fue un hombre lleno de tristeza, ésta frase en particular, me hace pensar que al decir que su corazón jamás latió significa que se sentía muerto en vida y pienso que en cierto modo éste sentimiento profundo de tristeza y su soledad lo hicieron encontrarse con lo más oscuro de sí mismo como a muchos nos ha pasado.

Sofía Gómez 11B

Lonmar Eduardo Martinez Palacio dijo...

Es importante resaltar nuevamente la capacidad de Allan Poe para adentrarnos en la historia y hacernos sus protagonistas, y es que en el desarrollo, el personaje desarrolla un odio que es casi persibible para nosotros aquel odio hacia aquel ojo, pero también hace que nos desprendamos de aquel personaje con los actos de crueldad que el mismo comete y es que al desarrollarse el asesinato y esconder el cuerpo se puede sentir una sensación de horror donde se puede persibir también de manera clara aquella inhumanidad por la que en ese momento atraviesa el personaje, es simplemente impresionante como hace que nos acoplemos y nos desacoplemos del personaje inconscientemente
LONMAR EDUARDO MARTINEZ PALACIO 11B

juan pablo blanco dijo...

Por mi parte, la historia me mantuvo expectante hasta el final muy ansioso por saber como acabaría y que planeaba el protagonista de la historia.En este cuento Edgar Allan Poe explora la perdición del ser humano por el odio gratuito e irracional que se deja crecer en el corazón de los asesinos,fue un cuento impresionante, curioso y que, como es costumbre en Poe, nos sumerge en los más recónditos abismos del lado oscuro de una perturbada mente.
Una de las cosas que más me gustó fue el nerviosismo que transmite el autor a través del personaje al lector ,es impresionante. Una obra excelente.Tiene paralelismos con "El gato negro", pero la calidad de la historia es algo menor.

Juan Pablo Blanco 11B

Nikolas Corrales dijo...

El Corazón Delator utiliza un narrador poco confiable, tal como lo utilizo Poe en El Gato Negro. La exactitud con la que el narrador relata el asesinato del anciano, como si la manera sigilosa en la que ejecutó el crimen fuera una prueba de su cordura, revela su monomanía y su paranoia. El narrador de El Corazón Delator generalmente se supone que es masculino. La historia comienza con una conversación ya en curso entre el narrador y otra persona que no está identificada de ninguna manera.

Se ha especulado que el narrador está confesando a un guardián de la prisión, un juez, un reportero, un médico o un psiquiatra. El narrador comienza por protestar por su cordura, pero una declaración tan enérgica inmediatamente levanta sospechas de que podría estar confundiéndonos o bajo una ilusión. Su odio inexplicable al ojo del anciano y su mención fugaz y extraña del cielo y el infierno crean la impresión de un hombre excéntrico, que puede no ser tan consciente de su propia cordura como afirma. El narrador parece pensar que una persona solo puede estar loca si no es metódica.

En cualquier caso, el narrador se explica en gran detalle. Lo que sigue es un estudio del terror pero, más específicamente, la memoria del terror, ya que el narrador está relacionando eventos del pasado. La risa escalofriante del narrador, su incapacidad para actuar hasta que ve el ojo abierto y su tono agradable con el anciano cada mañana, se combinan para dar la impresión de que el narrador es un loco. La historia no está impulsada por la insistencia del narrador en su «inocencia», sino por su insistencia en su cordura.

Lo extraño de esta rivalidad entre el narrador y el viejo es que no es realmente odioso. El narrador parece tener mucha simpatía por el anciano. De hecho, él sabe exactamente cuán asustado está el anciano, después de haber sentido el mismo terror mortal antes. Pero la simpatía del narrador se ve pervertida por su extraño odio al ojo del anciano.

La escena final de la historia muestra el resultado de los sentimientos de culpa del narrador. El narrador describe la vista del ojo y el sonido del corazón como si realmente los estuviera viendo, y atribuye la violencia de sus reacciones a sus sentidos naturalmente sensibles. Pero Poe dirige la escena para que sospechemos que la mente perturbada del narrador está inventando estos terrores y actuando de forma autodestructiva. El sonido del corazón del anciano bien podría ser el sonido de su propio corazón, cada vez más fuerte cuanto más ansioso se vuelve el narrador.

El narrador dice tener una enfermedad que causa hipersensibilidad. No está claro, sin embargo, si el narrador realmente tiene sentidos muy agudos, o si simplemente está imaginando cosas. Si se cree que su condición es cierta, lo que escucha al final de la historia puede no ser el corazón del anciano sino el escarabajo de la muerte. El narrador primero admite escuchar escarabajos en la pared después de sorprender al anciano de su sueño.

Henry David Thoreau observó en un artículo de 1838 que los escarabajos de la muerte emiten sonidos similares a los latidos del corazón. La golpiza podría incluso ser el sonido del propio corazón del narrador. El recordatorio del paso del tiempo es desgarrador, pero aún más inquietante es la aparente calma del narrador. Alternativamente, si la paliza es realmente un producto de la imaginación del narrador, es esa imaginación incontrolada la que conduce a su propia destrucción.

También es posible que el narrador tenga esquizofrenia paranoica. La relación entre el anciano y el narrador es ambigua. El narrador puede ser un sirviente del viejo o, como se supone más a menudo, su hijo. En ese caso, el «ojo de buitre» del anciano como figura paterna puede simbolizar la vigilancia de los padres o los principios paternos del bien y el mal.

La paranoia del narrador lo lleva a ilusiones extremadamente realistas sobre las sospechas de quienes lo rodean aunque, para el lector, parece como si realmente no tuvieran ninguna sospecha.

Mariana Campillo dijo...

Poe es un maestro del terror psicológico. Corazón Delator es un muy buen relato, aunque no me conecté como con sus otras obras. Fué muy interesante que este nos demuestra cómo un tipo de transtorno social puede ser usado como un motivo de asesinato, también hace posible que sintamos aversión hacia el ojo del viejo y nos simpaticemos con él. Aunque al final no importa la condición del tipo ¿era necesario que el viejo muriera porque su ojo ponía nervioso a el loco?. Quizás por eso no me conecte tanto como con el resto de relatos de Poe.

MARIANA CAMPILLO 11B

Reynaldo Barón Pulgarin dijo...

En este segundo cuento de Edgar Allan Poe, sentí el mismo sentimiento que me provoco el primer cuento. Los cuentos de Allan Poe, me provoca un sentimiento de intriga cuando dejo de leer, ya que uno se mete mucho a la tematica de la historia y cuando uno se toma un descanso, se crea el deseo de querer saber que más pasa en la historia.
Y es que Edgar tiene una excelente manera de manejar el suspenso y misterio que se presentan en sus cuentos, logrando que sus lectores, como yo, queden enganchados en la historia, deseoso de saber el final en cuanto antes.

Reynaldo Barón - 11°A

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