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viernes, 20 de marzo de 2020


PROMOCIÓN  GRADO 11° 2020 :LEAMOS UN CUENTO DE EDGAR ALLAN POE CADA DÍA


CUENTO N°1: EL GATO NEGRO


No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que barrocos. Más adelante, tal vez, aparecerá alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes; una inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias que temerosamente describiré, una vulgar sucesión de causas y efectos naturales.
Desde la infancia me destaqué por la docilidad y bondad de mi carácter. La ternura que abrigaba mi corazón era tan grande que llegaba a convertirme en objeto de burla para mis compañeros. Me gustaban especialmente los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba a su lado la mayor parte del tiempo, y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter creció conmigo y, cuando llegué a la virilidad, se convirtió en una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la naturaleza o la intensidad de la retribución que recibía. Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.
Me casé joven y tuve la alegría de que mi esposa compartiera mis preferencias. Al observar mi gusto por los animales domésticos, no perdía oportunidad de procurarme los más agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos, un monito y un gato.
Este último era un animal de notable tamaño y hermosura, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era no poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antigua creencia popular de que todos los gatos negros son brujas metamorfoseadas. No quiero decir que lo creyera seriamente, y sólo menciono la cosa porque acabo de recordarla.
Plutón -tal era el nombre del gato- se había convertido en mi favorito y mi camarada. Sólo yo le daba de comer y él me seguía por todas partes en casa. Me costaba mucho impedir que anduviera tras de mí en la calle.
Nuestra amistad duró así varios años, en el curso de los cuales (enrojezco al confesarlo) mi temperamento y mi carácter se alteraron radicalmente por culpa del demonio. Intemperancia. Día a día me fui volviendo más melancólico, irritable e indiferente hacia los sentimientos ajenos. Llegué, incluso, a hablar descomedidamente a mi mujer y terminé por infligirle violencias personales. Mis favoritos, claro está, sintieron igualmente el cambio de mi carácter. No sólo los descuidaba, sino que llegué a hacerles daño. Hacia Plutón, sin embargo, conservé suficiente consideración como para abstenerme de maltratarlo, cosa que hacía con los conejos, el mono y hasta el perro cuando, por casualidad o movidos por el afecto, se cruzaban en mi camino. Mi enfermedad, empero, se agravaba -pues, ¿qué enfermedad es comparable al alcohol?-, y finalmente el mismo Plutón, que ya estaba viejo y, por tanto, algo enojadizo, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor.
Una noche en que volvía a casa completamente embriagado, después de una de mis correrías por la ciudad, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo alcé en brazos, pero, asustado por mi violencia, me mordió ligeramente en la mano. Al punto se apoderó de mí una furia demoníaca y ya no supe lo que hacía. Fue como si la raíz de mi alma se separara de golpe de mi cuerpo; una maldad más que diabólica, alimentada por la ginebra, estremeció cada fibra de mi ser. Sacando del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí mientras sujetaba al pobre animal por el pescuezo y, deliberadamente, le hice saltar un ojo. Enrojezco, me abraso, tiemblo mientras escribo tan condenable atrocidad.
Cuando la razón retornó con la mañana, cuando hube disipado en el sueño los vapores de la orgía nocturna, sentí que el horror se mezclaba con el remordimiento ante el crimen cometido; pero mi sentimiento era débil y ambiguo, no alcanzaba a interesar al alma. Una vez más me hundí en los excesos y muy pronto ahogué en vino los recuerdos de lo sucedido.
El gato, entretanto, mejoraba poco a poco. Cierto que la órbita donde faltaba el ojo presentaba un horrible aspecto, pero el animal no parecía sufrir ya. Se paseaba, como de costumbre, por la casa, aunque, como es de imaginar, huía aterrorizado al verme. Me quedaba aún bastante de mi antigua manera de ser para sentirme agraviado por la evidente antipatía de un animal que alguna vez me había querido tanto. Pero ese sentimiento no tardó en ceder paso a la irritación. Y entonces, para mi caída final e irrevocable, se presentó el espíritu de la perversidad. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sin embargo, tan seguro estoy de que mi alma existe como de que la perversidad es uno de los impulsos primordiales del corazón humano, una de las facultades primarias indivisibles, uno de esos sentimientos que dirigen el carácter del hombre. ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla? ¿No hay en nosotros una tendencia permanente, que enfrenta descaradamente al buen sentido, una tendencia a transgredir lo que constituye la Ley por el solo hecho de serlo? Este espíritu de perversidad se presentó, como he dicho, en mi caída final. Y el insondable anhelo que tenía mi alma de vejarse a sí misma, de violentar su propia naturaleza, de hacer mal por el mal mismo, me incitó a continuar y, finalmente, a consumar el suplicio que había infligido a la inocente bestia. Una mañana, obrando a sangre fría, le pasé un lazo por el pescuezo y lo ahorqué en la rama de un árbol; lo ahorqué mientras las lágrimas manaban de mis ojos y el más amargo remordimiento me apretaba el corazón; lo ahorqué porque recordaba que me había querido y porque estaba seguro de que no me había dado motivo para matarlo; lo ahorqué porque sabía que, al hacerlo, cometía un pecado, un pecado mortal que comprometería mi alma hasta llevarla -si ello fuera posible- más allá del alcance de la infinita misericordia del Dios más misericordioso y más terrible.
La noche de aquel mismo día en que cometí tan cruel acción me despertaron gritos de: “¡Incendio!” Las cortinas de mi cama eran una llama viva y toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad pudimos escapar de la conflagración mi mujer, un sirviente y yo. Todo quedó destruido. Mis bienes terrenales se perdieron y desde ese momento tuve que resignarme a la desesperanza.
No incurriré en la debilidad de establecer una relación de causa y efecto entre el desastre y mi criminal acción. Pero estoy detallando una cadena de hechos y no quiero dejar ningún eslabón incompleto. Al día siguiente del incendio acudí a visitar las ruinas. Salvo una, las paredes se habían desplomado. La que quedaba en pie era un tabique divisorio de poco espesor, situado en el centro de la casa, y contra el cual se apoyaba antes la cabecera de mi lecho. El enlucido había quedado a salvo de la acción del fuego, cosa que atribuí a su reciente aplicación. Una densa muchedumbre habíase reunido frente a la pared y varias personas parecían examinar parte de la misma con gran atención y detalle. Las palabras “¡extraño!, ¡curioso!” y otras similares excitaron mi curiosidad. Al aproximarme vi que en la blanca superficie, grabada como un bajorrelieve, aparecía la imagen de un gigantesco gato. El contorno tenía una nitidez verdaderamente maravillosa. Había una soga alrededor del pescuezo del animal.
Al descubrir esta aparición -ya que no podía considerarla otra cosa- me sentí dominado por el asombro y el terror. Pero la reflexión vino luego en mi ayuda. Recordé que había ahorcado al gato en un jardín contiguo a la casa. Al producirse la alarma del incendio, la multitud había invadido inmediatamente el jardín: alguien debió de cortar la soga y tirar al gato en mi habitación por la ventana abierta. Sin duda, habían tratado de despertarme en esa forma. Probablemente la caída de las paredes comprimió a la víctima de mi crueldad contra el enlucido recién aplicado, cuya cal, junto con la acción de las llamas y el amoniaco del cadáver, produjo la imagen que acababa de ver.
Si bien en esta forma quedó satisfecha mi razón, ya que no mi conciencia, sobre el extraño episodio, lo ocurrido impresionó profundamente mi imaginación. Durante muchos meses no pude librarme del fantasma del gato, y en todo ese tiempo dominó mi espíritu un sentimiento informe que se parecía, sin serlo, al remordimiento. Llegué al punto de lamentar la pérdida del animal y buscar, en los viles antros que habitualmente frecuentaba, algún otro de la misma especie y apariencia que pudiera ocupar su lugar.
Una noche en que, borracho a medias, me hallaba en una taberna más que infame, reclamó mi atención algo negro posado sobre uno de los enormes toneles de ginebra que constituían el principal moblaje del lugar. Durante algunos minutos había estado mirando dicho tonel y me sorprendió no haber advertido antes la presencia de la mancha negra en lo alto. Me aproximé y la toqué con la mano. Era un gato negro muy grande, tan grande como Plutón y absolutamente igual a éste, salvo un detalle. Plutón no tenía el menor pelo blanco en el cuerpo, mientras este gato mostraba una vasta aunque indefinida mancha blanca que le cubría casi todo el pecho.
Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronroneando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de encontrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato, propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él.
Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompañarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se convirtió en el gran favorito de mi mujer.
Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero -sin que pueda decir cómo ni por qué- su marcado cariño por mí me disgustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente -muy gradualmente- llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste.
Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que lo hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros.
El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mismo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinencia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odiosas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo -quiero confesarlo ahora mismo- por un espantoso temor al animal.
Aquel temor no era precisamente miedo de un mal físico y, sin embargo, me sería imposible definirlo de otra manera. Me siento casi avergonzado de reconocer, sí, aún en esta celda de criminales me siento casi avergonzado de reconocer que el terror, el espanto que aquel animal me inspiraba, era intensificado por una de las más insensatas quimeras que sería dado concebir. Más de una vez mi mujer me había llamado la atención sobre la forma de la mancha blanca de la cual ya he hablado, y que constituía la única diferencia entre el extraño animal y el que yo había matado. El lector recordará que esta mancha, aunque grande, me había parecido al principio de forma indefinida; pero gradualmente, de manera tan imperceptible que mi razón luchó durante largo tiempo por rechazarla como fantástica, la mancha fue asumiendo un contorno de rigurosa precisión. Representaba ahora algo que me estremezco al nombrar, y por ello odiaba, temía y hubiera querido librarme del monstruo si hubiese sido capaz de atreverme; representaba, digo, la imagen de una cosa atroz, siniestra…, ¡la imagen del patíbulo! ¡Oh lúgubre y terrible máquina del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte!
Me sentí entonces más miserable que todas las miserias humanas. ¡Pensar que una bestia, cuyo semejante había yo destruido desdeñosamente, una bestia era capaz de producir tan insoportable angustia en un hombre creado a imagen y semejanza de Dios! ¡Ay, ni de día ni de noche pude ya gozar de la bendición del reposo! De día, aquella criatura no me dejaba un instante solo; de noche, despertaba hora a hora de los más horrorosos sueños, para sentir el ardiente aliento de la cosa en mi rostro y su terrible peso -pesadilla encarnada de la que no me era posible desprenderme- apoyado eternamente sobre mi corazón.
Bajo el agobio de tormentos semejantes, sucumbió en mí lo poco que me quedaba de bueno. Sólo los malos pensamientos disfrutaban ya de mi intimidad; los más tenebrosos, los más perversos pensamientos. La melancolía habitual de mi humor creció hasta convertirse en aborrecimiento de todo lo que me rodeaba y de la entera humanidad; y mi pobre mujer, que de nada se quejaba, llegó a ser la habitual y paciente víctima de los repentinos y frecuentes arrebatos de ciega cólera a que me abandonaba.
Cierto día, para cumplir una tarea doméstica, me acompañó al sótano de la vieja casa donde nuestra pobreza nos obligaba a vivir. El gato me siguió mientras bajaba la empinada escalera y estuvo a punto de tirarme cabeza abajo, lo cual me exasperó hasta la locura. Alzando un hacha y olvidando en mi rabia los pueriles temores que hasta entonces habían detenido mi mano, descargué un golpe que hubiera matado instantáneamente al animal de haberlo alcanzado. Pero la mano de mi mujer detuvo su trayectoria. Entonces, llevado por su intervención a una rabia más que demoníaca, me zafé de su abrazo y le hundí el hacha en la cabeza. Sin un solo quejido, cayó muerta a mis pies.
Cumplido este espantoso asesinato, me entregué al punto y con toda sangre fría a la tarea de ocultar el cadáver. Sabía que era imposible sacarlo de casa, tanto de día como de noche, sin correr el riesgo de que algún vecino me observara. Diversos proyectos cruzaron mi mente. Por un momento pensé en descuartizar el cuerpo y quemar los pedazos. Luego se me ocurrió cavar una tumba en el piso del sótano. Pensé también si no convenía arrojar el cuerpo al pozo del patio o meterlo en un cajón, como si se tratara de una mercadería común, y llamar a un mozo de cordel para que lo retirara de casa. Pero, al fin, di con lo que me pareció el mejor expediente y decidí emparedar el cadáver en el sótano, tal como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas.
El sótano se adaptaba bien a este propósito. Sus muros eran de material poco resistente y estaban recién revocados con un mortero ordinario, que la humedad de la atmósfera no había dejado endurecer. Además, en una de las paredes se veía la saliencia de una falsa chimenea, la cual había sido rellenada y tratada de manera semejante al resto del sótano. Sin lugar a dudas, sería muy fácil sacar los ladrillos en esa parte, introducir el cadáver y tapar el agujero como antes, de manera que ninguna mirada pudiese descubrir algo sospechoso.
No me equivocaba en mis cálculos. Fácilmente saqué los ladrillos con ayuda de una palanca y, luego de colocar cuidadosamente el cuerpo contra la pared interna, lo mantuve en esa posición mientras aplicaba de nuevo la mampostería en su forma original. Después de procurarme argamasa, arena y cerda, preparé un enlucido que no se distinguía del anterior y revoqué cuidadosamente el nuevo enladrillado. Concluida la tarea, me sentí seguro de que todo estaba bien. La pared no mostraba la menor señal de haber sido tocada. Había barrido hasta el menor fragmento de material suelto. Miré en torno, triunfante, y me dije: “Aquí, por lo menos, no he trabajado en vano”.
Mi paso siguiente consistió en buscar a la bestia causante de tanta desgracia, pues al final me había decidido a matarla. Si en aquel momento el gato hubiera surgido ante mí, su destino habría quedado sellado, pero, por lo visto, el astuto animal, alarmado por la violencia de mi primer acceso de cólera, se cuidaba de aparecer mientras no cambiara mi humor. Imposible describir o imaginar el profundo, el maravilloso alivio que la ausencia de la detestada criatura trajo a mi pecho. No se presentó aquella noche, y así, por primera vez desde su llegada a la casa, pude dormir profunda y tranquilamente; sí, pude dormir, aun con el peso del crimen sobre mi alma.
Pasaron el segundo y el tercer día y mi atormentador no volvía. Una vez más respiré como un hombre libre. ¡Aterrado, el monstruo había huido de casa para siempre! ¡Ya no volvería a contemplarlo! Gozaba de una suprema felicidad, y la culpa de mi negra acción me preocupaba muy poco. Se practicaron algunas averiguaciones, a las que no me costó mucho responder. Incluso hubo una perquisición en la casa; pero, naturalmente, no se descubrió nada. Mi tranquilidad futura me parecía asegurada.
Al cuarto día del asesinato, un grupo de policías se presentó inesperadamente y procedió a una nueva y rigurosa inspección. Convencido de que mi escondrijo era impenetrable, no sentí la más leve inquietud. Los oficiales me pidieron que los acompañara en su examen. No dejaron hueco ni rincón sin revisar. Al final, por tercera o cuarta vez, bajaron al sótano. Los seguí sin que me temblara un solo músculo. Mi corazón latía tranquilamente, como el de aquel que duerme en la inocencia. Me paseé de un lado al otro del sótano. Había cruzado los brazos sobre el pecho y andaba tranquilamente de aquí para allá. Los policías estaban completamente satisfechos y se disponían a marcharse. La alegría de mi corazón era demasiado grande para reprimirla. Ardía en deseos de decirles, por lo menos, una palabra como prueba de triunfo y confirmar doblemente mi inocencia.
-Caballeros -dije, por fin, cuando el grupo subía la escalera-, me alegro mucho de haber disipado sus sospechas. Les deseo felicidad y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, caballeros, esta casa está muy bien construida… (En mi frenético deseo de decir alguna cosa con naturalidad, casi no me daba cuenta de mis palabras). Repito que es una casa de excelente construcción. Estas paredes… ¿ya se marchan ustedes, caballeros?… tienen una gran solidez.
Y entonces, arrastrado por mis propias bravatas, golpeé fuertemente con el bastón que llevaba en la mano sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba el cadáver de la esposa de mi corazón.
¡Que Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco de mis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación.
Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fui tambaleándome hasta la pared opuesta. Por un instante el grupo de hombres en la escalera quedó paralizado por el terror. Luego, una docena de robustos brazos atacaron la pared, que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y manchado de sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia cuya astucia me había inducido al asesinato y cuya voz delatadora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la tumba!

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52 comentarios:

Camilo Correa dijo...

Me pareció un cuento muy fantastico, y basado en  la realidad de muchas personas, en el que por las malas acciones que hagas se te devolverán en el futuro, hace una critica bastante fuerte al hacer el bien, recibirás algo bueno, PERO, si haces el mal, que recibiras?, algo malo! Uno da de lo que tiene en el corazón, si tenemos basura damos basura, pero si tenemos manzanas damos manzanas así de simple.

Hacid Martinez dijo...

la narrativa de Edgar Allan Poe es atractiva y cautivadora por naturaleza, su temática de los deseos desenfrenados del hombre
y el horror incipiente de sus actos hacen que su estilo literario sea realmente único. En su emotiva y penetrante obra
El Gato Negro, da a conocer como los animales y las personas se juegan los papeles protagonicos y antagónicos en sus relatos
perturbadores. Desde una mirada de narrador protagonista, Poe cuanta la historia de un vil asesinato y la relación de un hombre
que sufre de intemperancia y alcohol, dos cosas que hacen que empiece a tener una profunda aversión hacia todo lo que lo rodea y que
un amor hacia los animales desde su infancia se convierta en odio. En su relato se evidencia el desahogo que tiene el protagonista con todos los
animales y con su propio gato, a quien le saca un ojo en su estado de embriaguez . Luego de ahorcarlo y que de manera secuencial hubiera un incendio,
decide cambiar de verdugo, ya que una culpa por la muerte del gato negro le invadía. Cuando mudo de casa y el nuevo gato, que tenia de particular ser tuerto y
una marcada linea blanca en el cuello, se había ganado el amor de su mujer y el desprecio del protagonista. Bajando las escaleras de su nuevo hogar,
el gato interrumpió su caminar y en un colérico ataque mata a su mujer. Después de empalarla, hubo un efímero descanso para el, ya que después seria descubierto
por la policía cuando golpeo la parte de la pared donde yacía su mujer y habitaba el gato negro.

Hacid Martinez 11A

GVANESSA dijo...

Este cuento de Edgar Allan Poe me gusto mucho porque a pesar de que la historia tiene un drama algo grande nos deja una enseñanza y es muy clara todo lo que hacemos en el presente lo vamos a recibir en el futuro ya sea bueno o malo ,en el transcurso del cuento el gato es el personaje principal y es el que da a su amo lo que se merece por sus horribles actos cometidos entre ellos el haberle quitado un ojo a su gato negro Plutón al cual le tenia un gran aprecio y gracias al licor el amor que sentía por los animales se empezó a convertir en odio y además empezó a cambiar hasta con su mujer a la cual empezó a agredir físicamente y verbalmente con el trascurso del tiempo ,también se le atribuye el asesinato que cometió con su gato negro Plutón y además debido a varias circunstancias él y su mujer se mudaron de casa y tenían un nuevo gato muy parecido a Plutón, donde un día que iban para el sótano el gato se le atravesó en el camino y entro en una furia tan grande que mato a su mujer, lo más impresionante es que él estaba tranquilo su conciencia no lo estaba persiguiendo porque pensaba que nadie lo iba a descubrir hasta que un día los policías se dieron cuenta del cadáver de la mujer junto a Plutón

GABRIELA VANESSA TORRADO PEÑARANDA
11.A

Anónimo dijo...

Edgar Allan Poe y su forma de entender la perversión humana es simplemente impresionante, en esta historia podemos ver el descenso a la locura de una persona, la según nos dice el autor era alguien normal, en la propia obra explicitamente se dice que era tan bondadoso y tierno que los demás se burlaban de él, ¿entonces cómo es que alguien así se pudo convertir en un monstruo?
Quisiera hablar de los personajes de la obra:
Empezare con la mujer el que se puede ver como el personaje más simple de la trama, vive con su marido a pesar de que el abusa de ella tal vez no se aleja de él porque no tiene otro lugar a donde ir o puede que ella aún tenga esperanza de que su marido vuelva a ser aquel hombre bondadoso y cariñoso del que ella se enamoró, A pesar de su "simpleza" su muerte es necesaria para que el lector vea de una manera directa la locura de nuestro protagonista
Los gatos son aquellos personajes llenos de misterios, ¿Acaso todo lo que le sucedió al hombre después de la muerte de plutón fue una venganza de este gato? Básicamente toda la historia gira alrededor de ellos.
El protagonista, se dice de él que en el pasado fue alguien bueno, tierno y amante de los animales pero actualmente se ha vuelto alguien muy irritante que incluso abusa de su mujer esto debido a su alcoholismo hasta ese momento se puede observar como un corazón puro fue corrompido por uno de los vicios más grandes del mundo humano pero lo peor viene después
Su descenso a la locura una noche embriagado se deja llevar por su odio y le saca un ojo a su gato uno de los seres más preciados para él este es su primer punto de ruptura después de este el hombre se deja consumir poco a poco por sus demonios internos por toda la maldad de su alma y se produce su segundo punto de ruptura el asesinato de Plutón a manos de el mismo la parte siguiente para mí posee dos interpretaciones.

1. El segundo gato si existe el hombre lo encuentra lo adopta y desarrollo un miedo y resentimiento contra él para posteriormente intentar asesinarlo y al su esposa detenerlo este termine asesinándola llevándolo a su ultimo punto de ruptura en el cual el se convierte en alguien completamente frío que es capaz de ocultar el cadáver de la persona que más amo sin ningún problema y que posteriormente es llevado a la cárcel al gato haber sido encerrado de alguna forma que no se sabe en el mismo lugar de la esposa permitiendo a los policías darse cuenta de donde ocultaba el cuerpo de ella.

2. El segundo gato no existe y es una representación de la culpa y el remordimiento que siente el protagonista esto implica que cada parte en la que se dice que el hombre siente desprecio por las caricias del gato no es más que él sintiendo desprecio por él mismo por sus sentimientos de culpa, todos esos momentos en los que se siente agobiado por el gato esos momentos en los que no puede dormir es su remordimiento matándolo lentamente, ese momento en el que con un hacha intenta matar al gato no es más que una representación del suicidio el hombre al no poder más con esa culpa se da cuenta que la única manera de no sentirla más es acabando con su propia vida, el hecho de que su mujer lo detenga tan rápidamente puede ser prueba de esto, y él asesinando a su propia esposa puede simbolizar la muerte de la bondad que quedaba en su corazón ya que después el protagonista es representado como un ser frió y por alguna razón el gato desaparece,sin bondad no hay culpa, nuestro protagonista decide enterrar su bondad representada por el cadáver de su esposa, En el momento en el que están a punto de irse los policías sucede algo raro el hombre empieza a hablar deliberadamente y se termina delatando a si mismo para posteriormente encontrar ante sus ojos la imagen de su culpa y remordimiento representada por un gato sobre el cadáver de su esposa, es su culpa odiándolo, En realidad no es más que él mismo odiándose por haber asesinado a la persona que amo.

Ever David Yañez Carillo 11B

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON dijo...

Sencillamente brillante, espeluznante y atroz, "El Gato Negro" de Poe, es un relato genial en el que se aúnan el terror y la violencia. Las descripciones psicológicas de los sentimientos del miedo, que incomprensiblemente, lleva a la violencia al personaje central son magníficas. El gato es el elemento culpabilizador, y me recuerda al "corazón delator", obra del mismo autor. En suma, un relato imprescindible para los amantes del género del terror y el suspense y, por supuesto, para los amantes de Poe.

“Se presentó el espíritu de la perversidad. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sin embargo, tan seguro estoy de que mi alma existe como de que la perversidad es uno de los impulsos primordiales del corazón humano”. Este es uno de las más explícitas descripciones psicológicas que el autor nos deja visualizar, demostrándonos un espacio de reflexionar acerca de nuestros sentimientos más profundos e inclusos aquellos que en la cotidianidad son considerados como malos, pero que realmente se encuentra en todo nosotros

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON
11B

Wilmer Ramirez dijo...

Hay varios aspectos interesantes que me gustaría recalcar de esta narrativa de Edgar Allan Poe, las más importante es el hecho al seguir la trama de este cuento nos damos cuenta como los sentimientos del ser humano en este caso del protagonista, es muy enigmático, lo digo así debido a como su amor hacia los animales, a su personalidad van cambiando con el tiempo demostrando así
Un claro ejemplo de la teoría del Yin y el Yan que dice dónde está todo lo bueno también hay un poco de oscuridad, es algo que tristemente pasa en realidad, hay personas que al igual que el protagonista tienen algo de oscuridad dentro de ellas que podría por x o y motivo imponerse en la personalidad y que tarde o temprano se dará a conocer, también se logra evidenciar como del amor al odio hay un simple paso y que el ser humano a pesar de ser racionalista, a veces se deja llevar por las emociones que es una de las grandes equivocaciones, ya que es necesario un equilibrio entre la razón y las emociones.
Otra característica que me resulta curiosa es la utilización del alcohol ya que demuestra las graves consecuencias de este vicio, ya que hoy en día hay cientos de personas que sufren del alcoholismo y pues han tenido cambios drásticos como el de nuestro protagonista.
Otro aspecto que me dejó pensando es el momento del final en el cual el gato que se parecía a Plutón apareció dónde el protagonista escondió el cuerpo de su mujer, me pareció un poco extraño como pudo el gato esconderse ahí sin que el protagonista se diera cuenta es algo que en el cuento no se específica y pues en mi opinión genera un poco de incertidumbre ya que al principio pensaba que este gato solo era imaginación del protagonista como si fuera el sentimiento de culpa que tenía el hombre por lo que hizo a Plutón pero está teoría mía queda descartada ya que gracias al aullido del gato fue que los policías encontraron el cuerpo.
En mi opinión el texto nos puede servir como guía moral, dándonos a entender que nosotros somos personas buenas pero que también podemos ser malas, y que debemos aprender que lado es el que vamos a elegir ser y ese lado se demuestra mediante nuestras acciones, además otra enseñanza está relacionada con el alcohol, aclaro que no es malo solo es malo aquel que no sabe controlarse y a eso nos invita el texto a controlarnos para no terminar emocionalmente mal cómo nuestro protagonista.
WILMER HUMBERTO RAMIREZ VILLAMIZAR 11°B

Juana Sequeda dijo...

"Somos libres de nuestros actos, pero presos de sus consecuencias".
Cabe resaltar que el cuento El gato negro de Edgar Allan Poe nos deja una gran enseñanza a lo largo de este relato. Cómo podemos ver la historia comienza con un hombre que cuenta su cometido y de cómo después se lamenta de haberlo hecho, ¿por qué? por el simple hecho de que le trajo consecuencias a su vida.
Cómo lo he citado en la frase al principio de este comentario nos podemos dar cuenta que este fue exactamente lo que le paso al hombre al ahorcar a su gato por que simplemente estaba ebrio, entonces debemos tener en cuenta que a pesar de las circunstancias en la que estemos una decisión puede cambiar totalmente el rumbo de nuestras vidas, es así como debemos considerar las opciones pensar antes de actuar y también ver si con esta decisión nos podemos equivocar y hacerle daño a personas por fuera de esta situación.
Este relato nos enseña que debemos hacer un pare antes de hacer las cosas,y también que si hacemos las cosas sin pensar atenernos a nuestras consecuencias que por muy simples o graves siempre nos perseguirá en nuestra vida y en nuestra conciencia.
Por consiguiente, también debemos tener en cuenta que la toma de decisiones las debemos tomar con cabeza fría, es decir; no tomarlas si estamos en estado de alcoholismo,droga etc porque como podemos ver en este relato, es una de las cuales el hombre toma una mala decisión, ya que esto hacen los vicios , enclaustrarnos en una sola decisión que muchas veces nos llevan a una mala vida. Fue así como el hombre después de haber matado al gato, también tomó la mala decisión de matar a su propia mujer, que después de todo creía haberla querido, y de cómo después de este vicio se convirtió en asesino.
JUANA VALENTINA SEQUEDA BUSTOS
11°B

Juan José Rivera Muñoz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

El cuento de Edgar Allan Poe, es realmente fantástico,alucinante y también se podría decir espeluznante, éste cuento nos representa que las malas acciones que hacemos sí nos persiguen y se devuelven de forma peor, captó mucho mi atención y se siente muy real lo que se está narrando,el hecho de que para el protagonista si felicidad eran los animales y sobre todo su gato,pero por su mal comportamiento que desarrolla por el alcohol lo llevan a convertirse en una persona endemoniada, lo cual lo lleva a asesinar a us gato y por remordimiento y vergüenza adopta otro que es como su "karma" de lo comentado anteriormente escrito, vuelve y comienza el odio hacía la criatura y en tal momento de furia y descontrol asesina a su esposa sin querer,oculta su cadáver que tiempo después su mala acción lo da a conocer,es realmente alucinante y de terror; narraciones extraordinarias es uno de mis libro favoritos y éste cuento (el principal) hace que el lector se interese por conocer más sobre ellos.
Atentamente:Gisell Álvarez Páez-11A

valentina serrano dijo...

Edgar Allan Poe,es una persona que puede describir esos pensamientos perversos que agobian a muchos. Así lo hizo con este cuento EL GATO NEGRO

Es un cuento algo realista ya que podemos observar la vida de una persona que por los tragos se deja llevar con sentimientos de ira, irritación, repudiacion y violencia los cuales lo inducen a cometer atrocidades que lo llevan a lastimar a las personas que lo quieren y que siempre están con el. no solo eso sino también podemos ver como nuestras acciones tienen consecuencias, después de hacerle esa atrocidad a su gato( el cual amaba mucho) su vida cambio, se volvió una persona endemoniada paranoica lleno de rencor, sufrimiento, deseperacion e ira el trato de tener otro gato para así tratar de restituir el daño causado pero de eso no se trata la vida uno no puede hacer las cosas y tratar de restituirlas porque el vació y el daño ya esta causado.
su acción lo termino llevando a cometer el asesinato de su esposa.

me gusto este cuento porque nos enseña que en la vida toda las acciones tienen consecuencias y debemos tener cuidado porque una mala desicion nos puede llevar a la locura, desesperación y sufrimiento
DANA VALENTINA SERRANO CORREDOR 11A

karolay dijo...

EL GATO NEGRO
Claramente la descomposición de la cordura humana que es acelerada por el alcoholismo, era el punto de impacto que recaía sobre el narrador, sabiendo que desde la infancia se destacaba por la docilidad y bondad de su carácter y así más adelante siendo afectado por el alcohol que lo llevaba a situaciones de deterioro mental, llegando a sentir una ira irracional que le conducía al camino de la violencia, siendo las principales víctimas de la transformación de sus pensamientos, pasando de claros y alegres, a oscuros y siniestros, su mujer y sus mascotas.
Según la descripción de los sucesos la mayoría de los casos violentos se llevaron a cabo bajo los efectos de la ingestión de las bebidas alcohólicas, pero después de haber completado el deterioro mental y la perdida de empatía, el sujeto era irritable en su estado de sobriedad, y a menudo golpeado por pensamientos perversos o mal intensionados, ya no tenía un sentimiento fuerte de culpa, y se llenaba de euforia al pasar por su cabeza la imágen de una victoria en contra de la justicia y la empatía.
KAROLAY GABRIELA ZORACÁ HERNÁNDEZ 11A

Anónimo dijo...

El gato negro-Edgar Allan Poe
En esta cuento lo que el autor quiere mostrar son las diferentes personalidades que tiene una persona y de cómo una decisión te puede afectar toda una vida.
En este relato, muestras a dos gatos uno que fue real y el cual fue asesinado por el hombre, y el otro no existe solo ronda por su mente como la culpa y carga por el resto de su vida porque es así,una mala decisión nos afecta en todos nuestros sentidos.
Además, el hombre llegó al borde de la locura ya que además de que lo perseguía el cargo de conciencia también venía con el vicio del alcohol y esto hacía que el hombre ni pensará en lo que estaba haciendo. Este vicio y el cargo de conciencia llevo a qué empezará a no querer a su esposa, tanto hasta que la mató. Puedo notar, que el hombre al fin y al cabo era un psicópata ya que enterró a su esposa junto a el gato que ya había matado. Y también disfrutaba maltratar al resto de animales que convivía con el.
La moraleja de este cuento es que debemos pensar antes de actuar ya que no solo nos perjudica a nosotros sino también podemos perjudicar a quienes nos rodea sin ni siquiera quererlo.
11°B -Andres Felipe Moncada Ragua.

Anónimo dijo...

El gato negro es una narración en la cual podemos evidenciar la maldad, la perversión y los impulsos desenfrenados que nos llevan a cometer atrocidades, las cuales nunca pensamos que llegaríamos a cometer, todo esto producto de fuerzas demoníacas que se apoderan y se encuentran dormidas en nuestro ser, esperando una mínima oportunidad para hacer su aparición dejando secuelas irreversibles a lo que nos rodea. Este cuento nos hace ver que así como somos buenos por naturaleza también somos malos por naturaleza. Esta dualidad yace dentro de nosotros haciéndonos seres humanos tenebrosos de los cuales no se sabe que esperar, no obstante hay personas que llegan a un nivel de maldad puro y otras que no que solo la guardan en su interior; dejando incertidumbre sobre cual de esos dos casos somos.
MARÍA JOSÉ QUINTERO BETANCOURT
11A

Anónimo dijo...

Cordial saludo.

Al leer uno de los cuentos de Edgar Allan Poe,específicamente " El gato negro " puedp decir que me gusto mucho como nuestro autor hace fluir esta historia con su particular y más característica manera la cual es la perturbadora;este cuento me gustó por la forma en la que animales y personas lo desarrollan, el cuento por decirlo así me engancho desde el comienzo a ver que quien narra la historia y quien la protagoniza se toma el tiempo para compartir este relato sabiendo que morirá el día siguiente.A mi parecer Edgar Allan Poe se esforzó demasiado en este cuento tan maravilloso.

Samir Ortega
11°A

Anónimo dijo...

En esta narrativa de Edgar Allan Poe, se nos da a conocer, en lo que para mi concierne, una de sus más brillantes obras, ya que logra alcanzar uno de los principales objetivos para cautivar al lector, transmitir un claro y conciso mensaje. En esta obra, podemos ver como todos esos buenos sentimientos hacia los animales, que el protagonista había construido desde su niñez, y que tuvo la fortuna de poder tener a una esposa que compartiera lo mismo, son derribados en su madurez, debido a una de las peores enfermedades según el protagonista, el alcoholismo. Al permitir que esta enfermedad tomara lugar en su vida, no sabia que ella era la que iba a dirigir ahora, las riendas de su existencia, llevando a que todo el buen aprecio hacia los animales, fuera convertido de una forma adversa, en irritabilidad , impaciencia, odio y rabia descomunal, la cual afirma que no logra describir. Todos estos sentimientos adversos, se vieron reflejados en en la muerte de una de sus mascotas preferidas, su gato Plutón, al cual un día, tomado, impulsado por la Ginebra que recorría su cuerpo, procedió a sacarle un ojo con un corta plumas, dejándolo tuerto, tiempo después, sin poder resistir la irritabilidad que le producía verlo, decidió ahorcarlo. Luego, sin razón justificable, su casa empieza a arder en llamas. Pasado un tiempo, en uno de los antros que solía visitar, se encuentra con un gato, al cual confundiría con Plutón, de no ser por la mancha blanca que tenía en su cuello, decidió adoptarlo, y llevarlo a su casa a convivir con su amada. Pero las señales de afecto que el gato demostraba, eran convertidas, extrañamente, en repugnancia para el protagonista. Tanto así, que un día, él baja con su esposa al sótano, el gato se le atraviesa entre las piernas bajando las escaleras, ocasionando un detonante y razón suficiente para poder matar a la criatura que atormentaba sus días. La intentó matar de un solo golpe con un hacha que tenía en su mano, y lo hubiera hecho, de no ser por la intervención de su esposa, pero ese hecho hizo que su furia desembocara sobre ella, y le propino un hachazo en la cabeza, matándola al instante. Lo que prosigue en el cuento, me recuerda al cuento Corazón delator, por la suspicacia, precisión y perfección con la que esconde a su amada en las paredes débiles que forjaban la chimenea de la casa. Después de enterrar a su esposa, quiso acabar con la existencia del animal, pero no lo pudo hallar, ya que estaba junto al cuerpo de la asesinada, no se explica cómo llegó ahí, pero si se sabe que fue gracias al ruido que el animal produjo, que los policías pudieron dar con el paradero del cuerpo.

Andrés Felipe Mendivelso Botello
11Bº

Anónimo dijo...

El gato negro de Edgar Allan Poe

A mi parecer en este cuento el autor nos quiere mostrar las consecuencias tan desastrosas a las que puede llegar el alcohol. Pues al principio de la historia todo estaba muy bien, el señor era una persona amable, bondadosa y en especial amaba a los animales. Pero al pasar el tiempo dejó que su vida fuera dominada por el alcohol. Esta terrible enfermedad destruyó su vida, y fue lo que manejó a partir de ese momento, su existencia. Pues todos los buenos sentimientos y buenos tratos que tenía hacía los animales en su niñez, desaparecieron en su adultez convirtiéndolo en un odio descomunal hacia estos seres, llevándolo así a cometer un crimen tan atroz hacia su esposa y hacia los animales que en su momento le ofrecieron cariño.

Karen Natalia Ortiz Lemus
11A

Angie valentina dijo...

Según mi forma de ver, este relato tiene una forma muy peculiar de ver la vida.
Aunque es un relato en si muy perturbador ya que nos relata explícitamente actos de violencia, la manera en la que se escribe nos hace ver el mundo de otea forma.
Nos hace ver que todo lo que se haga en la vida trae consecuencias, nos hace ver que toda persona asi haya sido en su pasado una buena persona puede oscurecer su alma a tal punto de convertirse en algo que nunca penso y en el caso del protagonista de la historia nos hace ver como la culpa y el arrepentimiento consigo mismo piede llevar a una persona a la locura o a la muerte misma.
En conclusión me parece que es una buena obra para ayudarnos a reflexionar a cerca de todo lo que hacemos y el porqué lo hacemos.

ANGIE VALENTINA ROCHEL VARGAS
11A

Anónimo dijo...

Me pareció un cuento fascinante y a la vez espeluznante pues nos interioriza en el ser y personalidad del protagonista, quien en un principio era una persona dócil y amante de los animales, pero con el paso de los años sufre un cambio repentino en el cual sale a flote su lado oscuro, marcado por la perversión, violencia e intemperancia, tanto así que asesina a quienes presuntamente amaba, su gato Plutón y su esposa. Por lo tanto este cuento de Edgar Allan Poe tiene como fundamento principal el ser humano, pues a través del cuento va reflejando que aunque el hombre intente a hacer el bien reprimiendo sus demonios, este siempre va a tender a hacer el mal pues sus necesidades, pasiones y placeres lo llevan al abismo para aceptar su naturaleza.
KERLY JAIMES LIZARAZO 11B

Anónimo dijo...

Poe muestra cómo es que en las personas puede existir la maldad, así como paso con este hombre el cual desde pequeño demostró un gran cariño y apego hacia los animales, pero al pasar el tiempo y gracias también al alcohol se convirtió en una persona aterradora quedando incluso aterrado de sus actitudes.
Y como el mismo relata “Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre”, dando a entender que a este hombre lo hicieron sufrir debido a su manera de ser, y que trataba de compensar ese dolor con el amor que le daba a sus animales lo cual en llegado momento esto no llego a ser suficiente, llegando a cometer crímenes como lo fue en ahorca a Plutón y matar a su esposa los cuales le produjeron la felicidad que llevaba tiempo buscando pero de las cuales ahora se arrepiente.
Dianny Marinet Mesa Duarte 11A

Anónimo dijo...

MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A
EL GATO NEGRO
Edgar Allan Poe a través de este cuento nos narra el verdadero amor que siente un hombre por los animales, de lo emocionante que es saber que este animal te puede dar felicidad de tan solo acariciarlo, conoció a una mujer del cual compartía sus gustos por los animales. Plutón el gato al cual amaba más que a todos sus otros animales se ve afectado por esa parte oscura y aterradora que ese hombre presentaba, pero sin embargo nos hace saber que en su interior no era así, tal cosa aterradora lleva a dar como consecuencia el asesinato de su más fiel animal Plutón ya que este no dio ningún motivo para merecer tanta crueldad por parte de su amo, esa misma acción llevo a que dicho hombre presenciara cosas aterradoras por parte de este animal muerto. Aquella presencia malévola nunca paraba, pues aquel nuevo gato que había presenciado en aquella cantina era su nuevo gato y tenía un aspecto muy parecido a Plutón lo cual hacia que el hombre tuviera más ganas de matar lo, pero la inesperada presencia de su esposa tras suplicar no matar lo llevo a cabo el asesinato de su esposa y tras llegar la policía todo salió a la luz, pues al fin y acabo todo tarde o temprano se da a conocer la realidad.
Este cuento nos narra lo frustrante que es la vida de un hombre tras presenciar una parte oscura que él nunca supo que existía dentro, pues el hombre siempre estuvo seguro que eso jamás fuera parte de sus planes, las verdades de las cosas nos hacen recapacitar sobre os hechos que cometemos y esto nos lleva a poder controlarnos y a reflexionar sobre nuestras actitudes antes de cometer un hecho que no tenga vuelta atrás.

Anónimo dijo...

Me pareció un cuento muy interesante,un cuento que atrae mucho al lector, en el cual se logra ver como las personas cambian, a este hombre sus compañeros de infancia se burlaban de él por tener un gran corazón, cuando le sacó el ojo al gato, cuando mató a su mujer y la escondió en su casa me pareció algo muy perturbador y desagradable, pero como lo dice al principio de este relato, es una sucesión de causa y efecto, la burla que recibía pienso que fue lo que lo llevó a convertirse en la persona que es.
Leidy Carolina Rodriguez Orozco 11A

SELENE QUIÑONES dijo...

El gato negro:

Edgar Allan Poe hizo gran sello en el mundo por su estilo macabro y singular de escritura, donde en la mayoría de sus relatos están presentes éstas características.

El cuento nos muestra a una narrador personaje que habla en pasado dando vista a ciertos sucesos ocurridos y hechos por él mismo. Primero se define como una persona "común y corriente" amante de los animales, después nos muestra la relación afectiva que tenía el personaje principal y un gato. Va avanzando la narración y se ve como una evolución del personaje a lo sano y normal hacía lo psicótico y enfermo, donde se presentan indicios de violencia fuertes y lo que hace el autor es describirnos los pensamientos corrompidos y acciones del personaje de una manera tan explícita que nos mete más a fondo en la lectura para poder así entender en cierta parte los sentimientos del personaje. Va así avanzando la transformación de un asesino, al asesinar y torturar un animal a después por conflictos y problemas psicológicos donde un gato lo atormentaba, asesina a su esposa y sin algún remordimiento alguno esconde su cuerpo, Allan Poe a mí parecer se introduce en la mente de un asesino y nos ejemplifica como una persona puede ser llegar a convertirse en un monstruo sin siquiera darse cuenta.

SELENE QUIÑONES BARBOSA 11B

Anónimo dijo...

El gato negro escrito por Edgar Allan Poe, presenta las acciones perversas de un hombre, que son provocadas por su alcoholismo, una enfermedad y un demonio que también destruye su personalidad.El alcohol empuja al personaje a ataques de temperamento cómo lo es el colera, la ira,y esto lo llevaba a cometer los viles asesinatos hacía los animales y hasta su propia mujer; Plutón que es su primer gato,fue agredido físicamente a tal punto de perder el ojo. Al pasar el tiempo este hombre no encuentra tranquilidad en su consciencia, por lo que cometió con el gato, y este mostraba arrepentimiento; el gato se muestra alerta ante la presencia de este hombre , lo que para él es injusto ya que fue un gato que le tuvo mucho cariño, dado a esta actitud que presenta el gato, el hombre decide ahorcarlo, porque no siente aprecio por parte del gato;cuando fue al bar se encontró con un gato igual a Platón, a diferencia que este tenía una mancha blanca grande, este gato se dejaba acariciar por este hombre y él al ver esto habló con el dueño del bar para preguntarle si le podía vender al gato, a lo que él respondió que no le pertenecía; al irse, el gato lo siguió, al llegar a casa,a la mujer le gustó el gato, al pasar los días él notó que el gato era tuerto, esto ocasionó ira en él e intentó matarlo, pero la mujer se interpuso, y esto ocasionó más ira en él, lo que lo llevó a matar a la mujer, y allí el gato se perdió; este hombre enterró a la mujer en el sótano, al pasar los días llegó la Policía lo cual no encontraron nada, después estando él en el sótano escuchó ruidos raros, y de la pared donde enterró a su mujer salió su cuerpo con sangre coagulada.
Me pareció que fue un cuento que presenta trama de suspenso y de terror, porque muestra sucesos de un hombre que sin una razón justificada mata a su mujer y al gato.

JENIFFER VANEZA QUINTERO SUÁREZ
11°A

ANGIE GABRIELA SUAREZ GOMEZ - 11B dijo...

“El gato negro” fue uno de los cortos cuentos escritos por Edgar Allan Poe; fue incluido en el libro narraciones extraordinarias, publicado en 1843.
La historia inicia con el protagonista quien intenta defender su cordura y se dispone a relatar lo ocurrido, asegurando se trata de una serie de sencillos sucesos domésticos. Curiosamente comienza a mencionar sobre sí mismo; su afición por los animales y su precoz pero feliz matrimonio son los temas que destaca de su vida; por otra parte, a lo largo de su corta autobiografía revela la metamorfosis de su carácter dócil y humano, el cual eventualmente lo conllevaría no solamente a múltiples maltratos sino que también desencadenaría el acto atroz que, cómodamente lleva a cabo.
De este corto cuento de Poe, ciertas cosas me llaman la atención, primeramente, es curioso ver como se relaciona la cordura con la afición por los animales y el alcohol con el trastorno de su carácter, puesto que añade una de las características distintivas de Poe, la psicología; en segundo lugar se podría decir que una parte de su persona esta expresada en aquel personaje, como lo es el afecto a los animales, el matrimonio precoz (comprometido en 1835 a sus 26 años) y los problemas con el alcohol (fue encontrado en estado de inconsciencia por la bebida y fallece), de esta manera puedo afirmar que Poe era un escritor cuya vida y obra se complementan y explican entre sí; en mi opinión es la razón por la cual sus cortos relatos terminaban impregnándose de un detalle único y servirían como base para la literatura terrorífica y en menor parte de la detectivesca.

Anónimo dijo...

El cuento del gato negro es impactante en el sentido de ¿cómo una persona que se describe al principio de una manera tan buena llega al borde de la demencia? El personaje principal se va hundido en el mundo de los vicios, el alcohol, este hace que él se vuelva una persona perversa, dejándose llevar por una actitud diabólica. Sus cambio se ven reflejados en su trato con su mujer, agrediendola varias veces e incluso llegar a agredir a sus animales (que al principio el describe su amor por ellos), su apreciado gato, su amor hacía el le provocaba fatiga, intentando librar ese sentimiento que le provocaba, lo deja tuerto y una tarde decide ahorcarll, después de esto ocurre en incendio que no se cuenta ni su causa pero ocurre algo sospechoso, el personaje encuentra el cuerpo del gato dentro de su casa, cuando lo había colgado en el jardín vecino. Tal vez tiraron del cuerpo para despertarlo pero, yo opino que el cuerpo aparece en su casa para recordarle de lo que es capaz de hacer.Sobrio y desesperado el personaje busca encontrar un gato parecido al que asesino, evitando remordimiento en si mismo, en un bar ve un gato negro pero en su pecho tiene una curiosa mancha blanca pero no presta mucha atención a ella, al otro día se da de cuenta que este es tuerto haciéndole recordar a su homicidio, su esposa le recuerda sobre aquella mancha blanca. Esa mancha le hacía acordar cuando ahorcó a si gato con un lazo, el segundo gato era la reencarnación y el recuerdo vivo del primero. Grande es su frustración que llega a asesinar al felino y su esposa interviene y la mata a ella, él pensativo de cómo esconder su cuerpo decide emparedar a su esposa y gato. Pasaron los días cuando los policías requisaban su casa varias veces, la última vez el personaje se dice que está tranquilo pero su soberbia lo delata golpeando las paredes, pensaba él en un golpe de triunfo venciendo su locura pero está la delató. ANYELI JARAMILLO QUINTERO-11B

ESTIRAMIENTO dijo...

El gato negro de Edgar Allan Poe es una de los relatos pertenecientes a las narraciones extraordinarias de su autoria, en el desarrollo de su obra, se ve la influencia del romanticismo oscuro rigente de la época. El gato negro, trata sobre un hombre que sufria de ira debido a su consumo de alcohol, y que a su vez tenia un fuerte apego hacia los animales de todo tipo. Debido a su enfermedad, como el mismo lo explica, empezo a maltratar a eso animales que decia amar, incluyendo a su favorito, a quien tras una colarizada pelea le quita un ojo y lo cuelga. Como un castigo divino, esa misma noche su casa se enciende en llamas y lo pierde todo, incluyendo el sano juicio. Con otro gato y con su esposa en una nueva casa, bajando las escaleras, le asienta un golpe de hacha a la mujer y la empala en un muro. Dias despues de lo sucedido, entran a la casa varios policias y tras un penoso actuar del protagonista, encuentran a la mujer y al gato tras la pared.
YESSICA PAOLA MARTINEZ TOSCANO 11B

alejandroro2407 dijo...

El tema central del cuento, si bien parece ser la venganza y la ira, a mí parecer, se trata de un hombre que se enfrentaba a un monstruo mucho peor que cualquier bruja o fantasma, este monstruo era el alcoholismo, que lo había llevado de ser alguien que podía sentir una gran empatía por los seres vivos, a ser alguien totalmente indiferente y más bien irracional frente a las circunstancias. El relato se centra en la historia de Plutón y su supuesto sucesor, que causaba un inmenso odio en el personaje principal, este sentimiento finalmente no reflejaba nada más que aquello que el protagonista había sido alguna vez y que gracias a su adicción habiya perdido. El personaje representa muy bien lo sentimiento negativos de cualquier persona frustrada debido a sus propias malas decisiones. Agregándole emoción a la trama ensalzando algo tan terrenal y real con lo místico, pero permaneciendo en el trasfondo con el narcisismo y trastocada humanidad del protagonista/antagonista
En cuanto a estructura, el cuento esto muy bien escrito, cronológicamente correcto y no deja vacíos en cuanto a la trama, pero si en cuanto al final.
JULIO ALEJANDRO ROMERO BUSTOS 11B

Marlon Bolivar dijo...

Creo que no hay mejor forma para iniciar mi comentario que no sea la de decir lo que aprendí de esta gran historia que nostnos da un mensaje de vida que es LO QUE SEMBRAMOS HOY, ES EL FRUTO DEL MAÑANA, durante el cuento el gato personaje principal es el que da a su dueño lo que se merece por sus errores hechos, como quitarle un ojo a su gato Plutón al cual quería mucho y amaba que también fue asesinado por el, sentimiento que se fue borrando por el alcohol, que fue convirtiéndose en odio no solo con su gato , si no con personas de su diario vivir como su esposa, persona que fue agredida de distintas formas hasta ser asesinada,cuando se mudaron tuvieron la casualidad de tener un gato idéntico a Plutón, cabe decir que es un psicópata porque a pesar de todo lo que ha hecho él sigue viviendo normal sin ningún remordimiento pensando que nunca sería descubierto, error que lo hizo pecar y ser capturado al encontrar el cadáver de su mujer y su gato.

MARLON JULIAN BOLIVAR SOTO

Anónimo dijo...

El Gato Negro

Esta historia nos presenta como una persona puede transformar su personalidad bruscamente al entregarse al vicio en este caso del alcohol; y como éste cambio tan incomprensible de personalidad puede causarles daño a las personas y a quienes más se ama y a todo aquello que lo rodea.

Podría decirse que el consumo de licor trajo a flote sus sentimientos más oscuros los cuales eran antagónicos a su personalidad.

El protagonista al maltratar por primera vez a Plutón su mascota amada, siente una gran culpabilidad pero a la vez sigue teniendo deseos de infligirle más daño, hasta llegar al punto de acabar con la vida del indefenso animal, lo cual le acarrea una serie de desgracias, ya que su consciencia se mantenía acusándolo en todo momento, tal es el caso de que a pesar de su cambio de casa y de conseguir una nueva mascota para calmar su culpabilidad, no es capaz de superar esos momentos de locura momentánea y de ira, lo cual lo lleva a un final muy violento y desdichado ya que llegó al punto de asesinar a su esposa en su afán por acabar nuevamente con su nuevo gato y sin ningún tipo de remordimiento la emparedó.
Pero su consciencia pudo más que su enfermedad como él lo llamaba y lo llevó a mostrar lo que había hecho a los policías tal vez porque esto apaciguaba sus remordimientos.

Génesis Liseth García Sandoval 11A

Yuleisy YSRD dijo...

EL GATO NEGRO

Sinceramente mi narración favorita de Edgar Allan Poe, no solo por su magnificencia sino por como el autor consume al lector a través de tal trama tan inigualable.
Una historia breve y cautivadora en todo su esplendor, se puede apreciar en ella la evolución del protagonista, del cual se describe y narra lo sucedido. El hombre menciona que desde su infancia ha tenido cierta afección por los animales, y que su amor por ellos es inigualable, luego este hombre se casa con una mujer que comparte este mismo sentimiento, una mujer noble y callada, la historia desarrolla su nudo cuando el hombre empieza a cambiar repentinamente de actitud, una actitud perversa y malvada, ahogándola en bebida para olvidar y no sentirse miserable. El hombre antes de volverse esta forma cuidaba junto a su esposa de varios animales entre ellos un gato, llamado Plutón. El gato era su preferido, ya que este recibía su amor por él y viceversa, pero cuando el hombre empezó a acoger esta actitud repentina su amor hacia los animales cambia, los maltrata y huye de ellos sin embargo de su gato no ya que sentía aun empatía por él. Un día el hombre decide maltratar al gato en un arranque de cólera, siendo este el primero de otros crímenes.
La razón por la cual el hombre actúa de esta manera tal vez se debe a una depresión repentina en su vida, de esta manera lo único que puede hacer es desquitarse con sus animales, en especial su gato.
El gato sufre perdiendo su ojo y luego siendo ahorcado por el protagonista demostrando su principio de personalidad sociópata. Considerando como una superstición a su futuro, anteriores acciones. Esto se evidencia cuando su casa es quemada y el misterio más grande y atemorizante para el protagonista es la mancha gigante del gato asesinado dentro de la casa.
El hombre continúa su vida, de mal en peor, atacando a su mujer verbalmente y hundiéndose aún más en la bebida, luego el hombre trae a su casa este nuevo gato parecido al anterior, y sucediendo lo peor la historia pasada se repite, el hombre siente aberración por el animal al punto de soportar su ira por desearle verle muerto. En fallo de asesinar al animal, el hombre asesina a su esposa, el hombre cometió esto en consecuencia de la frustración acumulada desde el primer asesinato, lo hizo consciente, en su ira. Demostrando nuevamente su personalidad ya dañada, no le importa su actual acto y decide ocultar el cuerpo, confiado y seguro de aquel homicidio se evidencia una vez en la clase de psicópata en que se había convertido. AL final de la historia quien saca a luz su acción cometida es el mismo gato y podría pensarse que es la venganza ante lo sucedido en toda la historia.
El gato, su carga más pesada, reveló su secreto, el gato nunca dejo de ser SU gato y lo acompañó hasta el final, tal vez su esposa tenía razón al creer que los gatos albergan almas superiores a las humanas.

YULEISY STEPHANNY RAMIREZ DIAZ

Anónimo dijo...

El Corazón Delator

La historia nos muestra los problemas mentales que padece el protagonista, de cómo por su intolerancia, para con el ojo del viejo el cuál le causaba cólera, malestar e inconformidad, de cómo todo esto lo llevo a planear de una forma maquiavélica, con la cual pudiera deshacerse de ese ojo que tanto odiaba y el cual alteraba su estado mental.

Fue así como día tras día fue planeando la forma cautelosa y segura de acabar con la vida del viejo para no tener que ver nunca más su ojo.
Según su criterio, él no era un loco sino una persona demasiado cuerda que había desarrollado sus sentidos y su inteligencia, para trazar todo el plan, para desaparecer el cadáver del viejo una vez lo ahogó con el colchón.

Pero como nada es perfecto, dentro de su locura su consciencia lo acusaba y fue así como él mismo, se descubrió ante los policías diciéndoles cómo había matado al abuelo y dónde había escondido su cadáver.

Dentro de su locura, su consciencia triunfó.

Génesis Liseth García Sandoval 11A

Esteban Arenas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esteban Arenas dijo...

EL GATO NEGRO/ Edgar Allan Poe

Uno de los cuentos cortos más reconocidos del cuentista gótico Allan Poe. Lo que más valoro de estos cuentos es la forma en la cual está relatada, ya que se narran los acontecimientos desde la posición del protagonista, haciéndolo simplemente majestuoso.

Un psicópata nos muestra su interior, la experiencia con sus animales domésticos(amante de la fauna) y su esposa. El protagonista era al principio un hombre común y corriente, hasta que un día apareció un gato negro y desde ahí su vida cambió por completo. El protagonista paulatinamente entra a el mundo del alcoholismo, abriéndole la puerta a la locura, cometiendo barbaridades en contra de su pobre gato e incluso llegando al punto de asesinar a su mujer. Cabe recalcar que el escritor narró los hechos de manera concisa sin eufemismo.

La psicopatía del protagonista precisa el resto del texto, con nuevos crímenes, en el cual lo lleva a pagar sus delitos con todo el peso de la ley y de su consciencia. En conclusión, la obra de este maestro se focaliza en la locura, pienso que este cuento es lo que mejor define el agobio de ir abandonando la lucidez progresivamente, hasta caer en un punto que no puede ser inalterable.

JHOAN ESTEBAN ARENAS MONGUI--11°A

RONALD SEPULVEDA dijo...

EL GATO NEGRO
La historia se centra en un hombre insensato que comete asesinatos bajo el efecto del alcohol, donde surgen sentimientos de ira, enojo y odio. El autor nos detalla a un personaje totalmente trastornado que no siente remordimientos ni culpa ante sus crueles actos. Justifica sus acciones e intenta convencer al lector para que éste se sienta identificado, ya que siempre busca justificar cada acto sanguinario. Busca en todo momento justificar sus actos e interactúa con el lector dándole explicaciones sobre el por qué cometió sus fechorías. Finalmente, el hombre es delatado por el aullido de un misterioso gato que logró escapar de la muerte.

RONALD ALEXIS SEPULVEDA ORTEGA 11°A

Anónimo dijo...

Me parecio una narrativa icreible a la vez que intrigante que refleja los rincones mas oscuros de la mente humana demostrando como un hombre agradable y amistoso puede llegar a cometer un acto tan atroz como matar a su esposa muestra como el alcohol puede llevar a una persona a la locura mostrandole al lector sus inuberables concecuencias tales como cambiar la personalidad de una persona drasticamente a la vez de destuir las cosas que alguna vez amo.

Me pareceque el peresonaje de el hombre es demasiado humano con sus errores y facultades especificamente los errores lo que le da un valor narrativo incxreible lo que es tipico de las historias de edgar allan poe.


JUAN MARCO POSTIGLIONI PEÑALOZA 11 A

Anónimo dijo...

El gato negro, es un cuento de terror que nos hace engancharnos solo con su inicio “No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia.”
Este cuento nos habla de una cotidianidad con esa pizca de terror. Todo empieza contando su gran amor por los animales pero esto empieza a cambiar debido a un problema que se ve con mucha naturalidad hoy en día, el alcoholismo, cuando Poe cae ante esto se empieza a volver una persona más agresiva e irritable, y gracias a esto sus actitudes empiezan a tornarse cada vez más pesadas hasta el punto de terminar cometiendo dos asesinatos. Desde mi punto de vista este es un cuento que sin duda no se hace tedioso a la hora de leerlo pues la forma en la que se narra nos hace sencillamente sumergirnos en él, creo que este cuento de cierta forma nos pone a reflexionar sobre nuestras acciones y decisiones ya que en él podemos observar como un buen hombre se va convirtiendo poco a poco en alguien macabro y cínico por culpa de sus malos hábitos, como si se tratara de esa “maldad” que llevamos dentro pero que intentamos simplemente guardarla en nuestro interior, pero a medida de que perdemos el control de nuestras acciones y sentimientos aquella maldad implícita en nosotros va saliendo a la luz, haciéndonos cometer actos desastrosos.
-Ilenee Estefanía Rubiano Jaimes, 11B

Anónimo dijo...

El gato negro, una obra de el escritor Edgar Allan Poe, es una narración que incluye toda la esencia del horror psicológico al que se le da tanto merito.

Con una narración en primera persona, el escritor nos muestra la vivencia de un hombre quien casado a temprana edad tiene una alegre vida, pero a través de los años se va tornando amargado mostrando un lado impulsivo y agresivo hacia lo que mas ama: su esposa y animales.

Según lo narrado se puede inferir que la modificación de su carácter es debido a la intolerancia y en una gran medida al alcohol que lo lleva a disfrutar de la perversidad y maldad reflejados en el gozo que siente con el dolor del gato en los momentos en que le arrancó el ojo y cuando lo ahorcó.


NICOLEX VALENTINA CASTRO SEPULVEDA 11A

andres morales dijo...

Un cuento con algo de terror y realidad, muy bueno un poco impactante leer las escenas y todo lo que llevo a este a cometer este homicidio, como el autor cuenta la historia le da un toque de tenebrosidad y relata una historia la cual se podría decir que es real, me dejo de enseñanza que las personas pueden cambiar al paso del tiempo, puede que cambien para bien o para mal, y esto se da en medida de que tan sanas estén mentalmente, en el cuento podemos observar que a este hombre lo invadían sentimientos inexplicables los cuales se apoderaban de él, la ira, la furia lo llevaron a cometer homicidio y esto lo podemos adaptar a muchos casos que ocurren a diario donde mueren personas inocentes por un simple desorden de ira, pero esto repercute en el futuro, tenemos que ser conscientes y pensar muy bien las cosas antes de hacerlas, llevar las cosas con calma y no dejar que nos domine la ira ni el odio, porque podemos arrepentirnos en un futuro.

-cesar andres morales mendez 11a-

Jhohan Portillo dijo...

Para la sencillez del cuento y su brevedad se encuentra enmarcado como brillante, espeluznante y atroz, dicha obra de Poe, es un relato que en su gran mayoria nos deja extenuantes ante tantas situaciones planteadas sobre el protagonis, sobre todo el como pasa de llevar una vida pacifica y llena de felicidad a ser prácticamente un loco psicópata que con el pasar de sus dia su cordura disminuye considerablemente, en el relato vemos como aún es posible que en la noche allá luz como en el día oscuridad, al mismo modo cada sentimiento entrañado en los seres humanos sólo es una combinación ambigua y relativamente armónica en lo que cada quién debe dar a entender y sentir. Las descripciones psicológicas de los sentimientos que irónicamente, lleva a la violencia al personaje central son en su audacia muy seductoras Aunque no todo el público está de acuerdo con las emociones que genera el leer de esta manera. El gato se muestra como un elemento culpabilizador y es esto posible de acuerdo a que todos los seres humanos poseemos la capacidad de razonar aún estando locos.


Portillo 11A

Anónimo dijo...

Me parece un gran cuento sobre todo porque lo hace con una narración en primera persona, el psicópata protagonista nos muestra su interior y sus vivencias con sus animales domésticos y su esposa. Sabemos que fue tierno en su niñez, que era un amante de todo tipo de fauna. Que los quería. Que incluso los acariciaba.
La modificación se basa en el exceso. Así manifiesto que me siento un poco aterrorizada por sus hazañas a pesar de que la cuenta de una forma muy serena y buscando la satisfacción morbosa de su culpa por su muerte cercana. Primero le arranca un ojo. Más tarde lo ahorca.
El narra los hechos con mucha imaginación pero sin falsedad, de forma directa, sencilla. Tal que llega a ser un poco paradójico en la narración.
La perturbada mentalidad del protagonista y sus obsesiones definen el resto del texto, con nuevo crimen y el psicópata pagando su crimen con el peso de conciencia y con el peso de las leyes.
HEIDY ALEJANDRA RAMIREZ TORRES 11B

Anónimo dijo...

El cuento nos habla sobre todo lo oscuro que puede haber en nosotros, que a pesar de que seamos personas buenos, podemos llegar a cometer atrocidades.

Pienso que lo que llevó al narrador a cometer esos actos, no fue culpa del alcohol, este solo fue un detonante, pienso que el verdadero culpable, por así decirlo, fue el hecho de tener por mucho tiempo sentimientos reprimidos, las burlas que recibió de los demás y querer un poco de aceptación. El relato me parece fascinate ya que nos enseña que no es muy bueno guardar nuestros sentimientos y que hay que saber sobrellevar lo negativo, el cuento nos muestra un resultado muy fuerte sobre esto, pero para nada imposible de que una persona lo pueda cometer.

GABRIELA ALEJANDRA ARIAS GARCÍA 11A

HEADPHONES3 dijo...

Otra vez Poe hace de una historia sencilla algo tan bien escrito y definido, me gusta como describe la locura que el hombre tiene cada que ve al gato, y, como se vuelve aún mas loco cuando observa en el bar el mismo gato que había asesinado. sin embargo muy al otro lado estoy yo, que no le gusta para nada el maltrato animal, Poe se encarga de eso, de llevar las historias a otro plano, y hacer que uno viva y sienta las escenas descritas, y es por eso que no me gustó esté cuento, porque sentí muchísima ira y rabias

Gissel Vargas 11B

Anónimo dijo...

En este cuento vamos conociendo la historia del narrador el cual nos cuenta que desde muy temprana edad ha amado a los animales. El y su esposa tienen muchas mascotas incluido un gato negro llamado plutón. Este gato es el favorito entre los animales que tiene la pareja del narrador. Y es así que está relación especial dura varios años, hasta que el narrador conforme avanza la historia nos revela que se ha convertido en un alcohólico y que una noche después de llegar intoxicado finalmente ataca a su mascota preferida y a partir de aquí, cada vez nos va mostrando más hechos lamentables que realiza a consecuencia de su enfermedad.

En este cuento podemos conocer las consecuencias de esta enfermedad, del cómo va cambiando una persona hacia la violencia, la maldad y del cómo quienes lo rodean salen lastimados.
Es un cuento espectacular y muy interesante que logra atrapar al lector


LEIDY GELVES 11B

Ruby Gelvez dijo...

Este relato de Edgar Allan Poe fue simplemente maravilloso y si bien para mi gusto fue un poco rudo y perverso nos deja con el una gran moraleja entre lineas,y toca dos puntos que llamaron mucho mi atención, por una parte nos relata el como muchas veces por nuestras malas decisiones o por no saber controlar nuestros sentimientos terminamos causándoles daño a los seres que amamos,y por otra parte nos plasma como somos los únicos responsables de nuestros actos y que todo lo que hagamos tiene una consecuencia y estas también son nuestra responsabilidad, es por ello que al realizar un acto debemos pensar en todo lo que esto traerá consigo.
MELANY RUBY GELVEZ CRUZ 11A

EDERSON P. CACERES dijo...

Me parece una historia entretenida pero muy triste, aun así deja una enseñanza para los lectores; recibes lo que das pues el protagonista y narrador gozo de felicidad, tranquilidad y amor cuando trato bien a los animales pero su alcoholismo y maltrato de estos inocentes seres (sus mascotas), le trajo una retribución, su casa se quemó su relación con su esposa empeoro, constante miedo e inquietud.
Aun así la historia me parece un poco fantástica, pues veo muy difícil que un hombre en sus cabales, desahogue su miedo e intranquilidad en la mujer que ama.
EDERSON PABUENA CACERES 11°A

Mariana Campillo dijo...

El gato negro es un atrapante y misterioso relato, que como los de Poe, no se puede soltar hasta el final. Impresionante, narrado de una forma magistral, nos atrapa y nos mantiene en suspenso mientras el narrador nos cuenta las atrocidades que llegó a cometer qué lo motivó a hacerlo. Locura, violencia y frialdad del asesino, que se mostraba seguro y confiado en no ser descubierto.

Lo leí por primera vez en sexto y fué el primer cuento en mi vida en darme un susto, por ser un hilo paranoico, perverso, espeluznante y tener un final tremendo. simplemente transmite un sentimiento muy intenso

MARIANA CAMPILLO 11B

Anónimo dijo...

El gato negro tiene una afinidad con el cuento (también de Poe) "El corazón delator".
Al leer los cuentos de Poe sólo puedo recordar la propuesta de Rosseau "El hombre es bueno y la sociedad lo corrompe",si analizamos el contenido, el autor menciona que fue objeto de burlas por su carácter amoroso y filantropo, haciendome pensar que fue la corrupción de la sociedad la cual lo obligó a cambiar su forma de ser, al punto de convertirse en un ser violento y lleno de odio.
Leyendo el cuento que había leído antes, años después me doy cuenta como se normaliza la represión, la misoginia y la violencia hacia la mujer, me parece importante recalcar el cinismo del personaje al cual no le genera culpa alguna el asesinato de su esposa.
El gato por otra parte me parece inquietante el papel y el significado que se le atribuye; En la cultura egipcia los gatos eran venerados pues se les consideraban poderosos, misteriosos, luz. Me parece interesante que se mantiene el papel del gato como un ser lleno de poder de cierto modo el personaje de manera especista se esmera por ser el único con poder y su pánico a los gatos se debe a que son (en cierta medida) igual a él.
Los cuentos de Poe siempre están llenos de melancólia y describen a la perfección la corrupción implicita en el ser humano.
Sofía Gómez 11B

juan pablo blanco dijo...

Es un relató interesante. El gato negro es uno de mis favoritos ya que representa la imagen de un ser humano que poco a poco va de cayendo, hasta llegar a cometer actos impensados.Un relato que lo atrapa a uno de una manera impresionante. Como la demencia va afectando en la mente del personaje, como los impulsos lo llevan a cometer errores, que trata de tapar. La frialdad que tiene para llevar a cabo sus planes, y para mi representa lo que estamos viviendo hoy en día como sociedad. Todos los días se ve como sucumbimos hacia nuestros instintos mas bajos y los mas afectados son los animales, quienes son maltratados hasta morir.
Definitivamente un cuento único con una historia impactante y perturbadora.
El final me gustó mucho.

Juan Pablo Blanco 11B

Lonmar Eduardo Martinez Palacio dijo...

La narrativa que se presenta en el texto es muy emotiva y cautivadora, lo que invita e incita al lector a seguir con el relato sintiéndose casi dentro del mismo, es una de las cosas impresionantes que logra Poe, especialmente en esta y es que nos muestra al protagonista como un personaje común, con eventos cotidianos, y con distintas situaciones en las que nos podemos sentir identificados, ademas de esto, la obra busca o tiene como intención dejar una enseñanza en el lector, y es que si bien puede que los hechos no ocurran al pie de la letra en nuestra vida nos muestra de manera clara que solo basta un pequeño descuido para caer a un abismo sin fondo.
Lonmar Eduardo Martinez Palacio 11B

Nikolas Corrales dijo...

El Gato Negro es uno de los relatos cortos más conocidos del maestro del cuento gótico Edgar Allan Poe.
Con una narración en primera persona, el psicópata protagonista nos desvela su interior y sus vivencias con sus animales domésticos y su esposa. Sabemos que fue tierno en su niñez, que era un amante de todo tipo de fauna. Que los quería. Que incluso los acariciaba.
Nos indica que se casó joven y que tras un primer período feliz rodeado de su esposa, sus perros, su carpa y sus pájaros, progresivamente fue agriando su ánimo y revelando su comportamiento agresivo. Maltratando a su mujer, pegando a los animales…
El cambio de ánimo y la reacción impulsiva no se circunscribe a esta obra de Poe, podemos encontrarla también en “El Corazón Delator”.
edgar allan poe book narraciones extraordinarias libroLa modificación de carácter viene determinada por la “Intemperancia”. Así lo manifiesta un narrador que indica estar aterrorizado por sus “hazañas” a pesar de que las cuenta de una forma muy serena y buscando la expiación morbosa de su culpa en vísperas de su muerte cercana, posiblemente su ejecución… “mañana puedo morir y quisiera alivia la carga de mi espíritu”.

Reynaldo Barón Pulgarin dijo...

El gato negro, es una historia de terror donde el autor, Edgar Allan Poes, muestra al protagonista en una constante decadencia. Se puede decir que en El gato negro, nos hace recordar a los problemas que él tenía con el alcohol.

En el cuento, podemos ver la transformación de una persona, que al principio era un niño cariñoso, tierno y bondadoso que adoraba a los animales.Años despues, contrae matrimonio y la casa en donde vivía con su mujer abundaban las mascotas a las que cuidaba y quería. Pero al pasar de los años su comportamiento se vuelve extraño e irreconocible, tornandose violento, además, el alcohol hacía que su actitud empeore aún más. Su cambio de comportamiento ocasiona que él maltrate a su esposa y a sus mascotas.

En la historia, nos cuenta que el protagonista tenía un compañero de vida, que era Plutón, un gato negro que siempre lo acompañaba a todas partes. Sin embargo, con el cambio de actitud del protagonista, todo se vuelve más sombrío, ya que, el protagonista asesina a su propio gato, arrancandole un ojo y posteriormente ahorcandolo.

No solo el gato sufre gracias al cambio de comportamiento del protagonista, también la esposa de él. La mujer que se había casado con el protagonista, a pesar del abuso que estaba resiviendo por parte de él, ella no se alejaba de el protagonista, porque no tiene otro lugar a donde ir o puede que ella aún tenga esperanza de que su marido vuelva a ser aquel hombre bueno y bondadoso del que ella se había enamorado.
A pesar de la "fidelidad" que ella tenía con su esposo, ella muere a manos del protagonista.

Para finalizar, quiero exaltar el estilo de los cuentos que Edgar Allan Poe hacía, él logra que nosotros tengamos los pelos de punta cuando leemos sus historias.

Reynaldo Barón - 11°A

andrea camargo dijo...

El gato negro para mí es un relato de mucha trascendencia ya que nos deja ver cómo nuestras acciones repercuten en nuestro futuro inmediato así estas sean para otras personas o seres. El hecho de que el protagonista haya asesinado su gato, a quien le tenía especial aprecio y a su esposa quien convivía con él nos deja ver cómo la bebida empieza a incidir de una manera tan fuerte en la vida de este, y de cómo lo hace tomar decisiones fuertes basadas en situaciones sencillas que sin el efecto del alcohol podría haber tolerado perfectamente. Para mí, este relato nos permite ver cómo siempre la verdad será descubierta y que todos los actos que comentamos en la medida que sean buenos o malos van a tener trascendencia en algún momento de la vida, y de cómo nosotros mismos como seres humanos gracias a la perversión de nuestra mente destruimos todo lo que alguna vez nos costó trabajo construir y es la ironía de la vida, como un día podemos estar en una cotidianidad con situaciones normales y al otro día cuando esta se altera nos convertimos en mounstros que nunca pensamos que podríamos ser con las circunstancias adecuadas.
Paola Andrea Camargo Monroy 11b

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