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miércoles, 15 de abril de 2020



CUENTO N°3: EL BARRIL AMONTILLADO

(“The Cask of Amontillado”, 1846)
Originalmente publicado in Godey’s Lady’s Book (noviembre 1846)


      Había yo soportado hasta donde me era posible las mil ofensas de que Fortunato me hacía objeto, pero cuando se atrevió a insultarme juré que me vengaría. Vosotros, sin embargo, que conocéis harto bien mi alma, no pensaréis que proferí amenaza alguna. Me vengaría a la larga; esto quedaba definitivamente decidido, pero, por lo mismo que era definitivo, excluía toda idea de riesgo. No sólo debía castigar, sino castigar con impunidad. No se repara un agravio cuando el castigo alcanza al reparador, y tampoco es reparado si el vengador no es capaz de mostrarse como tal a quien lo ha ofendido.
       Téngase en cuenta que ni mediante hechos ni palabras había yo dado motivo a Fortunato para dudar de mi buena disposición. Tal como me lo había propuesto, seguí sonriente ante él, sin que se diera cuenta de que mi sonrisa procedía, ahora, de la idea de su inmolación.
       Un punto débil tenía este Fortunato, aunque en otros sentidos era hombre de respetar y aun de temer. Enorgullecíase de ser un connaisseur en materia de vinos. Pocos italianos poseen la capacidad del verdadero virtuoso. En su mayor parte, el entusiasmo que fingen se adapta al momento y a la oportunidad, a fin de engañar a los millonarios ingleses y austriacos. En pintura y en alhajas Fortunato era un impostor, como todos sus compatriotas; pero en lo referente a vinos añejos procedía con sinceridad. No era yo diferente de él en este sentido; experto en vendimias italianas, compraba con largueza todos los vinos que podía.
       Anochecía ya, una tarde en que la semana de carnaval llegaba a su locura más extrema, cuando encontré a mi amigo. Acercóseme con excesiva cordialidad, pues había estado bebiendo en demasía. Disfrazado de bufón, llevaba un ajustado traje a rayas y lucía en la cabeza el cónico gorro de cascabeles. Me sentí tan contento al verle, que me pareció que no terminaría nunca de estrechar su mano.
       —Mi querido Fortunato —le dije—, ¡qué suerte haberte encontrado! ¡Qué buen semblante tienes! Figúrate que acabo de recibir un barril de vino que pasa por amontillado, pero tengo mis dudas.
       —¿Cómo? —exclamó Fortunato—. ¿Amontillado? ¿Un barril? ¡Imposible! ¡Y a mitad de carnaval…!
       —Tengo mis dudas —insistí—, pero he sido lo bastante tonto como para pagar su precio sin consultarte antes. No pude dar contigo y tenía miedo de echar a perder un buen negocio.
       —¡Amontillado!
       —Tengo mis dudas.
       —¡Amontillado!
       —Y quiero salir de ellas.
       —¡Amontillado!
       —Como estás ocupado, me voy a buscar a Lucresi. Si hay alguien con sentido crítico, es él. Me dirá que…
       —Lucresi es incapaz de distinguir entre amontillado y jerez.
       —Y sin embargo no faltan tontos que afirman que su gusto es comparable al tuyo.
       —¡Ven! ¡Vamos!
       —¿Adónde?
       —A tu bodega.
       —No, amigo mío. No quiero aprovecharme de tu bondad. Noto que estás ocupado, y Lucresi…
       —No tengo nada que hacer; vamos.
       —No, amigo mío. No se trata de tus ocupaciones, pero veo que tienes un fuerte catarro. Las criptas son terriblemente húmedas y están cubiertas de salitre.
       —Vamos lo mismo. Este catarro no es nada. ¡Amontillado! Te has dejado engañar. En cuanto a Lucresi, es incapaz de distinguir entre jerez y amontillado.
       Mientras decía esto, Fortunato me tomó del brazo. Yo me puse un antifaz de seda negra y, ciñéndome una roquelaure, dejé que me llevara apresuradamente a mi palazzo.
       No encontramos sirvientes en mi morada; habíanse escapado para festejar alegremente el carnaval. Como les había dicho que no volvería hasta la mañana siguiente, dándoles órdenes expresas de no moverse de casa, estaba bien seguro de que todos ellos se habían marchado de inmediato apenas les hube vuelto la espalda.
       Saqué dos antorchas de sus anillas y, entregando una a Fortunato, le conduje a través de múltiples habitaciones hasta la arcada que daba acceso a las criptas. Descendimos una larga escalera de caracol, mientras yo recomendaba a mi amigo que bajara con precaución. Llegamos por fin al fondo y pisamos juntos el húmedo suelo de las catacumbas de los Montresors.
       Mi amigo caminaba tambaleándose, y al moverse tintinearon los cascabeles de su gorro.
       —El barril —dijo.
       —Está más delante —contesté—, pero observa las blancas telarañas que brillan en las paredes de estas cavernas.
       Se volvió hacía mí y me miró en los ojos con veladas pupilas, que destilaban el flujo de su embriaguez.
       —¿Salitre? —preguntó, después de un momento.
       —Salitre —repuse—. ¿Desde cuándo tienes esa tos?
       El violento acceso impidió a mi pobre amigo contestarme durante varios minutos.
       —No es nada —dijo por fin.
       —Vamos —declaré con decisión—. Volvámonos; tu salud es preciosa. Eres rico, respetado, admirado, querido; eres feliz como en un tiempo lo fui yo. Tu desaparición sería lamentada, cosa que no ocurriría en mi caso. Volvamos, pues, de lo contrario, te enfermarás y no quiero tener esa responsabilidad. Además está Lucresi, que…
       —¡Basta! —dijo Fortunato—. Esta tos no es nada y no me matará. No voy a morir de un acceso de tos.
       —Ciertamente que no —repuse—. No quería alarmarte innecesariamente. Un trago de este Medoc nos protegerá de la humedad.
       Rompí el cuello de una botella que había extraído de una larga hilera de la misma clase colocada en el suelo.
       —Bebe —agregué, presentándole el vino.
       Mirándome de soslayo, alzó la botella hasta sus labios. Detúvose y me hizo un gesto familiar, mientras tintineaban sus cascabeles.
       —Brindo —dijo— por los enterrados que reposan en torno de nosotros.
       —Y yo brindo por que tengas una larga vida.
       Otra vez me tomó del brazo y seguimos adelante.
       —Estas criptas son enormes —observó Fortunato.
       —Los Montresors —repliqué— fueron una distinguida y numerosa familia.
       —He olvidado vuestras armas.
       —Un gran pie humano de oro en campo de azur; el pie aplasta una serpiente rampante, cuyas garras se hunden en el talón.
       —¿Y el lema?
       —Nemo me impune lacessit.
       —¡Muy bien! —dijo Fortunato.
       Chispeaba el vino en sus ojos y tintineaban los cascabeles. El Medoc había estimulado también mi fantasía. Dejamos atrás largos muros formados por esqueletos apilados, entre los cuales aparecían también barriles y pipas, hasta llegar a la parte más recóndita de las catacumbas. Me detuve otra vez, atreviéndome ahora a tomar del brazo a Fortunato por encima del codo.
       —¡Mira cómo el salitre va en aumento! —dije—. Abunda como el moho en las criptas. Estamos debajo del lecho del río. Las gotas de humedad caen entre los huesos… Ven, volvámonos antes de que sea demasiado tarde. La tos…
       —No es nada —dijo Fortunato—. Sigamos adelante, pero bebamos antes otro trago de Medoc.
       Rompí el cuello de un frasco de De Grâve y se lo alcancé. Vaciolo de un trago y sus ojos se llenaron de una luz salvaje. Riéndose, lanzó la botella hacia arriba, gesticulando en una forma que no entendí.
       Lo miré, sorprendido. Repitió el movimiento, un movimiento grotesco.
       —¿No comprendes?
       —No —repuse.
       —Entonces no eres de la hermandad.
       —¿Cómo?
       —No eres un masón.
       —¡Oh, sí! —exclamé—. ¡Sí lo soy!
       —¿Tú, un masón? ¡Imposible!
       —Un masón —insistí.
       —Haz un signo —dijo él—. Un signo.
       —Mira —repuse, extrayendo de entre los pliegues de mi roquelaure una pala de albañil.
       —Te estás burlando —exclamó Fortunato, retrocediendo algunos pasos—. Pero vamos a ver ese amontillado.
       —Puesto que lo quieres —dije, guardando el utensilio y ofreciendo otra vez mi brazo a Fortunato, que se apoyó pesadamente. Continuamos nuestro camino en busca del amontillado. Pasamos bajo una hilera de arcos muy bajos, descendimos, seguimos adelante y, luego de bajar otra vez, llegamos a una profunda cripta, donde el aire estaba tan viciado que nuestras antorchas dejaron de llamear y apenas alumbraban.
       En el extremo más alejado de la cripta se veía otra menos espaciosa. Contra sus paredes se habían apilado restos humanos que subían hasta la bóveda, como puede verse en las grandes catacumbas de París. Tres lados de esa cripta interior aparecían ornamentados de esta manera. En el cuarto, los huesos se habían desplomado y yacían dispersos en el suelo, formando en una parte un amontonamiento bastante grande. Dentro del muro así expuesto por la caída de los huesos, vimos otra cripta o nicho interior, cuya profundidad sería de unos cuatro pies, mientras su ancho era de tres y su alto de seis o siete. Parecía haber sido construida sin ningún propósito especial, ya que sólo constituía el intervalo entre dos de los colosales soportes del techo de las catacumbas, y formaba su parte posterior la pared, de sólido granito, que las limitaba.
       Fue inútil que Fortunato, alzando su mortecina antorcha, tratara de ver en lo hondo del nicho. La débil luz no permitía adivinar dónde terminaba.
       —Continúa —dije—. Allí está el amontillado. En cuanto a Lucresi…
       —Es un ignorante —interrumpió mi amigo, mientras avanzaba tambaleándose y yo le seguía pegado a sus talones. En un instante llegó al fondo del nicho y, al ver que la roca interrumpía su marcha, se detuvo como atontado. Un segundo más tarde quedaba encadenado al granito. Había en la roca dos argollas de hierro, separadas horizontalmente por unos dos pies. De una de ellas colgaba una cadena corta; de la otra, un candado. Pasándole la cadena alrededor de la cintura, me bastaron apenas unos segundos para aherrojarlo. Demasiado estupefacto estaba para resistirse. Extraje la llave y salí del nicho.
       —Pasa tu mano por la pared —dije— y sentirás el salitre. Te aseguro que hay mucha humedad. Una vez más, te imploro que volvamos. ¿No quieres? Pues entonces, tendré que dejarte. Pero antes he de ofrecerte todos mis servicios.
       —¡El amontillado! —exclamó mi amigo, que no había vuelto aún de su estupefacción.
       —Es cierto —repliqué—. El amontillado.
       Mientras decía esas palabras, fui hasta el montón de huesos de que ya he hablado. Echándolos a un lado, puse en descubierto una cantidad de bloques de piedra y de mortero. Con estos materiales y con ayuda de mi pala de albañil comencé vigorosamente a cerrar la entrada del nicho.
       Apenas había colocado la primera hilera de mampostería, advertí que la embriaguez de Fortunato se había disipado en buena parte. La primera indicación nació de un quejido profundo que venía de lo hondo del nicho. No era el grito de un borracho. Siguió un largo y obstinado silencio. Puse la segunda hilera, la tercera y la cuarta; entonces oí la furiosa vibración de la cadena. El ruido duró varios minutos, durante los cuales, y para poder escucharlo con más comodidad, interrumpí mi labor y me senté sobre los huesos. Cuando, por fin, cesó el resonar de la cadena, tomé de nuevo mi pala y terminé sin interrupción la quinta, la sexta y la séptima hilera. La pared me llegaba ahora hasta el pecho. Detúveme nuevamente y, alzando la antorcha sobre la mampostería, proyecté sus débiles rayos sobre la figura allí encerrada.
       Una sucesión de agudos y penetrantes alaridos, brotando súbitamente de la garganta de aquella forma encadenada, me hicieron retroceder con violencia. Vacilé un instante y temblé. Desenvainando mi espada, me puse a tantear con ella el interior del nicho, pero me bastó una rápida reflexión para tranquilizarme. Apoyé la mano sobre la sólida muralla de la catacumba y me sentí satisfecho. Volví a acercarme al nicho y contesté con mis alaridos a aquel que clamaba. Fui su eco, lo ayudé, lo sobrepujé en volumen y en fuerza. Sí, así lo hice, y sus gritos acabaron por cesar.
       Ya era medianoche y mi tarea llegaba a su término. Había completado la octava, la novena y la décima hilera. Terminé una parte de la undécima y última; sólo quedaba por colocar y fijar una sola piedra. Luché con su peso y la coloqué parcialmente en posición. Pero entonces brotó desde el nicho una risa apagada que hizo erizar mis cabellos. La sucedió una voz lamentable, en la que me costó reconocer la del noble Fortunato.
       —¡Ja, ja… ja, ja! ¡Una excelente broma, por cierto… una excelente broma…! ¡Cómo vamos a reírnos en el palazzo… ja, ja… mientras bebamos… ja, ja!
       —¡El amontillado! —dije.
       —¡Ja, ja…! ¡Sí… el amontillado…! Pero… ¿no se está haciendo tarde? ¿No nos estarán esperando en el palazzo… mi esposa y los demás? ¡Vámonos!
       —Sí —dije—. Vámonos.
       —¡Por el amor de Dios, Montresor!
       —Sí —dije—. Por el amor de Dios.
       Esperé en vano la respuesta a mis palabras. Me impacienté y llamé en voz alta:
       —¡Fortunato!
       Silencio. Llamé otra vez.
       —¡Fortunato!
       No hubo respuesta. Pasé una antorcha por la abertura y la dejé caer dentro. Sólo me fue devuelto un tintinear de cascabeles. Sentí que una náusea me envolvía; su causa era la humedad de las catacumbas. Me apresuré a terminar mi trabajo. Puse la última piedra en su sitio y la fijé con el mortero. Contra la nueva mampostería volví a alzar la antigua pila de huesos. Durante medio siglo, ningún mortal los ha perturbado. ¡Requiescat in pace!

53 comentarios:

Anónimo dijo...

El tema que se trata en este cuento es simple: La venganza.
Pero no es una común y corriente, no es un querer asesinar inmediatamente al que te hizo sufrir, es un querer hacerlo sufrir por mucho tiempo.
El punto más negativo que le encuentro a la obra, es la razón del protagonista(Montresor) para "vengarse" ya que no es muy fundamentada, puesto que sólo nos dicen que fue insultado por su amigo.
Con el otro protagonista(Fortunato) de esta historia quiero decir que fue mucho de mi agrado a pesar de su simpleza, no tenemos mucho desarrollo que digamos, pero si se nos deja muy marcado que era alguien muy orgulloso y con un exuberante gusto por los vinos y llegue a sentir algo de lastima por él al final sobre todo cuándo le decía a Montresor que lo que estaba pasando era una broma.
La parte mejor trabajada irónicamente es Montresor y su plan, el cuál fue construido de una forma interesante ya que este se basa en los vicios de los demás para funcionar, resaltando cuando admite que sabía que sus sirvientes no estarían en su hogar porque irían a divertirse y en el hecho de que nunca duda de que Fortunato va a intentar conseguir el vino a toda costa incluso haciéndole comentarios satíricos cada cierto tiempo.
La duda que más me dejo es: ¿Montresor era malo por naturaleza y solo esperaba una excusa para demostrar su maldad o en un principio fue alguien bueno?

EVER DAVID YAÑEZ 11B

Jean Sebastian Martinez Duran 11B dijo...

Primero que todo la razón de la venganza no está bien fundamentada, los personajes mal desarrollados pero lo suficiente para dar pie a la historia gracias a sus vicios en el caso de Fortunato y el vino , montresor uso esto a su favor para llevar a Fortunato a su tumba, se puede ver lo que sería un poco de arrepentimiento en montresor al final de la historia la escuchar unos ruidos parecidos a unos lamentos, sin embargo su maldad y satisfacción vencieron el miedo

karolay dijo...

Iniciaré diciendo que los personajes carecen de personalidad, por esto mismo es que uno no siente un aprecio o interés por los sucesos, aparte es muy tediosa la lectura; por su gran cantidad de descripción, que en algunas partes se volvía un poco innecesaria por contra parte a la venganza, la dejan muy poco descrita, se intuye que la poca descripción sobre porqué Fortunato no hizo mucho para escapar, podría ser a causa de su enfermedad ya mencionada, lo que se evidencia en esta lectura, es la gran capacidad de el protagonista para no sentir ninguna empatia por su amigo, su odio lo llevo a darle una muerte muy lenta y cruel, su astucia también es evidente al preveer que su víctima le seguiría el juego por completo, si se trataba del orgullo como catador de vinos.
KAROLAY GABRIELA ZORACÁ HERNÁNDEZ
11A

Anónimo dijo...

El tema central del cual trata esta historia es la venganza. A mí parecer Montresor tenía un resentimiento hacía su amigo Fortunato, pues tomar la decisión de asesinarlo no debió haberse dado solamente por una burla de parte de este. Mediante avanza la historia nos damos cuenta de que Montresor tiene todo debidamente planeado, pues esto se evidencia al mencionar que sus sirvientes no estarían allí pues saldrían a divertirse por el carnaval. Me parece conmovedor el hecho de que Fortunato a lo último se ríe pensando que es una broma pues no evidencia la seguridad que tiene su amigo de cometer ese crimen. Pero me hubiera gustado que se relatará explícitamente el momento del crimen y que sucedió después.

Karen Natalia Ortiz Lemus
11A

Anónimo dijo...

Interesante relato de misterio con tintes de terror psicológico y con la presencia de muchos elementos góticos y oscuros,el resultado es un cuento escalofriante de esos de los que Poe nos tiene acostumbrados, en el que no puedes dejar de pasar sus páginas hasta el final.Es intenso, cargado de odio, hipocresía, engaño y, sobre todo, una terrible venganza, premeditada para que se cumplan dos condiciones precisas: que quede impune y que la víctima sea totalmente consciente de la acción del vengador de tal manera, para que descubramos lo que una mente fría puede hacer para llevar a cabo su venganza: el sabor de la misma y la satisfacción de que la víctima se percate de lo que ocurre.
Gisell Álvarez Páez-11A

Hacid Martinez dijo...

En el relato de Poe, "el barril amontillado" se puede ver como el orgullo y el odio de las personas se puede ver manifestado. Fortunato, victima de sus propios insultos termina amarrado en una cripta por parte del narrador protagonista. Puede que los libros de Edgar Allan puedan relatar sucesos de muertes y demás, pero este en particular trae un moraleja recóndita; y esta es cuidar nuestras palabras, ya que si ofendemos a los demás, nuestras ofensas se pueden convertir en muertes con impunidad. En este relato, Edgar Allan Poe pone el cuestión el prestigio y el orgullo que poseen los hombres y el costo de violar o defender ese orgullo.

Hacid Martinez Florez 11°A

Anónimo dijo...

En este particular relato que Poe nos deja, se puede apreciar una vez mas, el toque que caracteriza los cuentos del escritor, la mente planeadora, detallista e implacable, que tienen los protagonistas de sus cuentos. En este caso, Fortunato, iba a a compadecer ante el protagonista, Montesor, el cuál, se iba a vengar de él. No se especifica mucho acerca del motivo de la venganza de Montesor. Todo comienza por el don que tiene Fortunato en cuanto a los vinos, este don, el vengador lo utiliza, al decirle que cree haber sido engañado con un barril de vino amontillado, al mismo tiempo le pellizcó el ego, porque de una forma muy sutil, amenazaba con llamar a otro amigo, para indagar acerca del barril, a lo que Fortunato responde con que el sería incapaz con el trabajo.
Su plan estaba por consumarse, él ya había premeditado que sus sirvientes no iban a esta en casa, y llevaría a Fortunato a donde se suponía que debería de estar el barril con el vino, pero en ves de esto, se encuentra con que lo lanza a un nicho, después lo tapa para que no pudiese escapar. Fortunato, en medio de su inocencia, pensaba que se le jugaba una broma, pero lo que no sabía, era que estaba por llegar el fin de sus días.

ANDRÉS FELIPE MENDIVELSO BOTELLO
11B

GVANESSA dijo...

Bueno en este relato de Poe podemos observar mucha venganza, aunque en mi opinión falta un poco mas de contenido o argumentos como para que Montresor tome la decisión de hacer tan grande esa venganza, pues lo que nos dice el relato es que todo se genera cuando Fortunato se atrevió a insultarlo y desde ese momento Montresor quiere asesinar a Fortunato su supuesto amigo, que atreves de mentiras y con mucha hipocresía logro llevar a cabo todo su plan o venganza
lo que mas me impacto es que el odio que sentía Montresor era inmenso porque él no quería simplemente matar a Fortunato, sino que quería una muerte lenta, en donde Fortunato sufriera y es algo impactante ver que a pesar de los lamentos de Fortunato y sus grandes ganas de creer que todo era una broma, Montresor no le afectara absolutamente nada, pues como mencione el solo estaba lleno de odio y rencor, solo quería cumplir su venganza

GABRIELA VANESSA TORRADO PEÑARANDA
11.A

Juana Sequeda dijo...

En este relato de el"barril amontillado"
Nos habla de una venganza sin sentido, ya que el personaje principal que es Montresor quiere hacer "sufrir" a Fortunato simplemente por un insulto, he aquí el problema más grande, pienso que los personajes se asocian con la realidad ya que muchas veces nos dejamos llevar por los comentarios que nos ofenden y esto conlleva a querer que la otra persona se sienta como alguna vez se sintió la otra persona;triste, ofendida y con ansias de venganza. Y así en lo que se basa en la historia, la verdad no encuentro muchos argumentos dentro de la historia que resalten como tal el porqué Montresor quiere vengarse por una inmadurez que hace parte también de Fortunato el cual quiere basar todo en un broma que pues en sí Montresor no lo tomó del todo bien y decide armar el plan perfecto para llevar tal venganza, pero como todos los relatos de Poe el que obra mal termina mal, muchas veces las bromas es el principio de una ruina y esto fue lo que le pasó a Fortunato, ya que hizo que Montresor se llenara de orgullo e ira y cuando las personas están enceguecidas por estas emociones conllevan a qué cometan un gran error.
JUANA VALENTINA SEQUEDA BUSTOS
11°B

Anónimo dijo...

En mi opinión al cuento le falta mas desarrollo de los personajes y claridad en torno a la razón de su cruel venganza pero eso no quita el hecho de que sea un buen cuento. en este relato vemos la cinicidad del protagonista a la hora de llevar a cabo su cometido ya que el protagonista en su narración daba a conocer el ansía que tenia por asesinarlo y vengarse, vemos como planea su crimen lleno de sed de venganza pero no la suficiente para cometer cualquier imprudencia que dejara al descubierto su malévolo plan. Vemos como engaña a su victima ofreciéndole algo muy interesante atrayendolo a sus fauces vengando así su orgullo pisoteado por aquel apreciador de vinos.
MARÍA JOSÉ QUINTERO BETANCOURT.
11A

SELENE QUIÑONES dijo...


EL BARRIL DE AMONTILLADO:

Los dos elementos que a mí parecer salen a flote en éste relato son el rencor y la ingenuidad. Montresor decide armar un crimen contra su supuesto “amigo” Fortunato, por el hecho de que él ofendió el nombre de su familia, así es como lo engaña y lo persuade para catar cierto tipo de vino, era su debilidad, pero esa excusa era un anzuelo para cazar a su víctima. Fortunato se le representa como a un persona tipo “déjame, que yo puedo con todo”, el típico personaje que quiere deslumbrar pero por ese mismo aspecto termina trazando así mismo su triste final, porque Montresor nunca lo obligó a nada e incluso, en todo el trayecto él mismo le ofrecía la oportunidad de volver en más de una ocasión, pero por nunca tomó eso como alternativa, sólo es hasta casi el final cuando Fortunato comienza a sospechar y de cierto modo se da cuenta de lo que pasará.
De manera subjetiva es la representación de como el mal puede actuar sin esfuerzo alguno, hasta nosotros mismo lo ayudamos por simple incredulidad o se presenta de una manera disfrazada, pero no es justificación para lo que hizo Montresor, pues fue cruel a pesar de que al final lo único que hizo Fortunato fue confiar en su supuesto amigo.

SELENE QUIÑONES BARBOSA 11B

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON dijo...

Una historia excelente con un siniestro humor, final inesperado y gran agilidad narrativa que Podría calificarse como uno de los relatos más crueles del escritor. En el relato, la venganza es llevada al mayor grado, en la que cada tema y sentimiento gira en torno a la venganza, lo que lleva al protagonista a cometer un asesinato atroz y total frialdad contra Fortunato. La venganza despiadada es el trato grosero que se merece y un símbolo de castigo. Sin embargo, el protagonista nos reveló las razones para su venganza, justificándose en las ofensas del pasado que la víctima le cometió, por lo que creo que podría haberlo hecho pagar de una manera menos brutal o despiadada al considerar más sus argumentos sobre su ira. En este libro, Poe nos sumergió una vez más en el complejo laberinto de la mente humana, obligándonos a ser cómplices en su historia a través de los recursos del narrador, que nos habló directamente. El autor con ingenioso estilo de narrativa nos obliga a probar posibles soluciones del misterio y, al mismo tiempo, abrieron la puerta a la duda. Para concluir El barril del amontillado es un cuento maestro del género de suspense peor no se puede generar tanto dramatismo con tan pocos recursos, con elementos tan ligeros y un duración tan corta.
La única pega que le pongo a este libro es que el relato es demasiado breve para estar publicado de forma independiente. Sería mejor hacerlo al menos con una selección de sus cuentos.
Dato curioso de este fascinante relato es que lamentablemente El barril de amontillado es uno de los relatos de la etapa final en la vida de Poe, escrito sólo poco tiempo antes del inicio de su declive definitivo, marcado por la muerte de su mujer, Virginia Clemm, en enero de 1847.

Wilmer Ramirez dijo...

El barril amontillado otra gran obra de Edgar Allan Poe, me gustaría resaltar el hecho de que el título de la obra tiene relación con el contenido, ya que este barril funciona como una excusa perfecta para lograr el objetivo del protagonista.
La trama se desarrolla entorno al sentimiento de venganza por parte del protagonista hacia Fortunato, me hubiera gustado que se trabajará más específico el origen de este sentimiento de venganza, se hubiera podido desarrollar más este parte y así lograr entender y tener un poco más claro el porqué nuestro protagonista da a conocer su lado malvado, psicópata que es algo típico en las narraciones de este escritor que es mostrar el lado oscuro de la humanidad.
Nuestro protagonista a parte de ser un psicópata, y se gana este título debido al delito que cometió siendo este algo inhumano, es muy astuto eso lo pudimos notar gracias a la planeación de su venganza y a como utiliza las virtudes, orgullo y el ego de Fortunato en contra de el mismo para así cumplir su venganza contra él.
Lo último que quiero resaltar es como se nos presenta las intenciones escondidas de las personas, es decir, cómo nuestro protagonista se esconde bajo el manto de amigo para vengarse de Fortunato y así dejarlo a una muerte establecida, siendo esto común hoy en día ya que muchas personas ocultan sus verdaderas intenciones, son lobos disfrazados de ovejas
WILMER HUMBERTO RAMIREZ VILLAMIZAR 11°B

valentina serrano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
valentina serrano dijo...

“EL BARIL AMONTILLADO” fue una historia interesante, pudimos ver cómo las personas llevan al extremo sus cualidades/defectos por un lado está montesor, un hombre un tanto psicopata y asusto, psicopata porque por una simple humillación adquirió un rencor inmedido hacia Fortunato que lo llevó a cometer su asesinato, y astuto porque planeó su ataque con presicion primero se aprovechó de su amistad y con eso lo guió a su venganza y segundo por cómo había planeado atraparlo y encerrarlo donde nunca lo encontrarían.
Por el otro lado tenemos a Fortunato, como podemos ver es un hombre orgulloso tanto que ese orgullo lo guió a su muerte, porque tuvo oportunidades de salvarse pero se reusaba a que alguien más diera su opinión de vinos.
El título es muy acorde al cuento porque ese supuesto barril amontillado fue la excusa para que montesor llevara a cabo su venganza.
Me encantan los cuentos de poe porque él siempre le da un aire místico, misterioso y un tanto aterrador a sus historias, cosa que me incita a seguir leyendo.

DANA VALENTINA SERRANO CORREDOR 11A

ANGIE GABRIELA SUAREZ GOMEZ - 11B dijo...

“El barril amontillado” creado en 1846 por Edgar Allan Poe, al igual que otros de sus cuentos cortos, el barril amontillado se caracteriza por un exigente cuidado de los detalles y una trama envolvente. Como dato curioso, Edgar creo este cuento sin imaginar que un año después su joven esposa moriría por causa de la tuberculosis.

La historia inicia inesperadamente hablando sobre ciertas ofensas que Fortunato le profería a Montresor, el protagonista, y a pesar del claro sentimiento de ofensa y deseo de venganza, los diversos halagos que en múltiples ocasiones se le atribuyen a Fortunato casi hacen desaparecer de mi mente dichas amenazas; seguidamente con la excusa de llevar a Fortunato hacia un recientemente comprado barril de amontillado (el cual, es un vino clasificado entre fino y oloroso, característico de Andalucía) el protagonista conduce a su víctima hacia su oscura, húmeda y solitaria bodega. De camino hacia el barril son dos las veces que decididamente el protagonista se dispone a no proceder con el final que ya conocemos, sin embargo Fortunato en ambas ocasiones tercamente prosigue. Entre otras cosas de las cuales hablan hay dos que particularmente mencionare primeramente sobre el lema “Nemo me impure lacessit” o nadie me ofende impunemente, es el lema oficial del Reino de Escocia se dice que Poe hace mención de este gracias a su padre adoptivo quien era un mercader Escoces, fue una frase apropiadamente usada y que describe perfectamente el sentimiento del protagonista; en segundo lugar se hace brevemente mención a la masonería, esta es una institución filosófica y simbólica (entre otras cosas) que permite desarrollar mejor capacidad de escucha, reflexión y dialogo con la finalidad de transmitir esos valores a su entorno; en el corto dialogo que Fortunato y el protagonista mantienen, este último hace referencia a una pala de albañil, la cual utiliza cerca del final para cerrar la entrada del nicho, curiosamente, la expresión pasar la paleta era una expresión común en la masonería, y con esta se pretendía resolver una situación eliminando las asperezas que hayan podido surgir entre hermanos, también recordara el lector que son dos las veces que Montresor menciona “volvamos” con razones que dan a entender su sentimiento como veraz a pesar de que al final lleva a cabo su objetivo con mucha frialdad, pues bien, en masonería el numero dos simboliza dualidad, símbolo que explicaría los dos opuestos pensamientos y sentimientos del autor. Por último, en el final, inicialmente inesperado para mí, Montresor encadena a su amigo al granito y le abandona ocultándolo en once hileras de mampostería, el cual por cierto (el numero) es interpretado como la esencia de todo lo pecaminoso dañino o imperfecto, explicando el por qué la última roca de aquella hilera fue la más difícil de posicionar. De esta manera el acto es consumado, finalizando la historia con la frase Requiescat in pace, que significa descanse en paz.

Ciertamente había mencionado que las amenazas al inicio de la historia se habían desvanecido con las amables palabras e inocentes acciones de Montresor, sin embargo al leer una vez más el corto cuento noté un nuevo significado de ciertas conversaciones por ejemplo “figúrate que acabo de recibir un barril de vino que pasa por amontillado, pero tengo mis dudas” “–No voy a morir de accesos de tos –Ciertamente no” en la primera línea, al decir “tengo mis dudas” Montresor no se refería a dudar de la clase de vino, se refería a dudar de la acción que iba a llevar acabo y en la segunda cita, afirmaba que no moriría de tos porque ya tenía planes para su muerte; es por eso que concluyo recomendando ampliamente que este corto cuento sea leído incluso cuatro veces y sea analizado de modo que satisfaga usted su curiosidad y comprenda mis palabras.

Anónimo dijo...

El barril Amontillado, El tema central de este cuento es la sed de venganza, Montesor se ve reflejada como una persona orgullosa y resentida con su amigo Fortunato, Montesor para vengarse recurre al vicio de Fortunato que es el alcohol y lo conduce hasta la muerte. El cuento es simple, se deja ver a una persona rencorosa y llena de odio y el final del cuento es sencillo pero algo triste porque su amigo que estaba borracho pensaba que era una broma y se deja ver qué Montesor tiene algo de culpa pero sigue con su plan.ANYELI JARAMILLO QUINTERO-11B

Anónimo dijo...

Es un cuento en dónde su tema principal es la venganza hacía Fortunato, por las múltiples ofensas que este le hacía, él no sólo quería castigar sino hacerlo con impunidad; a pesar de lo que estaba planeando, él no cambio su buena disposición hacía Fortunato; Fortunato era un hombre de respetar y de temer. Anochecía, una tarde en que la semana de carnaval llegaba a su locura más extrema, cuando encontró a Fortunato, llevaba un traje de rayas y un gorro de cascabeles, este había estado bebiendo en demasía, pero su plan ya estaba hecho, no habían empleados ya que estarían disfrutando del carnaval, este hombre le dice a Fortunato que recibió un barril de vino amontillado, pero dudaba de ello; irónicamente le dice que le iba a decir a Lucresi, ya que este sabía distinguir entre amontillado y jerez, pero Fortunato se niega a esto y decide acompañarlo.

La parte que más me conmueve en este cuento es el final, ya que Fortunato pensaba que era una broma, cuando en ningún momento lo fue.

JENIFFER VANEZA QUINTERO SUÁREZ
11°A

Anónimo dijo...

"el barril amontillado"
La venganza de montresor engañando a fortunato llevándolo al barril amontillado ya que este no se sintió justo con las justicias que había cometido fortunato ya que pues todo empezó como un insulto y terminó siendo una tragedia.
Y como es de saber en este relato nos damos cuenta que Montresor había planeado paso a paso con una estrategia inexplicable, tanto así que fue rápido de engañar a fortunato; pues simplemente lo lo llevó hasta donde estaba el barril amontillado en donde lo embriagó y por cuestiones de humedad en el lugar estaban en la tos de fortunato empezó a empeorar. Es así como empieza este macabro plan de montresor, y finaliza en qué apresa a fortunato y lo encierra de por vida hasta que muera ya que eso era lo que él quería.
Cómo podemos ver,esto pasó en la realidad y la moraleja es que no debemos dejarnos llevar por las malas cosas y pensarlo muy bien ya que todo lo que hagamos trae una consecuencia, también tenemos que tener en cuenta en que tenemos que aprender a ser prudentes y aquí una palabra puede cambiar todo.
ANDRES FELIPE MONCADA RAGUA
11°B

Anónimo dijo...

Este cuento nos permite entre ver la venganza de un hombre hacia uno de sus amigos el cual en algún momento se atrevió a insultarle y por ello juraría venganza y está estaría completa hasta que el cuerpo de aquel hombre reposara debajo de las criptas , este cuento nos demuestra el como la amistad se puede llegar a convertir en traición con sola una acción de un individuo y de como hay personas tan astutas como para poder planear un asesinato perfecto tan perfecto y bien organizado que la misma víctima no se habría dado cuenta de lo que estaba ocurriendo muy bien ya sea por el nivel de alcohol en su cuerpo o de por si por tan perfecto engaño creado

Samir Ortega
11°A

ESTIRAMIENTO dijo...

El cuento se basa practicamente en la venganza, demostrado de una forma muy exagerada por su protagonista; siendo muy meticuloso con respecto a su venganza.
Llevando este contexto a la vida cotidiana no sería nada sano tener tanta sed de venganza, mucha personas inocentes podrian caer sin justa causa
YESSICA PAOLA MARTINEZ TOSCANO 11B

Marlon Bolivar dijo...
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Marlon Bolivar dijo...

El orgullo y el odio, razón por la cual se inicia el sentimiento de la venganza tema principal que hace el relato de esta historia, Montresor estaba muy resentido con "Fortunato" amigo suyo, sentimiento que lo llevó a matarlo, en el transcurrir de la historia vemos como ha planeado todo con cautela, ya que podemos ver que sus sirvientes por alguna razón no se encuentran allí ese día saliendo a disfrutar el carnaval celebrado, pero algo que conmueve a más de una persona es como Fortunato no se da cuenta y toma entre broma su situación al ver que su amigo no se siente seguro de matarlo, pero que al final sí fue asesinado.


MARLON JULIAN BOLIVAR SOTO 11A

Yuleisy YSRD dijo...
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Yuleisy YSRD dijo...

nemo me impone lacessit. No seremos salvados.

En esta historia una vez más el autor nos atrapa de manera inigualable haciéndonos reflexionar que la mente y el corazón humanos una vez más son maleables ante los sentimientos y emociones.
La trama de la narrativa cautiva al lector desde el principio cuando se comprenden los hechos en los que gira la historia; La venganza, grande o pequeña es un acto que se comete con buena planeación, categorizando la mente del protagonista ante como una breve ofensa deja a su corazón y mente aturdidos. La razón por la cual Montresor decidió actuar de esta manera no es suficiente para justificar el acto cometido..." No se repara un agravio cuando el castigo alianza al reparador, tampoco es reparado si el vengador no es capaz de mostrarse como tal y quien ha ofendido". Explicando así que tan fácil es vengarse cuando somos nosotros mismos.
El asesinato de Fortunato fue cómico e inesperado y la acción de Montresor fue astuta y sorprendente. La mente humana es muy misteriosa y cada persona tiene un mundo en ella, esto es lo más interesante de ser pensantes, somos lo que decidimos ser y no cambiaremos hasta ser destruidos. En el momento que somos heridos o destruidos mostraremos nuestro verdadero ser y nuestras verdaderas intenciones. El señor Poe nos ha enseñado esto muy claramente, Montresor decidió asesinar en su rencor y venganza (haciendo referencia al actuar en actos egoístas y fortuitos), Poe decidió escribir su oscuridad. Guardar mi verdadero yo y escribir las sombras de lo que soy.

YULEISY STEPHANNY RAMIREZ DIAZ 11B

alejandroro2407 dijo...

La narrativa anterior trae dos personajes arraigados a su personalidad, por una parte Fortunato a quien describen como un hombre de respeto y de temor al mismo tiempo, pero que en el fondo no es más que una persona fiel a sus convicciones, confiado y con un ego muy alto, causante de su propia muerte, ya que por anhelo de conseguir el vino amontillado y retado por su compañero al comparar sus habilidades frente a un tercer personaje (Lucressi), fue engañado y asesinado.
Por otro lado Montessori se muestra desde el principio, tal cual como es su verdadera personalidad frívola, rencorosa, hipócrita y calculadora; detrás de una persona sumisa y dócil con el fin de planear la estrategia de venganza contra quien hirió su ser, planeando uno todos los detalles para cometer el crimen, ganándose la confianza de su ajusticiado.
En resumen la historia de un crimen, descrita con suspenso, característico del escritor en el que se reflejan rasgos psicológicos oscuros marcados en sus personajes, centrados en temas como como la envidia, crimen, emociones de los personajes y el yo narrador en este caso (Montessori).

JULIO ALEJANDRO ROMERO BUSTOS 11B

Anónimo dijo...

El Barril Amontillado

La historia nos presenta como Montresor debido a las ofensas de Fortunato, decide planear como cobrar venganza, aprovechándose de su debilidad por el vino, además de usar su ego en contra al decir que pediría la ayuda de Lucresi, si él estaba ocupado para ayudarle a revisar un supuesto barril de vino amontillado que había recibido.

Fortunato no pudo resistirse a la tentación de probar el vino, por ello decide acompañar a Montresor al lugar en el que supuestamente estaba el barril; y es así como sin pensar se va con Montresor a las catatumbas en donde este lo emborracha y aprovechándose de su condición, lo deja encadenado en un nicho de las catatumbas.

Una vez afuera Montresor empieza a levantar de hileras de mampostería, cerrando poco a poco la entrada mientras esto transcurría oía los llamados de Fortunato quien creía que le estaba jugando una broma, pero éste sin ningún remordimiento termina la pared, dejando allí el cadáver de Fortunato quien había fallecido debido a que la humedad de las catatumbas empeoró la tos que tenía.

Aquí podemos ver hasta donde nuestra intolerancia ante cualquier broma o maltrato de alguna persona egocéntrica nos puede llevar a cometer actos muy terribles e irreparables.

Génesis Liseth García Sandoval 11A

Esteban Arenas dijo...

EL BARRIL AMONTILLADO/ Edgar Allan Poe

Sin duda un cuento tradicional del Poeta, ya que deja reflejada la vehemencia hacia los cuentos de pavor, la manera en que lo relaciona es muy excepcional. Claramente nos da a mostrar la sed de venganza, sadismo, por lo cual lleva al lector a una atmósfera estremecedora y vesania.

JHOAN ESTEBAN ARENAS MONGUI--11°A

Anónimo dijo...

El tema de este relato de Edgar Allan Poe, es bastante claro: VENGANZA.
La venganza entorno al desarrollo del cuento, se ve fundamentada en unas cuantas ofensas que Fortunato le hace a Montresor, sin embargo considero que esto no es razón suficiente para que Montresor lo dejara abandonado en las Catacumbas para morir finalmente de la tos.
Montresor fue una persona débil, al dejarse llevar por la ira, rabia, desesperación e intolerancia, ya que él tuvo la oportunidad de demostrar ser una mejor persona que Fortunato y dejar todo atrás.
Sin embargo lo que llevó a Montresor a tomar esta fatídica decisión fue el rencor y odio, no soporto más los insultos de Fortunato, así que actuó cegado por la venganza, y de manera coincidencial en el carnaval donde se encontraba Fortunato, este está disfrazado de BUFON, personaje ambiguo y cruel.
Finalmente, Montresor fue un cobarde y falaz, no se negó ante sus impulsos de maldad y se aprovechó de Fortunato bajo una supuesta amistad.
Con este relato, una vez más Edgar Allan Poe nos sumerge en la interioridad del hombre, demostrando su debilidad ante situaciones adversas, sacando a flote todo lo reprimido y sus tendencias hacia el mal y desgracia.
KERLY JAIMES LIZARAZO 11B

Anónimo dijo...

El relato nos enseña que debemos cuidar lo que decimos a los demás, como en el caso de fortuano que sin darse cuenta lanzo palabras que fueron tomadas como insultos para este hombre, que tiempo después buscaría venganza, pero no cualquiera, buscaría un castigo con impunidad, además, fortuano no solo había insultado a este hombre, sino también a otros ya que como lo describe el hombre, fortuano era un impostor, formando su riqueza por medio de alhajas y pinturas falsa, siendo únicamente sincero en su buen sentido y conocimiento para los vinos, dándole a este hombre paso a aumentar más sus ganas de venganza.

Dianny Marinet Mesa Duarte 11A

Angie valentina dijo...

En este nuevo relato podemos ver uno de los sentimientos mas naturales en el ser humano, el rencor.

En este caso vemos que la historia se desarrolla con un par de compañeros donde uno comete una falta que para el otro es gravisima y aviva su ganas de venganza.
En este caso podemos ver como esta sed de venganza es capaz de destruir vidas y familias. Vemos que al protagonista no le interesa nada mas que saciarla.
En si me parece un relato muy de cierta manera fastidioso o tedioso de leer, por la misma manera en como se desarrolla y al ver todo el tipo de relleno innecesario que este lleva.

Pero en conclusión tomando la idea principal de todo el relato nos lleva a un situación reflexiva para nuestro día a día en donde nos hace ver las consecuencias de guardar tanto rencor y sed de venganza en nuestras vidas y todos los efectos que ocasionaria en los demas.

ANGIE VALENTINA ROCHEL VARGAS
11 A

Anónimo dijo...

En este relato nos muestra que por una simple cosa, se puede pagar con una más grande,por eso hay que mirar lo que decimos porque no todas las personas lo toman igual, unas lo toman más personal que otras,como nos muestra que debido a las ofensas que Fortunato le hace a Montresor, éste actúa de una forma más cruel, por otro lado este relato me pareció muy interesante y a la vez me deja una reflexión.
Leidy Carolina Rodriguez Orozco 11-A

RONALD SEPULVEDA dijo...

En este relato, la venganza es llevada al mayor grado, y es ejecutada con total frialdad. El protagonista comete sin ningún miramiento su crimen, justificándose en las ofensas que la víctima le causaba a el. Edgar Poe nos sumerge nuevamente en su cuento, obligándonos a ser cómplices de su relato mediante el recurso del narrador que se dirige directamente a nosotros, como en sus anteriores cuentos.
El cuento me pareció entretenido y me enseñó que la venganza no es buena.

RONALD ALEXIS SEPULVEDA ORTEGA 11°A

Anónimo dijo...

De los relatos que el leido de edgar alan poe este me parece el mas flojo debido que en la mayoria de historias los personajes son profundos y tienen una personalidad clara y tienen motivos consistentes para realizar ciertas acciones pero aqui le falta profundidad a los dos personajes el motivo de montesor me parece insuficiente pero puede ser que sea malo pero en ningun momento se refleja esta parte de su personalidad lo que me hace pensar que montesor como un asesino fuera algo muy rebusquado y fortunato ay.. fortunato me parece un personaje demasiado simplon lo que me parece raro de encontrar en una obra de edgar alan poe fue engañado con una extraña facilidad lo que no termina de convencerme es la maanera de su muerte aunque me mantuvo entretenido no termino de gustarme

JUAN MARCO POSTIGLIONI PEÑALOZA 11 A

Anónimo dijo...

El barril de Amontillado, es una historia en donde podemos resaltar el sentimiento de venganza, este cuento nos narra cómo Montresor cansado de los insultos de Fortunato, decide planear su asesinato, sin embargo lo piensa hacer de manera lenta, haciéndolo sufrir ya que conoce el punto débil de este.
Algo que sin duda llama mi atención es el por qué Montresor quiere vengarse, puesto que desde mi punto de vista no hay suficiente motivos para que lo lleven a cometer tal acto. Sin embargo, sin motivos realmente buenos Montresor sigue con su plan, en donde al final podemos observar cuál era la debilidad de la que él nos hablaba al principio y es que Fortunato tiene un punto débil específico, las bebidas alcohólicas por lo cual este será quien terminaría siendo complice de su asesinato.
También este cuento deja un sabor amargo, pues luego de entender la historia y ver la actitud de amigo que tomaba Montresor sólo para lograr cumplir su objetivo, deja esa espinita de cuestionar si realmente deberíamos confiar en las personas, puesto que la confianza siempre es un arma de doble filo y como lo demuestra la historia puede que la persona más amable del mundo no sea más que alguien que busca aprovecharse o hacer daño, además debido a la injusticia cometida y ver todo lo que Montresor llego a hacer por el rencor de su corazón también nos pone a reflexionar sobre el odio que quizás a veces guardamos y que termina haciendo pudrir nuestra alma y haciendo cosas terribles.
Sin duda un cuento que nos pone a pensar en muchos aspectos, y que aunque quizás se vuelve un poco tedioso al no ser tan concreto, luego de que nos dejamos envolver nos deja un trasfondo en su lectura bastante interesante.
-Ilenee Estefanía Rubiano Jaimes, 11B

Anónimo dijo...

El protagonista se quiere vengar de Fortunato porque había soportado mil injurias de éste. Fortunato es entendido en vinos y encontrándolo ebrio le lleva a las catacumbas de su palacio donde tiene su bodega para que pruebe un vino llamado amontillado. Así comienza el relato.
"El barril de amontillado" es uno de los relatos de la etapa final de Poe, escrito poco tiempo antes del inicio de su declive definitivo, marcado por la muerte de su esposa.
El Barril De Amontillado se considera como uno de los relatos más macabros del genial Y célebre escritor Edgard Allan Poe. Un relato en el que cada tema y sentimiento gira en torno de la venganza que lleva al personaje principal a cometer un atroz asesinato en la persona de Fortunato. La venganza despiadada como símbolo de un castigo que merecía por su trato indolente y poco constructivo. Sin embargo, el personaje principal, no expone los demás motivos de su venganza, por ende considero que pudo haberlo hecho pagar de una manera menos despiadada al no contemplar más argumentos de su rabia, aun así, cada detalle que da a conocer el autor lo convierte en un relato completamente increíble y lleno de emoción.

NICOLEX VALENTINA CASTRO SEPULVEDA 11A

Anónimo dijo...

EL BARRIL AMONTILLADO “EDGAR ALLAN POE”
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A
La venganza como tema principal de la narración del barril amontillado de Edgar Allan Poe. Esto comienza con un insulto el cual el protagonista juro venganza, en esta narración observamos el engaño hacia Fortunato ya que el protagonista lo llevo por una supuesta cata, pero al final resultaría como la muerte y desaparición de su amigo Fortunato. Esta narración me sorprende en el transcurso de la búsqueda de dicho barril ya que se presencia eventos misteriosos y terroríficos lo hacen único y verdaderamente llamativo.
La venganza hace que muchas personas tomen un mal camino como lo fue en esta narración, algo muy parecido con lo que sucede en hechos reales, una venganza que hace que acabe con seres que en algún momento fueron especiales y hace que se tomen decisiones que traerán consecuencias. Edgar Allan Poe trato de narrar un seceso que viera como una persona se llenaría de odio y como esta puede llegar hasta un punto límite que es la muerte por una simple venganza.
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A

andres morales dijo...

Este cuento nos relata una venganza muy bien planeada donde Fortunato muerde el anzuelo cae ante su debilidad los vinos, por una jugada que le realiza Montressor el cual ya estaba cansado de las burlas y críticas por parte de este, el cual decía que este solo era un charlatán que se creía más que los demás, algo que pago muy caro Fortunato al pagar por sus actos encerrado en el barril amontillado, al fin y al cabo no era buen conocedor de vinos, esto nos enseña a no ser orgullosos y no creernos más que nadie, ya que esto nos hace ver como charlatanes y mentirosos, lo cual puede traernos consecuencias y provocar que nadie quiera tratar con nosotros y quedemos desolados en nuestro propio barril amontillado.

cesar andres morales mendez 11a

Camilo Correa dijo...

En primer lugar, viendo la historia simplemente sabemos que el tema central se llama LA VENGANZA, me pareció que los personajes no tenían es magia de interpretes y así fue como fortunato nos enseña que debemos aprender a interpretar lo que decimos con nuestras palabras y cuidar nuestras palabras, podemos herir y ofende y con lleva a la muerte, Poe nos quiso reflejar como el orgullo sobrepasa todo y de como este puede ser nuestra propia destrucción.

CAMILO ARMANDO CORREA CÁRDENAS 11A

Anónimo dijo...

A mi parecer es un relato en el que el tema de la venganza lleva al personaje a cometer un atroz asesinato, El protagonista comete sin ningún escarmiento su crimen, justificándose en las ofensas que la víctima le dice. El cuento está impregnado de suspenso a demás es una breve narración. En primer lugar, los criados no estaban en la casa. El propio Montresor se ha cuidado de que no hubiera testigos de su crimen. Los engaña diciéndoles que no volverá hasta el día siguiente La descripción de las bodegas de la familia es sin duda un claro ejemplo de un lugar siniestro. Al tener ya a su merced a su más grande enemigo el que lo ha ofendido, no sabemos de qué manera y a juzgar por el tipo de venganza debió de ser bastante importante para cometer ese asesinato.
HEIDY ALEJANDRA RAMIREZ TORRES 11B

Anónimo dijo...

Montessori tiene un gran sentimiento de odio y venganza hacia Fortunato, pues quería asesinarlo y lo hizo.

Mientras más leo los cuentos de Poe, quedó asombrada sobre la forma en que toma un sentimiento tan común en nosotros y nos muestra que si nos dejamos consumir de este, podemos llegar a cometer actos de los que después nos podríamos arrepentir... O no.

GABRIELA ALEJANDRA ARIAS GARCÍA 11A

Jhohan Portillo dijo...

un cuento muy macabro y con su típica temática de suspenso y horror, un autor que para escribir no le tiembla la mano de modo en cada escena se ve mas marcadas y explicitas las acciones. Una historia que lleva al protagonista mas allá de sus deseos de sed de venganza, una venganza despiadada con fines innecesarios de una expiación sanguinaria.
la trama no me ha gustado del todo, no me llenaba de intriga el hecho de tener presente que de un simple insulto resultaría toda aquella atrocidad, es mas que inexplicable ver a alguien sentirse ofendido por una mala palabra y tener la determinación para acabar con la vida del otro sin mayor razón lógica o fundamental, pero si con la mayor agudeza, desenfreno y remordimiento, a esto debemos adicionar las ganas que carcomían al protagonista por cometer su crimen, las ganas incontrolables de llevar a cabo el asesinato, siendo así, un afán que en conclusión también es indebido.


Jhohan Portillo 11A

HEADPHONES3 dijo...

Es el único de los cuentos que no fueron de mi agrado, supongo que no tenía una trama tan genial como las que ya estuve leyendo, pero siendo honesta y dejando todo eso a un lado he de pensar que si una persona poco a poco va llevando a la muerte a otra persona y esta no se de cuenta es muy macabro y nada sensible, sin embargo las líneas fueron algo vagas y sin mucha ciencia, pero no pierde la pequeña magia que tiene Poe en sus escritos, de seguro el no dejará de sorprenderme.

Gissel Vargas 11B

Anónimo dijo...

Este es un cuento en el que cada tema y sentimiento gira en torno de la venganza que lleva al personaje principal a cometer un atroz asesinato en la persona de Fortunato. La venganza despiadada como símbolo de un castigo que merecía por su trato indolente y poco constructivo. Sin embargo, el personaje principal, no expone los demás motivos de su venganza, por ende considero que pudo haberlo hecho pagar de una manera menos despiadada al no contemplar más argumentos de su rabia, aun así, cada detalle que da a conocer el autor lo convierte en un relato completamente increíble y lleno de emoción


LEIDY GELVES 11B

EDERSON P. CACERES dijo...

La historia nos cuenta acerca de la venganza que quiere cobrar Montresor (protagonista y narrador) a Fortunato su amigo que lo insulto y por ello debe pagar con su vida, por lo cual no entierra en las catacumbas bajo su “palazzo” no sin antes encadenarlo, todo ello lleva a su muerte (no se comprueba como tal, solo la creencia del narrador), cuando Montresor está terminando de cerrar la pared, se nota un indicio de vacilación en la que está haciendo pero al final lo termina despidiendo se dé su amigo con las palabras “¡Requiescat in pace!”
Este cuento nos deja una moraleja con respecto a lo malo a lo que nos puede conducir los vicios.
En este cuento se relatan antivalores como la traición, la venganza, la hipocresía, el engaño, el vicio…
EDERSON PABUENA CACERES 11°A

Anónimo dijo...

A mí parecer este relato, aunque igual de misterioso e impredecible como el resto, no ha contenido esa magia que envuelve a los otros puesto que lo que evidenciamos en el solo es un sentimiento de venganza y odio, no me ha parecido que en esta ocasión halla conectado tanto con la historia ya que a diferencia de los otros relatos en este no podemos ver tanto la forma de pensar del protagonista, lo único que sabemos es que se deja llevar de su profundo rencor por Fortunato para llevar a cabo sus acciones.
Por otro lado cabe destacar que su narrativa es sinceramente impresionante y me parece muy atrayente.
MELANY RUBY GELVEZ CRUZ 11A

Anónimo dijo...

Relato en donde el autor (Edgar Allan Poe) trata el tema de la venganza llevándola a un extremo con un desenlace mortal en donde el personaje principal ha sido insultado por Fortunato y que por esto le quita la vida llevándonos a nosotros los lectores a preguntarnos si ese argumento es suficiente para justificarse ante tal acto.
Cabe resaltar el afán de cometer su venganza contra Fortunato y lo cuidadoso que era, fijándose en que los criados no estuvieran en la casa, no tener testigos, el lugar y el momento, todo tan bien elaborado por el propio montesor una persona fría y calculadora que refleja sus deseos de asesinar y aunque se vio un poco arrepentido al final del relato sin duda su miedo no frenó las ganas de llevar a este hombre a su tumba.

MARÍA PAULA PIMIENTA BAUTISTA 11B.

Lonmar Eduardo Martinez Palacio dijo...

En este relato el autor trata de un tema común como es la venganza, pero no una venganza repentina la cual en muchos casos es característica, en este caso la venganza no es completa sino se hace sufrir por mucho tiempo, pero al ser la venganza un tema común sus personajes en algún momento comienzan a ser como el tema en si, comunes, lo que nos deja una historia un tanto plana y la sensación de que la historia tiene un hueco argumental, que en una parte puede llegar a ser bueno pero en este caso este hueco no puede ser rellenado por la imaginación debido a sus personajes un tanto llanos
LONMAR EDUARDO MARTINEZ PALACIO 11B

Anónimo dijo...

La venganza es un sentimiento que sobrepasa al hombre, es un sentimiento envolvente y motor para cometer actos despiadados.
De denota en el cuento cierto odio, cierta envidia,cierto recelo por todos los infortunios que Fortunato hizo pasar al protagonista que cansado de sus burlas idea un plan macabro para vengarse, la habilidad que tiene el personaje principal y el narrador para atraer a Fortunato es impresionante, poco a poco somos testigos de un acto desesperado, frío y calculador por vengar el "orgullo" que el personaje creyó perdido.
El Barril De Amontillado, que cumple el papel de señuelo para engañar a Fortunato y atraerlo a la oscuridad de la cripta y así poder perpetrar su crimen, debemos resaltar el afán desmedido de venganza que tiene el personaje.
Sofía Gómez 11B

Nikolas Corrales dijo...

Una primera lectura de «El barril de amontillado» ya nos revela dos aspectos fundamentales. El primero, su perfección narrativa: el autor en ese momento era dueño de todas las herramientas y resortes de su oficio; el segundo, que había culminado en él un largo proceso de desencanto vital y degradación moral, si bien esto último, evidentemente, no iba en menoscabo de la excelencia artística, sino más bien al contrario.
Es la historia de una horrible venganza, si es que alguna no lo es. ¿Qué pudo mover al autor a su composición? Nos encontramos, desde luego, a años luz del muchacho genial que había escrito vaporosos poemas románticos en los que retrataba un mundo ideal de palacios encantados y bellísimas heroínas ultraterrenas.

La maligna inteligencia, el humor negro, la punzante ironía, y hasta el sadismo gratuito en la conducta del vengador Montresor, revelarían en su autor, probable aunque no necesariamente (pero hemos de tener en cuenta, decimos, el momento y las circunstancias en que el relato fue escrito), grandes dosis de dolor y frustración mal asimilados, una aguda conciencia de fracaso, así como, acaso, la voluntad de dejar al porvenir algún terrorífico mensaje subliminal, y todo bajo un tratamiento acusadamente alegórico.

Por el tema de la venganza, por el personaje del bufón y alguna otra coincidencia, existe otro relato del final de su carrera que es hermano de éste. Se trata de «Hop-Frog», uno de los últimos que escribió, y en el que un Poe ya definitivamente cansado y desairado por la vida y sus penurias, y no poco por sus críticos —aquellos que le criticaban y a los que él mismo había vilipendiado de lo lindo—, se aparta voluntariamente de sus grandes hazañas artísticas e intelectuales —de la invención del relato policial y el de ciencia-ficción, de «El coloquio de Monos y Una» y «El poder de las palabras», con su apabullante metafísica sensible, del admirable muestrario del horror por el horror que representan «El gato negro», «La verdad sobre el caso del señor Valdemar», «El pozo y el péndulo» o «El corazón delator»—, para entregarse nuevamente, como en «El barril de amontillado», a un lamentable, aunque en modo alguno torpe, simulacro de revancha contra el mundo, la única finalmente en su mano.

juan pablo blanco dijo...

El cuento El barril de amontillado es un relato en el que destaca el humor negro, la ironía e incluso un cierto sadismo incomprensible en la actitud de Montresor en su venganza. El autor intentó sorprender con un relato bien escrito, ágil y en cierto modo trágico que creo que fue como un reflejo del dolor del momento personal que estaba viviendo el escritor. Me pareció relato intenso, y lleno demasiado odio, hipocresía, engaño y, sobre todo, una terrible venganza premeditada para que se cumplan dos condiciones precisas: que quede impune y que la víctima sea totalmente consciente de la acción del vengador, la venganza es llevada al mayor grado, y es ejecutada con total frialdad. El protagonista comete sin ningún remordimiento su crimen, justificándose en las ofensas que la víctima le profiriera, de los cuentos que he leído de Poe este ha sido el que no me ha llamado casi la atención, aunque igual no le quita que me entretuve mientras lo leía. También nos implica con los vacíos en el relato, que nos obligan a intentar una posible solución, y a la vez nos dejan abierta la puerta a las interrogantes.
El punto más negativo que le encuentro a la obra, es la razón del protagonista para «vengarse» ya que no es muy fundamentada, puesto que sólo nos dicen que fue insultado por su amigo.

Juan Pablo Blanco 11B

Mariana Campillo dijo...

El Barril de Amontillado es uno de los relatos más macabros de Edgar Allan Poe.La venganza despiadada como elemento de un castigo implacable. Sin embargo, el personaje principal, quien ha sido ofendido por Fortunato, no esclarece del todo los mptivos que le llevan a cometer tal acto de venganza. Simplemente se limita a decir que ha sido insultado. Nos queda la interrogación ¿Justifica ese insulto el crimen?

MARIANA CAMPILLO 11B

Reynaldo Barón Pulgarin dijo...

En este cuento se ve algo nuevo que nunca había visto en los cuentos de Edgar Allan Poe, y es el humor negro, la ironía que en el relato se destaca. En este relato, fue intenso, y lleno de mucho odio, hipocresía, engaño y, sobre todo, reina el deseo de venganza del señor Montresor. Sin embargo, el cuento no retuvo mi atención como los dos anteriores, siendo sincero, el cuento trata de una tematica que no es de mi agrado nos implica con los vacíos en el relato, que nos obligan a intentar una posible solución, y a la vez nos dejan abierta la puerta a las interrogantes. Pero, el cuento no pierde la magica y misteriosa esencia de Edgar Allan Poe.

Reynaldo Barón - 11°A

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