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miércoles, 13 de mayo de 2020

CUENTO N°6: LA CAJA OBLONGA


Hace años, a fin de viajar de Charleston, en la Carolina del Sur, a Nueva York, reservé pasaje a bordo del excelente paquebote Independence, al mando del capitán Hardy. Si el tiempo lo permitía, zarparíamos el 15 de aquel mes (junio); el día anterior, o sea el 14, subí a bordo para disponer algunas cosas en mi camarote.

Descubrí así que tendríamos a bordo gran número de pasajeros, incluyendo una cantidad de damas superior a la habitual. Noté que en la lista figuraban varios conocidos y, entre otros nombres, me alegré de encontrar el de Mr. Cornelius Wyatt, joven artista que me inspiraba un marcado sentimiento amistoso. Habíamos sido condiscípulos en la Universidad de C… y solíamos andar siempre juntos. Su temperamento era el de todo hombre de talento y consistía en una mezcla de misantropía, sensibilidad y entusiasmo. A esas características unía el corazón más ardiente y sincero que jamás haya latido en un pecho humano.

Observé que el nombre de mi amigo aparecía colocado en las puertas de tres camarotes, y luego de recorrer otra vez la lista de pasajeros, vi que había sacado pasaje para sus dos hermanas, su esposa y él mismo. Los camarotes eran suficientemente amplios y tenían dos literas, una sobre la otra. Excesivamente estrechas, las literas no podían recibir a más de una persona; de todos modos no alcancé a comprender por qué, para cuatro pasajeros, se habían reservado tres camarotes. En esa época me hallaba justamente en uno de esos estados de melancolía espiritual que inducen a un hombre a mostrarse anormalmente inquisitivo sobre meras nimiedades; confieso avergonzado, pues, que me entregué a una serie de conjeturas tan enfermizas como absurdas sobre aquel camarote de más. No era asunto de mi incumbencia, claro está, pero lo mismo me dediqué pertinazmente a reflexionar sobre la solución del enigma. Por fin llegué a una conclusión que me asombró no haber columbrado antes: «Se trata de una criada, por supuesto -me dije-. ¡Se precisa ser tonto para no pensar antes en algo tan obvio!»

Miré nuevamente la lista de pasajeros, descubriendo entonces que ninguna criada habría de embarcarse con la familia, aunque por lo visto tal había sido en principio la intención, ya que luego de escribir: «y criada», habían tachado las palabras. «Pues entonces se trata de un exceso de equipaje -me dije-, algo que Wyatt no quiere hacer bajar a la cala y prefiere tener a mano… ¡Ah, ya veo: un cuadro! Por eso es que ha andado tratando con Nicolino, el judío italiano.»

La suposición me satisfizo y por el momento dejé de lado mi curiosidad.

Conocía muy bien a las dos hermanas de Wyatt, jóvenes tan amables como inteligentes. En cuanto a su esposa, como aquél llevaba poco tiempo de casado, aún no había podido verla. Wyatt había hablado muchas veces de ella en mi presencia, con su estilo habitual lleno de entusiasmo. La describía como de espléndida belleza, llena de ingenio y cualidades. De ahí que me sintiera muy ansioso por conocerla.

El día en que visité el barco (el 14), el capitán me informó que también Wyatt y los suyos acudirían a bordo, por lo cual me quedé una hora con la esperanza de ser presentado a la joven esposa. Pero al fin se me informó que «la señora Wyatt se hallaba indispuesta y que no acudiría a bordo hasta el día siguiente, a la hora de zarpar».

Llegó el momento, y me encaminaba de mi hotel al embarcadero cuando encontré al capitán Hardy, quien me dijo que, «debido a las circunstancias» (frase tan estúpida como conveniente), el Independence no se haría a la mar hasta uno o dos días después, y que, cuando todo estuviera listo, me mandaría avisar para que me embarcara.

Encontré esto bastante extraño, ya que soplaba una sostenida brisa del Sur, pero como «las circunstancias» no salían a luz, pese a que indagué todo lo posible al respecto, no tuve más remedio que volverme al hotel y devorar a solas mi impaciencia.

Pasó casi una semana sin que llegara el esperado aviso del capitán. Lo recibí por fin y me embarqué de inmediato. El barco estaba atestado de pasajeros y había la confusión habitual en el momento de izar velas. El grupo de Wyatt llegó unos diez minutos después que yo. Estaban allí las dos hermanas, la esposa y el artista -este último en uno de sus habituales accesos de melancólica misantropía-. Demasiado conocía su humor, sin embargo, para prestarle especial atención. Ni siquiera se molestó en presentarme a su esposa, quedando este deber de cortesía a cargo de su hermana Marian, tan amable como inteligente, quien con breves y presurosas palabras nos presentó el uno a la otra.

La señora Wyatt se cubría con un espeso velo y, cuando lo levantó para contestar a mi saludo, debo reconocer que me quedé profundamente asombrado. Pero mucho más me hubiera asombrado de no tener ya el hábito de aceptar a beneficio de inventario las entusiastas descripciones de mi amigo, toda vez que se explayaba sobre la hermosura femenina. Cuando la belleza constituía su tema, sabía de sobra con qué facilidad se remontaba a las regiones del puro ideal.

La verdad es que no pude dejar de advertir que la señora Wyatt era una mujer decididamente vulgar. Si no fea del todo, me temo que no le andaba muy lejos. Vestía, sin embargo, con exquisito gusto, y no dudé de que había cautivado el corazón de mi amigo con las gracias más perdurables del intelecto y del alma. Pronunció muy pocas palabras, e inmediatamente entró en el camarote en compañía de su esposo.

Mi anterior curiosidad volvió a dominarme. No había ninguna criada, y de eso no cabía duda. Me puse a observar en busca del equipaje extra. Luego de alguna demora, llegó al embarcadero un carro conteniendo una caja oblonga de pino, que al parecer era lo único que se esperaba. Apenas a bordo la caja, levamos ancla, y poco después de cruzar felizmente la barra enfrentamos el mar abierto.

He dicho que la caja en cuestión era oblonga. Tendría unos seis pies de largo por dos y medio de ancho. La observé atentamente, y además me gusta ser preciso. Ahora bien, su forma era peculiar y, tan pronto la hube contemplado en detalle, me felicité por lo acertado de mis conjeturas. Se recordará que, de acuerdo con éstas, el equipaje extra de mi amigo el artista debía consistir en cuadros, o por lo menos en un cuadro. No ignoraba que durante varias semanas Wyatt había mantenido conversaciones con Nicolino, y ahora veía a bordo una caja que, a juzgar por su forma, sólo podía servir para guardar una copia de La última cena de Leonardo; no ignoraba, además, que una copia de esa pintura, ejecutada en Florencia por Rubini el joven, había estado cierto tiempo en posesión de Nicolino. Me pareció, pues, que la cuestión quedaba suficientemente resuelta. Me reí, quizá demasiado, pensando en mi perspicacia. Era la primera vez que, hasta donde podía saberlo, Wyatt me ocultaba alguno de sus secretos artísticos; pero no cabía duda de que en esta ocasión trataba de hacerme una treta y pasar de contrabando a Nueva York una magnífica pintura, confiando en que no me daría cuenta de nada. Resolví tomarme un buen desquite, sin esperar mucho.

Había no obstante algo que me fastidiaba. La caja no fue colocada en el camarote sobrante, sino depositada en el de Wyatt, donde ocupaba casi por completo el piso para evidente incomodidad del artista y de su esposa, acrecentada además porque la brea o la pintura con la cual se habían trazado grandes letras emitía un olor muy fuerte, desagradable y, para mí, especialmente repugnante. Sobre la tapa aparecían estas palabras: «Sra. Adelaide Curtis, Albany, Nueva York. Envío de Cornelius Wyatt, Esq. Este lado hacia arriba. Trátese con cuidado.»

Estaba yo enterado de que la señora Adelaide Curtis, de Albany, era la suegra del artista, pero consideré que éste había hecho estampar su nombre a fin de mistificarme mejor. Me sentía seguro de que la caja y su contenido no seguirían viaje a Albany, sino que quedarían en el estudio de mi misantrópico amigo, en la calle Chambers de Nueva York.

Durante los primeros tres o cuatro días tuvimos un tiempo excelente a pesar del viento de proa -pues había virado al Norte apenas hubimos perdido de vista la costa-. Por consiguiente, los pasajeros estaban de muy buen humor y dispuestos a la sociabilidad. Tengo que exceptuar, sin embargo, a Wyatt y a sus hermanas, que se mostraban reservados y fríos, en forma que no pude menos de considerar descortés hacia el resto del pasaje. De la conducta de Wyatt no me preocupaba mucho. Estaba melancólico más allá de lo acostumbrado en él; incluso diré que se mostraba lúgubre, pero no podía extrañarme dadas sus excentricidades. En cambio me resultaba imposible excusar a sus hermanas. Se encerraban en su camarote la mayor parte del día, negándose terminantemente, a pesar de mi insistencia, a alternar con nadie a bordo.

La señora Wyatt era, en cambio, mucho más agradable. Vale decir que era parlanchina, y esto tiene mucha importancia en un viaje por mar. Pronto se mostró excesivamente familiar con la mayoría de las señoras y, para mi profunda estupefacción, mostró una tendencia poco disimulada a coquetear con los hombres. A todos nos divertía muchísimo.

Digo «divertía», pero apenas si sé cómo explicarme. La verdad es que muy pronto advertí que la gente se reía más de ella que por ella. Los caballeros reservaban sus opiniones, pero las damas no tardaron en declararla «una excelente mujer, nada bonita, sin la menor educación y decididamente vulgar». Lo que asombraba a todos era cómo Wyatt había podido caer en la trampa de semejante matrimonio. Se pensaba, claro está, en razones de fortuna, pero yo sabía que la solución no residía en eso, pues Wyatt me había informado que su esposa no aportaba un solo centavo al matrimonio, ni tenía la menor esperanza de heredar. Se había casado con ella -según me dijo- por amor y solamente por amor, pues su esposa era más que merecedora de cariño.

Pensando en estas frases de mi amigo me sentí perplejo más allá de toda descripción. ¿Podía ser que estuviera perdiendo la razón? ¿Qué otra cosa podía pensar? Él, tan refinado, tan intelectual, tan exquisito, con una percepción finísima de todo lo imperfecto, con tan aguda apreciación de la belleza. A decir verdad, la dama parecía muy enamorada de él -especialmente en su ausencia-, y se ponía en ridículo al citar repetidamente lo que había dicho «su adorado esposo, el señor Wyatt». La palabra «esposo» parecía siempre -para usar una de sus delicadas expresiones- «en la punta de su lengua». Pero entretanto todos advirtieron que él la evitaba de la manera más evidente y que prefería encerrarse solo en su camarote, donde bien podía decirse que vivía, dejando plena libertad a su esposa para que se divirtiera a gusto en las reuniones del salón.

De lo que había visto y oído extraje la conclusión de que el artista, movido por algún inexplicable capricho del destino, o presa quizá de un acceso de pasión tan entusiasta como fantástico, se había unido a una persona por completo inferior a él, y que no había tardado en sucumbir a la consecuencia natural, o sea a la más viva repugnancia. Me apiadé de él desde lo más profundo de mi corazón, pero no por ello pude perdonarle el secreto que había mantenido sobre el embarque de La última cena. Continué, pues, resuelto a saborear mi venganza.

Un día subió Wyatt al puente y, luego de tomarlo del brazo como era mi antigua costumbre, echamos a andar de un lado a otro. Su melancolía (que yo encontraba muy natural dadas las circunstancias) continuaba invariable. Habló poco, con tono malhumorado y haciendo un gran esfuerzo. Aventuré una broma y vi que luchaba penosamente por sonreír. ¡Pobre diablo! Pensando en su esposa, me maravillaba que fuera incluso capaz de aparentar alegría. Pero, finalmente, me determiné a sondearlo a fondo, comenzando una serie de veladas insinuaciones sobre la caja oblonga, a fin de que, poco a poco, se diera cuenta de que yo no era para nada víctima de su pequeña mistificación. Con tal propósito, y a fin de descubrir mis baterías, dije algo sobre la «curiosa forma de esa caja»; y al pronunciar estas palabras le hice una sonrisa de inteligencia, le guiñé un ojo, todo esto mientras le daba suavemente con el dedo en las costillas.

La manera con que Wyatt recibió tan inocente broma me convenció al punto de que se había vuelto loco. Primeramente me miró como si le resultara imposible comprender el ingenio de mi observación; pero, a medida que mis palabras iban abriéndose lentamente paso en su cerebro, los ojos parecieron querer salírsele de las órbitas. Su rostro se puso escarlata, luego palideció espantosamente y, como si lo que yo había insinuado le divirtiera muchísimo, estalló en carcajadas que, para mi estupefacción, se prolongaron cada vez con más fuerza durante largos minutos. Finalmente se desplomó pesadamente sobre cubierta; mientras me esforzaba por levantarle, tuve la impresión de que había muerto.

Pedí auxilio y, con mucho trabajo, le hicimos volver en sí. Apenas reaccionó se puso a hablar incoherentemente, hasta que le sangramos y le metimos en cama. A la mañana siguiente se había recobrado del todo, por lo menos en lo que se refiere a la salud física. De su mente prefiero no decir nada. Evité encontrarme con él durante el resto del viaje, siguiendo el consejo del capitán, quien parecía coincidir plenamente conmigo en que Wyatt estaba loco, pero me pidió que no dijese nada a los restantes pasajeros.

Inmediatamente después de la crisis de mi amigo ocurrieron varias cosas que exaltaron todavía más la curiosidad que me poseía. Entre otras, señalaré la siguiente: Me sentía nervioso por haber bebido demasiado té verde, y dormía mal, tanto que durante dos noches no pude pegar los ojos. Mi camarote daba al salón principal, o salón comedor, como todos los camarotes ocupados por hombres solos. Las tres cabinas de Wyatt comunicaban con el salón posterior, el cual estaba separado del principal por una liviana puerta corrediza que no se cerraba nunca, ni siquiera de noche. Como seguíamos navegando con viento en contra, el barco escoraba acentuadamente a sotavento y, cada vez que el lado de estribor se inclinaba en ese sentido, la puerta divisoria se corría y quedaba en esa posición, sin que nadie se molestara en levantarse y cerrarla. Mi camarote hallábase en una posición tal que, cuando tenía abierta la puerta (lo que ocurría siempre, a causa del calor), podía ver con toda claridad el salón posterior, e incluso esa parte adonde daban los camarotes de Wyatt. Pues bien, durante dos noches (no consecutivas), en que me hallaba despierto, vi que, a eso de las once, la señora Wyatt salía cautelosamente del camarote de su esposo y entraba en el camarote sobrante, donde permanecía hasta la madrugada, hora en que Wyatt iba a buscarla y la hacía entrar nuevamente en su cabina. Resultaba claro, pues, que el matrimonio estaba separado. Ocupaban habitaciones aparte, sin duda a la espera de un divorcio más absoluto; y pensé que en eso residía, después de todo, el misterio del camarote suplementario.

Mucho me interesó, además, otra circunstancia. Durante las dos noches de insomnio a que he aludido, e inmediatamente después que la señora Wyatt hubo entrado en el tercer camarote, atrajeron mi atención ciertos singulares sonidos ahogados que brotaban del de su esposo. Tras de escuchar un tiempo, logré explicarme perfectamente su significado. Aquellos ruidos los producía el artista al abrir la caja oblonga mediante un escoplo y una maza, esta última envuelta en alguna materia algodonosa o de lana que amortiguaba los golpes.

A fuerza de escuchar me pareció que podía distinguir el preciso momento en que Wyatt levantaba la tapa, y también cuando la retiraba a fin de depositarla en la litera superior de su cabina. Me di cuenta de esto último a causa de los golpecitos que daba la tapa contra los tabiques de madera del camarote, mientras que Wyatt trataba de depositarla con toda suavidad en la litera, por no haber espacio en el suelo. A eso seguía un profundo silencio, sin que volviera a escuchar nada hasta el amanecer, como no fuera, si cabe mencionarlo, un leve sonido semejante a sollozos o suspiros, tan sofocados que resultaban casi inaudibles -a menos que se tratara de un producto de mi imaginación-. He dicho que aquello hacía pensar en sollozos o suspiros, pero muy bien podía tratarse de otra cosa; más bien cabía pensar en una ilusión auditiva. Sin duda, de acuerdo con sus hábitos, Wyatt se entregaba a uno de sus caprichos, dejándose llevar por un arrebato de entusiasmo artístico, y abría la caja oblonga a fin de regalar sus ojos con el tesoro pictórico que encerraba. Por supuesto, nada había en esto que justificara un rumor de sollozos; repito, pues, que debía tratarse de una alucinación de mi mente, excitada por el té verde del excelente capitán Hardy. En las dos noches de que he hablado, poco antes del alba oí cómo Wyatt volvía a colocar la tapa sobre la caja oblonga, introduciendo los clavos en sus agujeros por medio de la maza envuelta en trapos. Hecho esto salía de su camarote completamente vestido e iba en busca de la señora Wyatt, que se hallaba en la otra cabina.

Llevábamos siete días en el mar y habíamos pasado ya el cabo Hatteras, cuando nos asaltó un fortísimo viento del sudoeste. Como el tiempo se había mostrado amenazante, no nos tomó desprevenidos. Todo a bordo estaba bien aparejado y, cuando el viento se hizo más intenso, nos dejamos llevar con dos rizos de la mesana cangreja y el trinquete.

Con este velamen navegamos sin mayor peligro durante cuarenta y ocho horas, ya que el barco resultó ser muy marino y no hacía agua. Pero, al cumplirse este tiempo, el viento se transformó en huracán y la mesana cangreja se hizo pedazos, con lo cual quedamos de tal modo a merced de los elementos que de inmediato nos barrieron varias olas enormes, en rápida sucesión. Este accidente nos hizo perder tres hombres, aparte de quedar destrozadas las amuradas de babor y la cocina. Apenas habíamos recobrado algo de calma cuando el trinquete voló en jirones, lo que nos obligó a izar una vela de estay, pudiendo así resistir algunas horas, pues el barco capeaba el temporal con mayor estabilidad que antes.

Pero el huracán mantenía toda su fuerza, sin dar señales de amainar. Pronto se vio que la enjarciadura estaba en mal estado, soportando una excesiva tensión; al tercer día de la tempestad, a las cinco de la tarde, un terrible bandazo a barlovento mandó por la borda nuestro palo de mesana. Durante más de una hora luchamos por terminar de desprenderlo del buque, a causa del terrible rolido; antes de lograrlo, el carpintero subió a anunciarnos que había cuatro pies de agua en la sentina. Para colmo de males descubrimos que las bombas estaban atascadas y que apenas servían.

Todo era ahora confusión y angustia, pero continuamos luchando para aligerar el buque, tirando por la borda la mayor parte del cargamento y cortando los dos mástiles que quedaban. Todo esto se llevó a cabo, pero las bombas seguían inutilizables y la vía de agua continuaba inundando la cala.

A la puesta del sol el huracán había amainado sensiblemente y, como el mar se calmara, abrigábamos todavía esperanzas de salvarnos en los botes. A las ocho de la noche las nubes se abrieron a barlovento y tuvimos la ventaja de que nos iluminara la luna llena, lo cual devolvió el ánimo a nuestros abatidos espíritus.

Después de una increíble labor pudimos por fin botar al agua la chalupa y embarcamos en ella a la totalidad de la tripulación y a la mayor parte de los pasajeros. Alejóse la chalupa y, al cabo de muchísimos sufrimientos, llegó finalmente sana y salva a Ocracoke Inlet, tres días después del naufragio.

Catorce pasajeros quedamos a bordo con el capitán, resueltos a intentar fortuna en el botequín de popa. Lo botamos sin dificultad, aunque sólo por milagro no se volcó al tocar el agua, y embarcaron en él el capitán y su esposa, Wyatt y su familia, un oficial mexicano con su esposa y sus cuatro hijos, y yo con mi criado de color.

Como es natural, no había allí espacio para otra cosa que unos pocos instrumentos imprescindibles, provisiones y las ropas que llevábamos puestas. Nadie había pensado siquiera en salvar otros bienes. ¡Cuál no sería nuestra estupefacción cuando, apenas alejados del barco, vimos a Wyatt que se ponía de pie en la popa del bote y, fríamente, pedía al capitán Hardy que nos acercáramos otra vez al barco para embarcar su caja oblonga!

-Siéntese usted, señor Wyatt -replicó el capitán con alguna severidad-. Terminará por hacer zozobrar el bote si no se está quieto. ¿No ve que la borda está al ras del agua?

-¡La caja! -vociferó Wyatt, siempre de pie-. ¡La caja, le digo! Capitán Hardy, no puede usted rehusarme lo que le pido… ¡No, no puede! ¡No pesa casi nada…. apenas una nada! ¡Por la madre que le dio a luz, por el amor del cielo, por lo que más quiera… le imploro que volvamos a buscar la caja!

Durante un momento el capitán pareció conmovido por las súplicas, pero no tardó en recobrar su aire adusto y replicó:

-Señor Wyatt, usted está loco, y no lo escucharé. ¡Siéntese le digo, o hará zozobrar el bote! ¡Vosotros, sujetadlo… pronto… o saltará al agua…! ¡Ah… demasiado tarde!

En efecto, al decir el capitán estas palabras, Wyatt se había arrojado al agua y, como todavía estábamos al socaire del buque, logró, tras un sobrehumano esfuerzo, sujetarse de una cuerda que colgaba a proa. Un instante después trepaba a cubierta y corría frenéticamente hacia la escotilla que llevaba a los camarotes.

Entretanto habíamos sido llevados hacia la popa del barco y, sin la protección de su casco, quedamos inmediatamente a merced del terrible oleaje. Nos esforzamos por acercarnos otra vez, pero nuestro pequeño bote era como una pluma en el soplo de la tempestad. Nos bastó una ojeada para comprender que el destino del infortunado artista estaba sellado.

A medida que aumentaba nuestra distancia del buque casi sumergido, vimos que el loco (ya que sólo podíamos considerarlo como tal) aparecía otra vez en cubierta y, con fuerzas que parecían las de un gigante, arrastraba consigo la caja oblonga. Mientras lo contemplábamos en el colmo de la estupefacción, vimos que arrollaba rápidamente una cuerda a la caja y la pasaba luego varias veces por su cuerpo. Un instante después ambos caían al mar, desapareciendo instantáneamente y para siempre.

Por un momento detuvimos el movimiento de los remos, clavados los ojos en el lugar del drama. Por fin reanudamos nuestros esfuerzos, y pasó una hora sin que nadie dijera una palabra. Yo me atreví, por fin, a insinuar una observación.

-¿Reparó usted, capitán, en cómo se hundieron de golpe? ¿No es sumamente curioso? Confieso que, por un momento, tuve una débil esperanza de que Wyatt se salvaría, al ver que se ataba a la caja y se confiaba así al mar.

-Por supuesto que se hundieron, y con la rapidez de una bala de plomo -repuso el capitán-. Sin embargo volverán a subir a la superficie… pero no antes de que la sal se disuelva.

-¡La sal! -exclamé.

-¡Sh…! -dijo el capitán, señalándome a la esposa y hermanas del muerto-. Ya hablaremos de esas cosas en un momento más oportuno.

 

Mucho sufrimos, y escapamos por muy poco de la muerte, pero la fortuna nos favoreció al igual que a nuestros camaradas de la chalupa. Más muertos que vivos, después de cuatro días de horrible angustia, tocamos tierra en la playa opuesta a Roanoke Island. Permanecimos allí una semana, pues los raqueros no nos trataron mal, y finalmente hallamos la manera de llegar a Nueva York.

Un mes después de la pérdida del Independence, me encontré casualmente en Broadway con el capitán Hardy. Como es natural, nuestra conversación versó sobre el naufragio y, en especial, sobre el triste destino del pobre Wyatt. En esa ocasión me enteré de los detalles siguientes:

El artista había tomado pasaje para él, su esposa, sus dos hermanas y una criada. Tal como él la había descrito, su esposa era la más encantadora y cultivada de las mujeres. En la mañana del 14 de junio (día en que visité por primera vez el barco), la señora Wyatt enfermó repentinamente y murió. El joven esposo estaba enloquecido de dolor, pero las circunstancias le impedían aplazar su viaje a Nueva York. Era necesario que llevara a su madre el cuerpo de la esposa adorada, aunque, por otra parte, no ignoraba que un prejuicio universal le impediría hacerlo abiertamente. De cada diez pasajeros, nueve habrían abandonado el barco antes de hacerse a la mar en compañía de un cadáver.

En este dilema, el capitán Hardy consintió en que el cuerpo, parcialmente embalsamado y colocado entre espesas capas de sal en una caja de dimensiones adecuadas, fuera subido a bordo como si se tratara de una mercancía. Nada se diría sobre el fallecimiento de la dama; mas, como ya era sabido que Wyatt había tomado pasaje para él y su esposa, fue preciso encontrar a alguien que desempeñara el papel de esta última durante el viaje. La doncella de la difunta aceptó ese papel voluntariamente. El camarote sobrante, que en principio había sido tomado para la criada, fue, naturalmente, conservado. Allí dormía aquélla, como se supondrá, todas las noches. De día representaba, en la medida de sus posibilidades, el papel de ama -cuya persona era totalmente desconocida para los pasajeros de a bordo, como se tuvo buen cuidado de verificar previamente.

En cuanto a mi engaño, nació de un temperamento demasiado negligente, inquisidor e impulsivo. Pero, desde entonces, es muy raro que duerma bien de noche. De cualquier lado que me vuelva, hay siempre un rostro que me hostiga. Y una risa histérica resonará para siempre en mis oídos.

47 comentarios:

KEVIN DAVID OMAÑA ROLON 11B dijo...

La historia no es complicada pero si es algo lenta en sus inicios, aunque después su trama empieza a brillar por si sola y es más fluida y su encanto reside en ello. En circunstancias aparentemente normales, el narrador evocó lo que le sucedió hace unos años cuando viajó de Carolina del Sur a Nueva York en un paquebote “Independence”. Entre los pasajeros, encontró a su amigo, el pintor Wyatt, que viajaba con su esposa y sus dos hermanas. Al ver a la mujer con curiosidad ya que su amigo dijo una vez que era hermosa, se sintió decepcionado porque la mujer parecía casi vulgar. Sin embargo, lo más extraño es que hay una gran caja en el barco de Wyatt. Aunque la caja emite un olor desagradable, el pintor todavía lo guarda en su habitación en lugar de enviarlo al sótano. Luego, el narrador insistió en encontrar el contenido de la extraña caja. Con su curiosidad el narrador descubre el responsable del olor putrefacto, era el cadáver de la esposa, la cual había muerto un día antes de abordar, y que las demás mujeres eran sus sirvientas.
Lo que más llama atención de este intrigante texto, es el uso perfecto de la primera persona empleada por Edgar, ya que narrador/protagonista, no transmite sus inquietudes, sus dudas o lo que le consta en cada momento, haciendo que el cuento vaya avanzando según lo que descubra el narrador, pero no solo se queda en eso, ya que permite al lector, como en muchos de sus otros textos, darse el lujo de la inmersión y no solo el narrador según lo que va descubriendo va aclarando sus dudas, pero les surgen nuevas preguntas, sino también al lector y esto debido principalmente al conocimiento limitado de los hechos, aunque por suerte del lector, el narrador tiene la curiosidad de un gato, y ayuda al lector, brindándoles recuerdos y detalles que cualquier otro pasajero no se darían cuenta de estos detalles que cada vez nos revelan lo que está sucediendo, hasta que la verdad se encuentra en frente de nuestras caras.
El tema principal de esta obra es la intriga que nos genera este relato curioso, y que nuestro conocimiento es limitado a solo recuerdos y detalles que el narrador nos va presentando, influye su dudas y el su peculiar curiosidad ante este misterio; cabe resaltar el trabajo estupendo de Poe de añadir elementos los cuales son engañosos para desviarnos de la verdad y generarnos más dudas y que al principio son datos que sólo suenan fuera de lugar, pero después se tornan curiosos, siniestros, y luego desembocan en un desenlace atroz, alimentado la imaginación tanto del lector como el narrador. En conclusión es un trabajo estupendo que al principio va avanzando algo lento y pesado pero desde el momento que se prenda la chispa de la curiosidad en el narrador la trama se tiende más dinámica e involucrando al propio lector transmitiendo la misma curiosidad del protagonista

Anónimo dijo...

Nos encontramos ante una historia simple, en la mayor parte de está vemos a nuestro protagonista intentar saciar su curiosidad por saber que hay en la caja oblonga, como cuento corto que es se saltan las introducciones al mundo que se nos plantea y nos lanzan a la historia que al principio parece ir sin rumbo, nuestro protagonista el cual no posee una personalidad tan establecida con un rasgo característico que es su curiosidad se interesa en lo que el cree es un misterio, el camarote sobrante, el personaje en esos momentos de verdad que se deja llevar, quiere creer que hay algo oculto a tal punto que en su mente se crea una historia sobre el contenido de la caja, hablando del mismo a lo largo de la historia se nos dan pistas desde la lista de pasajeros, el que no coincida la descripción de la señora Wyatt a como es en realidad y sobre todo el momento de crisis que sufre Wyatt, y hablando de él me parece un personaje creíble, su tristeza,aislamiento y locura se justifica fácilmente y su prácticamente suicidio al final de la obra se puede entender, quiero destacar que este cuento nos hace tener la curiosidad del protagonista de saber que hay en la caja aunque se vuelva algo obvio de deducir.

Ahora puedo entender las acciones de Wyatt al final, el ir por la caja a toda costa pero lo que no puedo entender es como las hermanas no hacen nada por evitar que se mate solo, y otra cosa al final del cuento se nos dice que Wyatt no podía aplazar el viaje a Nueva York pero si que pudo esperar casi una semana a que el barco estuviera listo, sin importarle el cadáver de su esposa.

EVER DAVID YAÑEZ CARRILLO 11B

GVANESSA dijo...

Este cuento fue para mi de mucho agrado, en mi parecer la manera como Edgar Allan Poe decidió escribirlo fue esplendida, debido a que a medida que avanzaba en el cuento me causaba mucha curiosidad saber cosas que el protagonista nos describía ,como el hecho de haber reservado tres cabinas cuando solo estaba Wyatt con su esposa y sus hermanas o como cuando nos mencionaron la caja oblonga que fue lo que mayor curiosidad causo , incluso el protagonista pensaba que eran pinturas pero aun era extraño el hecho de que la guardara en su cabina y no en el sótano, pero avanzada la historia, el narrador descubre que la esposa de su amigo había muerto un día antes de abordar y la llevaba en la caja, además, las mujeres que se encontraban con él eran sus sirvientas esto aclaraba el porque del olor tan malo que venía de la caja o el hecho de que la esposa fuera tan vulgar y coqueta aparte de eso no poseía la belleza con que Wyatt la había descrito y sobre todo lo separados que estaban ya que Wyatt estaba siempre en su cabina y su esposa si salía y no portaba ese respeto que le debía tener esposo y aparte de eso dormían separados lo que fue claro que no estaban bien como pareja y ante todo esto es entendible ya que Wyatt no estaba pasando por su mejor momento incluso llegaron a decir que estaba loco pero como no podría estarlo ante esa situación
GABRIELA VANESSA TORRADO PEÑARANDA
11.A

Camilo Correa dijo...

Me pareció un cuento muy sencillo, a la vez curioso, me impacto bastante como Wyatt, murió por su amada, pero realmente no hubo como ese amor por parte de las hermanas, lo dejaron ir así como así, la trama del cuento se baso mas en la curioso e intrigante de lo que había en la caja oblonda, pensaron que wytte estaba loco pero realmente estaba loco de amor, si ese amor que lo llevo a morir.

Concluimos al cual el autor hace una critica a las personas que realmente aman de verdad, y a como los lleva a hacer locuras tanto así que pensaran que estamos locos, Pero como dicen tonto es el que hace tonterías.

CAMILO ARMANDO CORREA CÁRDENAS 11A

Anónimo dijo...

EXQUISITA
esa sería la palabra que usaría para describir esta historia un argumento bueno unos buenos personajes un misterio bueno un inicio que presenta a los personajes de manera natural y nada forzada presentándonos un misterio la CAJA OBLONGA que intriga a nuestro protagonista desde el comienzo durante toda la historia se nota que nuestro protagonista es una persona bastante curiosa haciéndose preguntas sobre el camarote extra y la CAJA OBLONGA haciendo conjeturas que al fin terminaron siendo todas incorrectas me pareció una final excelente digno de una obra de edgar alan poe con el misterio que le caracteriza a sus obras donde se descubre que lo que había en la caja era el cuerpo de la esposa de wyatt y la supuesta esposa que lo acompañaba era solo una criada que se hacia pasar por la esposa de wyatt lo que me pareció un final muy inesperado digno de una obra de edgar alan poe.

JUAN MARCO POSTIGLIONI PEÑALOZA 11 A

Anónimo dijo...

Esta obra me ha parecido fascinante, envuelve e intriga al lector mediante el narrador del cual no sabemos su nombre pero podemos inferir que es un hombre extremadamente curioso de modo que no descansa hasta saciar su curiosidad, aún teniendo hipótesis acerca de sus cuestionamientos su mente sigue dando vueltas a cerca del asunto hasta que lo confirma. Es un relato sencillo pero que sin lugar a dudas nos engancha ya que desde el principio surgen cuestionamientos y preguntas que nos hacen querer saber que ocurre realmente a medida que avanza el relato se van creando teorías a cerca de la caja, de los camarotes, de la esposa etc; pero no son lo suficientemente solidas para establecer una verdad así que el lector aguarda leyendo y leyendo hasta revelar mas detalles de la verdad. me gusta que el mismo narrador se cuestiona todo y no descansa hasta descubrirlo, cualquier mínimo detalle lo relaciona con el misterio que quiere resolver, todo esto es un reto para el y su inteligencia por menos el lo toma así. en simples palabras es un cuento muy bueno, el lenguaje es fácil de entender la historia que cuenta también y no genera aburrimiento por el contrario siempre se mantiene entretenido al lector.
MARÍA JOSÉ QUINTERO BETANCOURT
11A

Juana Sequeda dijo...

La caja oblonga- Edgar Allan Poe
Este cuento cómo muchos otros de Poe están llenos de misterio y casos por resolver. Pues al comenzar el relato nos podemos dar cuenta la inquietud que tiene el marino con referente a su ex compañero de la universidad el señor Waytt, el cual empieza a dudar pues lo único que sube a la tripulación es una caja oblonga ,y no solo esto, sino que se trata de tres cabinas, pero el personaje (el marino) chequea la lista y se da cuenta que no se trata de algunos supuestos sirvientes este tercer camarote y es aquí cuando empieza travesía de investigarlo, pues empieza a crear ideas de que podría estar ocultando.
Una noche el marino hablo con Wyatt y concluyo que Wyatt se había casado más por capricho que por amor, pues se expresaba de una manera repulsiva sobre su esposa y sus sentimientos hacia ella, esto confundió repentinamente al marino, pues ya no le llamaba la atención esa caja sino ayudar a su amigo. Empezó a ver extraños sucesos, como el de salir de su habitación e ir a donde estaba este supuesto objeto misterioso, y viceversa; es decir, o se trataba de un secreto profundo o que en fin su matrimonio estaba un poco más roto de lo que creía.
El marino se empieza a crear muchas hipótesis acerca de su amigo, y antes de llegar a su destino final,ocurre algo inesperado, el barco es hundido por un huracán, y el amigo del Marín al ver que podría perder totalmente su caja oblonga, decide morir por ella, por lo tanto se tira al mar al rescatarla.
Tiempo después el marino cuenta está historia y se empiezan a llevar investigaciones y dan por conocer que dentro de esta caja se encontraba el cuerpo de su esposa.
Este cuento a diferencia de muchos , es un poco más fácil de entender y es entretenido pues nos lleva a pensar de que podría estar dentro de ésta.
JUANA VALENTINA SEQUEDA BUSTOS
11°B

Wilmer Ramirez dijo...

La caja oblonga. Una novela de gran sentimiento que despierta al lector y de verdad nos hace reflexionar, la novela tiene un final demasiado triste que la verdad no se aprecia por parte de los demás personajes solo por el capitán Hardy que pues siente un poco de culpabilidad pero ciertamente no veo un sentimiento de tristeza ni por el protagonista debido a la muerte de su gran amigo y por todo el dolor que debió de pasar al enterarse de la muerte de su amada esposa ya que como el mismo protagonista decía las palabras que Wyatt decía al referirse a su esposa, en mi opinión la obra cumple en el objetivo de entretener al lector y transmitir sentimientos, la verdad hay mayor sentimientos en los lectores que en los personajes y esto la verdad no es malo porque el autor logro su objetivo de una manera muy impecable, ya que de manera subjetivamente hablando deja un poco melancólico al lector.
Ahora empezare con los puntos negativos que la verdad hacen que la calidad de la obra descienda demasiado, la obra es buena de eso no hay duda pero pudo haber sido mejor, primero que todo presenta una trama muy simple la verdad no es algo inusual, pero es tan simple que es fácil deducir que va a pasar. Por ejemplo era muy fácil adivinar que en la caja oblonga yacía el cuerpo de su mujer, por razones tan obvias como la gran tristeza de wyatt, la falta de participación de las hermanas de el mismo, porque wyatt no salía casi de su camarote, la actitud de la supuesta esposa no era una actitud idónea en esa época y para rematar el simple hecho de que dormían en camarotes separados eran un claro indicio, la verdad no era necesario que se nos explicara al final de la obra todo, pero gracias a un protagonista demasiado ingenuo y que en mi punto de vista mal amigo y compañero debido a que no le llamo la atención la gran melancolía de su amigo que tal vez la melancolía era algo característico del personaje pero no a ese nivel y el mismo protagonista lo resalta, en esta obra el protagonista solo cumple un rol de narrador y contar los hechos ya que no tuvo casi participación y cuando la tuvo solo fuera deducir de una manera muy ingenua y simple. Otro punto es la falta de desarrollo de algunos personajes la verdad como el de las hermanas de Wyatt.
Lo que salva la obra es el final con la muerte de Wyatt, ya que es impactante como el amor hace que una persona cometa locuras y eso se ve muchas veces en la vida. El amor es mucho de lo que pensamos y muchas veces nosotros no nos damos cuenta de eso

valentina serrano dijo...

Este cuento es algo distinto a lo que estamos acostumbrados a leer. Esta vez allan poe nos trae un cuento pacifico pero un poco seco, me refiero a la falta de tristeza que hay.al comienzo del texto podemos observar la curiosidad de poe sobre el camarote restante de su amigo wyatt, después de pensar llega a la conclusión que era para un cuadro y se siente muy confiado en ello, poe estaba muy feliz de conocer por fin a la esposa de wyatt ya que el se refería a ella con mucho amor luego de zarpar conoce a la supuesta esposa, no era lo que el esperaba pero bueno, wyatt llevaba una caja con el(un poco apestosa) lo que confirmaba las suposiciones de poe.
a lo largo de la historia el Independence sufrió accidentes lo cual los obligo a irse en botesitos pequeños, wyatt al olvidar la caja decide saltar del bote e ir por ella, al momento de encontrarla se la amarra y salta al mar
tiempo después poe se entera que la verdadera esposa de wyatt estaba en la caja ya que había muerto por eso era tan importante. debido a estos sucesos es mi critica de la falta de sentimiento, como es posible que se enteren de 2 muertes y no se demuestre una emoción alguna?
ademas poe dice que wyatt hablaba mucho de su esposa, porque no se demostró el sufrimiento que debió pasar?
a pesar de eso, el cuento me engancho gracias a ese final inesperado, siempre supuse que no era un cuadro lo que había en la caja pero nunca imagine que un cuerpo era lo que contenía

DANA VALENTINA SERRANO CORREDOR 11A

Anónimo dijo...

ESTA HISTORIA SE TRATA DE UNA TRAVESIA MARINA A BORDO DEL BUSQUE INDEPENDENCE QUE VA HACIA NUEVA YORK, EL MARINO QUIEN ES NUESTRO INSISTENTE PROTAGONISTA SE DA CUENTA QUE A BORDO VA SU EX COMPAÑERO DE UNIVERSIDAD CORNELIUS WYATT, EN UN PRINCIPIO LO QUE MAS LE INTRIGABA ERA CONOCER A SU ESPOSA, PERO ESTO LUEGO PASA A UN SEGUNDO PLANO CUANDO VE QUE RESERVO 3 CAMAROTES Y QUE SU UNICO EQUIPAJE ES UNA CAJA DE MADERA OBLONGA, AL FINAL DE ESTE CUENTO, SE DA A CONOCER QUE EL CONTENIDO DE LA CAJA OBLONGA, POR LA CUAL MURIO WYATT, ERA EL CADAVER DE LA ESPOSA DE WYATT, LA CUAL LA LLEVABA A NEW YORK PARA ESTAR CON SU MADRE COMO LO HABIA PROMETIDO. ESTE CUENTO ME RESULTO EXCELENTE, MUY ENTRETENIDO, CON EL TOQUE DE MISTERIO Y SUSPENSO, LO CARACTERISTICO DE LOS RELATOS DE POE, LE FALTO ALGO DE DESARROLLO ENTORNO A ALGUNAS PARTES, PERO MUY BUENO Y SENCILLO, FACIL DE ENTENDER, LOGRA MARCAR LA ESENCIA DEL AUTOR.
KERLY JAIMES LIZARAZO 11B

Anónimo dijo...

LA CAJA OBLONGA

A mi parecer esta es una gran historia, ya que combina las cosas que más me atraen de una lectura:Romance,esto se ve reflejado en la manera en la que Wyatt hace todo lo posible para que su esposa muerta llegue a los brazos de su madre y también la manera tan decidida en la que salta del bote y va por ella, Son cosas de admirar, pues son hechas por el gran amor que él sentía por ella. Otra cosa que me gustó fue el toque de misterio que le dá el autor a la historia y la manera tan detallada en que cuenta los hechos que van sucediendo, pues esto le dá una mayor comprensión a la historia. También cabe destacar el buen final que tuvo, pues dá bastante curiosidad saber porqué Wyatt hace tal cosa de saltar al mar con una caja oblonga amarrada así. Después de todo, se explica las verdaderas razones por las cuales Wyatt hace o actua de cierta forma y esto le dá un buen final a una gran historia.

Karen Natalia Ortiz Lemus
11A

Anónimo dijo...

Este cuento de Edgar Allan Poe me agrado mucho, me gusta mucho como la intriga del personaje principal lo envuelve a uno haciendo parte de su investigación,como sus sentidos tenían razón acerca de una criada pero no hizo tanto casos a esta por falta de mas pruebas y es impresionante el amor del apasionado artista hacia su esposa fallecida. Desgraciadamente el no puede llevar el cuerpo hacia la madre de su esposa pero murió intentando contra toda fuerza, de mi parte me hubiera gustado que el artista le hubiera contado a su amigo para que el pudiera ayudarlo pero respeto la manera en que el artista llevo a cabo las medidas en hacerlo así.
Anyeli griseldy jaramillo quintero grado 11B

Anónimo dijo...

LA CAJA OBLONGA “EDGAR ALLAN POE”
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A
La caja oblonga es un relato que nos aventura a través de un viaje, el encuentro de viejos conocidos como lo era Mr. Cornelius Wyatt un joven con talentoso. La reserva por parte de Wyatt de cuatro camarotes al estar solo tres personas con él ocasionaba una fuerte pregunta al protagonista. Un retraso al poder zarpar se presentó, pero cuando llego el momento se encontró con Wyatt y tuvo el honor de poder conocer a su esposa, la cual era igual a la descripción de Wyatt. El misterio de aquel camarote extra volvió a la mente del protagonista ya que presencio una caja la cual era oblonga y pertenecía a señor Wyatt, la actitud extraña de sus hermanas y de Wyatt hacia confundir lo aún más ya que por otra parte la señora Wyatt parecía un poco más alegre. Un hecho desafortunado hace que el barco tenga dificultades hasta llegar al punto del naufragio, pero el misterio de esa caja seguía en la mente del protagonista ya que el señor Wyatt se hundiera con la caja oblonga.
Esta historia me pareció llena de intriga y muy asombrosa ya que al descubrir el contenido de la caja y como esta tuvo una gran relevancia durante la historia al tener el cadáver de la esposa de Wyatt y como él quería llevar el cadáver de su esposa con la de madre sin importar cualquier evento durante el trayecto, la forma en la cual hicieron frente ante esta situación sin que nadie supiera la realidad fue un plan muy elaborado y muy bueno ya que cumplieron con el propósito de que nadie supiera de que en el Independence hubiera un cadáver.
MARIA VALENTINA AVENDAÑO ROJAS 11°A

Anónimo dijo...

Un interesante film de horror que, la verdad, a mi no se me hizo lento para nada, pero que he de reconocer que va de menos a más, ya que el principio y sobre todo la manera en que está filmado lía un poco.
El film es algo asi como ¨La Serpiente y el arco Iris¨ pero con Vincent Price y Christopher Lee de protagonistas en una historia de venganzas y personajes a cual más malvado y macabro.
Sin ser una obra maestra, personalmente yo le encontré su punto y me ha gustado bastante.
Obviamente el paso del tiempo la ha castigado un poco y los asesinatos tienen un aire ¨Pre-Giallo¨ un tanto rancio y cutre, pero salvando las distancias en el tiempo, me parece una aceptable cinta de horror con un buen desarrollO y hablaba de un hombre que se embarcaba con una extraña caja oblonga y que había pedido un camarote especial para la caja, y al final ahi adentro estaba el cadaver de la esposa.


NICOLEX VALENTINA CASTRO SEPULVEDA 11A

 

juan pablo blanco dijo...

Este breve cuento de Edgar Allan Poe,es una historia donde la curiosidad de un hombre lo llevará a imaginar miles de explicaciones para un sólo hecho, la misteriosa presencia de una caja entre los artículos de un barco y el contenido de la misma, empieza siendo un relato de misterio cuya solución es aparentemente sencilla. Sin embargo, el autor le da un sentido tenebroso y oscuro, que hace que de un giro relacionado con la muerte,Además el relato lo mantiene a uno enganchado de una forma angustiosa hasta querer saber el final.
La historia me pareció muy buena, sin tratarse de una exageración ya que el relato en sí es muy bueno, capaz de motivar la imaginación para intentar solucionar qué es lo que lleva en la caja.

Juan Pablo Blanco Díaz 11B

HEADPHONES3 dijo...

En un principio el enigma radicaba en lo que contenía la caja de la que tanto hablaba el marinero que tenia su amigo el señor wyatt, y claro es interesante como poco a poco se va acomodando la historia y deja de centrarse en la curiosidad de la caja oblonga, es realmente genial como Poe logra plasmar la descripción de cada lugar y cada acción, lo hace de una manera en la que uno preste su total atención a la historia, me gustó muchísimo como el señor Wyatt le guarda tanto amor a la caja,(las cenizas de su amada)cuando su amigo solo pensaba en que contenía algo simple y material o una pintura de contrabando y como un personaje como el señor wyatt que lo tíldaban de loco y algo triste puede guardarle tanto amor a su amada, que a pesar de ya estar comprometido con la que le toco casarse el de alguna manera logra mantener su postura, pero lastimosamente en un acto de valentía muere con su amada sin llegar al lugar previsto, el cuál su amigo el marinero logró descubrir que era New York.

Angie valentina dijo...

La caja oblonga, cuento fantástico de Edgar Allan Poe.
Este como otros de los cuentos que hemo leido de poe lleva su parte de reflexión y de analisis.
En muchas partes de la obra me meti mucho en el personaje del protagonista puesto que en la vida real siempre se quiere saber la respuesta de todo como aquí el protagonista intentaba buscar la respuesta del porqué el camarote de más.
Esta historia transmite muchas emociones como el suspenso, la emocion, la intriga.. Etc y al mismo tiempo es muy interesante ya que todo lo que de cuenta hace parte de una sola aventura marina.
Apesar de las muertes que hayan pasado en el transcurso de la historia, me parece igual un relato emotivo y un tanto perturbador pues el señor wyatt quizo llevarle el cuerpo de su hija a la madre, pero el saber que muchas personas viajaron junto a un cadáver por mucho tiempo es lo que le da lo perturbador al relato.

En conclusión me parece una historia buena, llamativa e interesante como muchas más de Poe.

ANGIE VALENTINA ROCHEL VARGAS
11A

Anónimo dijo...

Éste cuento se definiría como misterioso ya que nos envuelve en una intriga con las inquietudes y curiosidad que tiene el personaje principal sobre el tercer camarote que menciona al principio de la narración de su ex compañero el señor Wyatt,el personaje principal se mantiene a la perspectiva de que ocurre algo extraño con ese camarote ya que veía que el señor Wyatt se pasa a éste después de la once de la noche y regresaba a primera luz del día a su respectivo camarote,llega un momento súbito de que un huracán que choca con el buque que daña el barco lo cual los lleva a desalojar hacia el puerto más cercano pero lo que había en ese tercer camarote era una caja de forma oblonga que no se hallaba en las pertenencias del señor Wyatt lo que hace que por sus propios méritos salte al mar y vaya a buscar la caja en la cual se encontraban las cenizas de su esposa que había prometido llevar a New York con su madre,es realmente un cuento de una estructura simple y fácil de entender,lo que también hace más entretenido es la intriga cómo había escrito principalmente y eso es lo que más me gustó
Gisell Álvarez Páez 11a

alejandroro2407 dijo...

LA CAJA OBLONGA.
Al ser uno de los tantos relatos del maravilloso escritor poe, se puede deducir que la historia no decepcionará cómo en este caso que también se cumple. El autor nos introduce a una historia si se podría decir marítima al suceder en un barco, en el cual el protagonista se encuentra con un antiguo amigo y su familia quienes se encontraban viajando en el mismo lugar y que al parecer ocultan algo por sus peculiares comportamientos. En ese momento es cuando nos adentramos en el misterio de esta narración y el intento del protagonista por descubrir qué es lo que oculta su compañero.Además uno de los factores que más se encuentran dentro de los trabajos de Edgar allan Poe es cómo el juega con el factor sorpresa que viene viendo evidenciado al momento de hacer ver que el señor Wyatt esconde unos cuantos secretos. Fue una historia bastante entretenida de leer y muy fácil de seguir el hilo, me hizo todo el tiempo preguntarme qué contenía esa tan preciada caja oblonga para el señor wyatt y por qué se comportaba tan extraño con su familia, poniéndome más de una ocasión en los zapatos de nuestro protagonista, dejándonos un final que puede resolver los cabos sueltos y las incógnitas que contenía este misterioso objeto y del porqué del inexplicable aprecio de su compañero...
JULIO ALEJANDRO ROMERO BUSTOS 11B

Anónimo dijo...


La caja oblonga
Este relato empieza con un viaje que hace el protagonista el cuál es muy curioso y no bobo, en aquél viaje estaba el artista Wyatt, su esposa y sus dos hermanas,en el cual éste empieza a notar que la supuesta esposa del artista, era completamente diferente a lo que él le había dicho que era, por otro lado empieza la curiosidad por la caja oblonga del artista, al principio se le hizo raro, ¿tan grande para un cuadro?, luego piensa,debe ser la última cena de Leopardo y se le pasa, tras un imprevisto tienen que cambiar de barco, el artista pide que vuelvan por la caja, en la cual el capitán le dice que si está loco, que no pueden volver allí, el artista vuelve al buque y salta con la caja..tanto él como la caja desaparecen en el mar, pues resulta que la caja no llevaba una cena sino a la verdadera esposa del artista quien había fallecido, me pareció un gran cuento, de esos que hacen que el lector siga leyendo para saber qué más pasa con aquella caja misteriosa, el cómo el protagonista es tan curioso e intenta descubrir qué es lo que realmente tiene la caja y se detalla muy bien de cada cosa.
Leidy Carolina Rodriguez Orozco 11a

Yuleisy YSRD dijo...

LA CAJA OBLONGA
“La suposición me satisfizo y por el momento dejé de lado mi curiosidad.”
Maravillosa historia que a pesar de que tiene un desarrollo lento deja al lector intrigado sobre lo que sucede y sucederá.
La historia se centra en el protagonista y la familia del señor Wyatt, la trama se torna interesante al conocer la “hermosa” esposa del amigo del protagonista y luego al darse cuenta que no es tan hermosa como este mencionaba se interpreta como una persona vulgar y poco atractiva atrayendo así una profunda decepción al protagonista sin dejar como principal intriga el alquiler de 3 camarotes cuando en realidad son 4 personas y la caja oblonga que se insistió traer a el barco desde el principio, luego de esto se desarrollan diversas situaciones que afectaron al protagonista ( como el no poder dormir dos noches y observar las habitaciones de su amigo) a lo que afectaría a toda la tripulación ( huracán que los deja naufragando). Lo más curioso y tal como el título es la caja oblonga que para el protagonista afecta de gran manera y como la actitud de su amigo es melancólica y extraña. El misterio de esta caja se resuelve de una manera emotiva y dramática al después comentarse que la caja trae el cuerpo de la esposa de Wyatt y como esto sería la respuesta ante su actitud y la falsa esposa que era su criada comprendido así el número de camarotes alquilados, lo más curioso es como a pesar de su muerte el señor Wyatt no dejo a un lado a su difunta esposa llevándosela consigo hasta su propia muerte por querer esta con ella hasta el final. La situación se tornó destacable al final por los fuertes sentimientos del señor Wyatt y como el protagonista termino afectado ante la muerte de este al hundirse de manera tan dramática en el mar con la caja oblonga y lo que vendría después en el atormento causado por su burla ante su amigo no comprendido.
YULEISY STEPHANNY RAMIREZ DIAZ 11B

Anónimo dijo...

La caja oblonga de Edgar Allan Poe
Me pareció un cuento fácil de interpretar, en la que se ve claramente como un narrador muy curioso cuenta la historia, en donde empieza porque el señor Wyatt había reservado tres camarotes, cosa que para el narrador era curioso ya que estos camarotes era lo suficientemente grandes, para las literas.Este narrador se empieza a interesar en la vida del señor Wyatt, ya que llegó a ser amigo de él, y a conocer a sus dos hermanas, pero no a la esposa. Empiezan una aventura marina, donde el narrador va con un criado de color, y el señor wyatt con su supuesta esposa y sus dos hermanas;el narrador tenía curiosidad de conocer a la esposa del señor Wyatt, pero fue presentada por las hermanas, cosa que para el narrador no era nada amable; al ver a la esposa descubre que no era nada linda,que era lo contrario a como el señor Wyatt la había descrito, pero era agradable y sociable.El señor se la pasaba encerrado y dejaba que su esposa asistiera a reuniones sociales.Dentro de las cosas del señor Wyatt había una caja oblonga, en la que era curiosa para el narrador, así que en forma de confianza él le pregunta por esa caja, pero el señor Wyatt actúa de manera asustada y se cae.Despues de noches de insomnio que pasó el narrador, descubre que la supuesta esposa dormía en uno de los camarotes y no con su esposo. Pasan problemas en el recorrido Marino, en el que toca irse a un bote para salvarse, pero sin tantas pertenecías, pero el señor Wyatt suplicaba porque lo dejaran llevar la caja oblonga y al no ceder su petición se lanza al mar, carga su caja, y cuando se iba a montar, se hunde a la misma vez que la caja, al final descubre que en esa caja estaba el cuerpo de su esposa, y la que se hacía pasar por ella, sólo era una criada. En este cuento se ve el acto de amor más puro que tuvo el señor Wyatt, dónde le importó más el cadáver de su esposa, más que su propia vida.

JENIFFER VANEZA QUINTERO SUÁREZ
11°A

Anónimo dijo...

La caja oblonga, esta obra nos cuenta como a bordo de un bote se encuentran dos amigos y uno de ellos, tiene una actitud un poco extraña por lo cual el otro amigo, en este caso el narrador, empieza a sacar teoría y a investigar sobre sus actitudes, por qué pide tres cuarto y una misteriosa caja oblonga, sin embargo no puede concluir nada hasta que por desgracia el clima les juega una mala pasada y así, tienen que abandonar el bote, pero su amigo al ver que no tiene su caja decide saltar y básicamente suicidarse por ella, tal actitud no se logra entender hasta que descubren que en aquella caja estaba el cuerpo de su esposa muerta.
En este cuento Poe a diferencia de sus otras obras empieza con algo al parecer muy normal, nada, simplemente está la curiosidad de una persona que se intriga en darle respuestas sus preguntas, pero al final volvemos a aquel toque de sus cuentos, con algo un poco macabro y oscuro, sin embargo este tema nos habla de algo diferente, y es el amor, amor por el cual muchas veces perdemos la cabeza al punto de hacer locuras, aquel sentimiento que nubla la razón por el sentir y es algo que logramos entender con el final de este cuento.
Cabe resaltar el sentimiento que despierta ir introduciéndose en esta lectura, pues el autor logra que se sienta como si incluso nosotros estuviéramos intentando resolver aquellas dudas y aunque desde un principio sospeche que podría ser un cadaver, nunca me paso por la cabeza que fuera el de su mujer, es un cuento con un final impactante.
-Ilenee Estefanía Rubiano Jaimes, 11B

Anónimo dijo...

Esta historia nos relata la travesía de una misteriosa caja a bordo en un barco en el que se encuentra nuestro protagonista, Cómo es de esperar de los trabajos del autor se ven involucrados ciertos aspectos cómo el misterio y el suspenso dejándonos en todo momento con ganas de saber lo que está ocurriendo en la historia.
Nos sitúa en la historia de nuestro protagonista quién debe tomar una embarcación hacia la ciudad nueva york en dónde se encontrará a un compañero de su pasado quién se comporta de manera extraña además de poseer un sombrío secreto. A lo largo de la narración vemos cómo todo se va tornando más y más oscuro, cómo el narrador se va dando cuenta de que su amigo tal vez no esté del todo bien y la percepción que tenía cómo cierta, era errónea, desde actitudes sin sentido hasta desconocerlo casi que por completo, ve cómo su viaje se convirtiendo en una extraña realidad ya que desde el comienzo del viaje había notado los comportamientos de su compañero, cómo cada vez optaba por un comportamiento asocial, si así podría llamarse y dejaba de lado incluso a su “esposa” convirtiéndose casi que en un extraño. Van pasando un sinfín de cosas que hacen de su viaje algo incómodo hasta que por un gran huracán en el mar terminan dejando la embarcación en pleno mar abierto y cómo su amigo aún se aferra a esa misteriosa caja. Después de dichos acontecimientos todo se nos ha revelado gracias al capitán del barco, Poe encuentra esa espléndida manera de entrelazar su historia y darle sentido y coherencia, resolviéndonos las dudas sobre aquella macabra caja y qué era lo que escondía y porqué tanto apego por parte de su misterioso dueño.

ANDRÉS FELIPE MENDIVELSO BOTELLO
11B

SELENE QUIÑONES dijo...

LA CAJA OBLOBLONGA

Esta narración mucho más neutra y menos gráfica de lo que hace referencia a la muerte en comparación a las anteriores, los sucesos se desarrollan en un mismo ambiente, trata de una aventura marina y una misteriosa caja. El autor se centra mucho más en las descripciones del al rededor, del ambiente e interioriza en la conciencia de los personajes y más del mismo protagonista, es así como nos mantiene involucrados junto al personaje principal en la duda de ¿qué contiene esa caja?

Conforme va evolucionando la historia, nos describen a los personajes, Wyatt, su esposa y sus hermanas. La intriga se va generando cuando se ve a Wyatt con la caja ya que en ningún momento se aparta de ella y evade ciertas preguntas sobre ésta, esto hace que el protagonista realice demasiadas hipótesis del contenido que lleva adentro y comienza a sospechar de su amigo debido a la extrañeza de toda la situación.
Fue cuando de manera sorpresiva se ven afectados por un huracán, que destruyó gran parte del bote, es aquí donde se desata lo oscuro de la historia, debido a que ellos se dirigen a un buque para recibir ayuda y seguir con su trayecto, Wyatt deja la caja en el buque y pide que se devuelvan pero eso no es posible, entonces él salta al mar y trata de recuperar su caja, en ese momento es cuando se revela el contenido de la caja, el cadáver de su esposa.

Un final bastante inesperado, se podría imaginar cualquier cosa menos eso, pero ese es el toque tan fantástico de Poe con sus desenlaces impecables.
El como una persona del cual no se imagina ninguna clase de juicio inequívoco, puede llegar a ser el principal culpable de todo el asunto, el hecho de que la persona más inesperada pueda hacer inimaginable nos hace reflexionar sobre nuestro entorno y los demás.

SELENE QUIÑONES BARBOSA 11B


andres morales dijo...

"La caja oblonga" trata sobre un viaje en barco que debe hacer Cornelius Wyatt con su familia. La historia está contada en vista de un amigo que también iba en ese viaje el cual, presenció aquellos sucesos en primera persona.
el narrador nos cuenta que notó cosas que le llamaron la atención. Primero, Wyatt alquiló un camarote extra. Segundo, traía junto a el una caja oblonga que cuidaba mucho.
A partir de esto, el narrador dice que empezó a pensar un montón de cosas y razones, sobre el porqué de esto. También notaba que su amigo (que ya de por si era depresivo) esta vez lo notaba aún más decaído.
Me asombro mucho el final, no me lo esperaba, no todo es lo que parece y no podemos saber las cosas simple vista, siempre hay un trasfondo o un final así como el de este cuento, podemos sacar de esto que la vida nos da sorpresas y puede pasar cosas inesperadas lo cual debemos afrontar con toda la paciencia y así salir adelante

-cesar andres morales mendez- 11a

ANGIE GABRIELA SUAREZ GOMEZ - 11B dijo...

La caja oblonga es un cuento clasificado como de terror; fue es escrito por Edgar Allan Poe, publicado en 1844. Fue uno de sus últimas creaciones pues 5 años después moriría por caudas desconocidas.

La historia comienza cuando el protagonista espera abordar el buque “Independence” este se supone, viajaría desde Charleston, Carolina del sur, hasta New York.
Mientras se preparaba para el viaje se percató de que un viejo compañero de universidad también subiría al mismo buque, este es Cornelius Wyatt, es entonces cuando comienzan a surgir detalles que para parecerían casi insignificantes pero que darían sentido al triste e inesperado final.

La caja oblonga es una simple pero encantadora narración de suspenso que aunque buscaba en si atrapar al lector, inquietarlo y hasta quizás asustarlo; también abarca de manera discreta un tema muy artístico como lo es la muerte de una mujer amada. Se suele criticar negativamente este cuento, etiquetándolo como cerrado o plano, sin embargo a sus 35 años Edgar en la cumbre de su talento y madurez logra, incluso en obras tan simples, mostrar realismo, gran precisión en los detalles y su característica la relación de la psicología con los personajes, es decir, a su sencilla manera demostraba su gran capacidad.

Jean Sebastian Martinez Duran 11B dijo...

la historia es simple y como buena historia corta tiene un comienzo directo a la historia sin explicar mucho del mundo en el que se vive, el cuento se va desarrollando fluidamente atravez de la curiosidad de saber el contenido de la caja oblonga lo que viene siendo basicamente la trama principal de la historia, deja al lector con cueriosidad igualmente, el protagonista no se introduce bien al principio sin embargo a lo largo de la historia se evidencia su obsesion por el contenido de la caja inventando historias sobre el mismo aunque se puede deducir el contenido de esta, otro personaje a destacar es el señor wyatt el cual tiene un final atroz pero entendible, tambien cbe destacar la negligencia de las hermanos las cuales no hicieron nada para impedir su final

Anónimo dijo...

La caja oblonga

Cuento de terror escrito por Allan Poe , una de su última creación antes de su muerte

Comienza con el viaje que emprende Wyatt con su familia , cabe decir que es una persona muy curiosa y medio bobita, durante el viaje Wyatt Nota que la esposa del artista es muy diferente a lo que él había dicho sobre ella , y también inicia su curiosidad hacia la caja oblonga de el artista , la cual es el tema principal de la historia , dejándonos también con curiosidad

Durante la historia vemos como el protagonista se obsesiona por lo que contiene la caja oblonga invento historias deduciendo el contenido de la caja

Marlon Bolivar 11°A

Anónimo dijo...

la caja oblonga

en la mayoría de veces vemos a nuestro protagonista intentar saciar su curiosidad por saber que hay en la caja oblonga, como es natural en los cuentos cortos no tiene una introducción al mundo que se nos plantea.

esta historia inicia con una narrador sin nombre que relata una travesía marina que se desarrolla de Charleston a Nueva York a bordo de buque independencia.

el se da de cuenta que Cornelius Wyatt esta abordo con su mujer y dos hermanas, aunque ha reservado tres cabinas, este personaje Cornelius Wyatt es importante porque el es el responsable de traer la caja de madera de pino de forma oblonga.

termina con un final muy triste el señor Wyatt pierde su casa por el impacto del huracan y sucede que Al percatarse el señor Wyatt de que su caja oblonga no se encontraba exigió que se regresara al buque por ella, a lo que el capitán negó la petición, este salto al mar y fue en busca de su caja, al creer todos la muerte del artista, este salió del buque nadando y enredándose su caja con una cuerda al cuerpo y al instante se hundió.

Después de un mes se encontró con el capitán de aquel buque, el cual conto que el contenido de la caja oblonga, era el cadáver de la esposa del señor Wyatt, pues él había prometido llevar lo restos de su amada a New York con su madre.

ANDRES FELIPE MONCADA RAGUA 11B

Jhohan Portillo dijo...

Como principios básicos es un cuento desarrollando una trama de misterio destinado en una travesía en barco, la historia al inicio se torna con un tanto de sencillez, pero lo bueno es que conforme se sitúan las escenas todo va en progresivo aumentó y así siendo cada más mejor cada parte del cuento.
Nos vemos en el análisis de 2 ex compañeros de universidad envueltos en describir el misterio de la caja, pero para mala suerte el narrador al verde enterado que su compañero viaja con sus hermanas y con su esposa y destinando así el alquiler de 3 habitaciones sin ningún fin aparentemente práctico para la tercera, se envuelve en descubrir que está sucediendo para Así dando por hecho que el gran misterio de la caja que había dado por conseguida su ex compañero era un ataúd donde permanecía el cadáver de su esposa y que por ello se presentaba la habitación extra para la permanencia del ataúd y no de un sirviente o alguna otra persona al menos con signos vitales.


Jhohan Portillo 11A

Anónimo dijo...

Cuento que en su brevedad empieza con un narrador anónimo, pero con notoria y mayor participación a lo largo del relato.
Empezando la historia el protagonista nos muestra como realizará un viaje y un día antes de zarpar a mar abierto se dispone a manejar algo en su equipaje, seguido a ello revisando la lista encuentra que a bordo estará un amigo con el que compartió en la Universidad, el cual para un gran misterio se encontraba apartando 3 recámaras cuando 2 eran más que suficientes.
Viéndose envuelto en melancolía espiritual decidió hacer conjeturas sobre el espacio de más llegando a una pronta "respuesta" iniciando así la verdadera trama de la historia envuelta en un gran enigma y superponiendose cada vez más la historia y haciendo de cada escena más impactante que la anterior.
Enterandose que la esposa de Wyatt estaba muerta y realmente sólo se transportaba en el espacio extra, que en realidad era una sirvienta la que se hizo pasar por su esposa y más aún que sus hermanas le dejaron realizar el viaje aún con su estado de ánimo que en absoluto era el más cuerdo.
Siempre se tachaba de loco a Wyatt, pero la locura misma se destinaba al amor, al amor que le tenía a su esposa y que no quería perder el ataúd mientras el estuviese en el navío, de esta manera incluso arrojándose al agua para salvar el cuerpo aún conservado de su amada ya que su misión era llevárselo a su madre, pero para el infortunio de todos este se hundió junto con la caja en lo profundo del mar, y así Nunca sabiendo más de él.
Por el amor se cometen locuras, pero era claro que su estado no era el más saludable y como anteriormente mencioné, sus hermanas pudieron ayudarle en ello, sin embargo, todo tuvo un trágico final y se descubrió exactamente todo el gran misterio a bordo del navío.
De esta manera es magnífica la descripción sobre la cual se indica como aún después de tener pocos días de casados un amor y un apego no se define por el tiempo juntos, hay algo más atrás de ello, el amor no es ni tiempo, ni cercanía, ni nada de ello. El amor es un sentimiento que predomina el control de los sentido humanos propiciando un bien para ambos e intentar cortar aquel lazo que les une es imposible, se pierde la cordura y se hace de todo por incluso mantener a salvo el cuerpo de su difunta pareja.


Samir yoel Ortega Ortiz 11A

Anónimo dijo...

La Caja Oblonga

La historia inicia con un narrador que nunca se presenta, el cual nos narra una travesía marina que se desarrolla en Nueva York en un paquebote con nombre Independence, nuestro narrador va a bordo con un amigo suyo el cual es un ex compañero de universidad, su nombre es Cornelius Wyatt quien es un artista, éste va con su mujer y sus dos hermanas, aunque éste reservó tres cabinas.

Nuestro narrador empieza a preguntarse y hacer diversas hipótesis de porqué reservó 3 camarotes, incluso considera la posibilidad de que éste sea para sus sirvientes, pero desecha la idea al revisar la lista de tripulantes, así que llega a otra hipótesis que es que posiblemente lleve algo de valor que quiera mantener cerca.

Nuestro narrador se da cuenta de que el señor Wyatt tenía únicamente como equipaje una caja de madera con forma oblonga, así que decide iniciar una investigación sobre ésta y lo que su amigo Wyatt trata de ocultar.

Éste al mantener una conversación con Wyatt, descubre que su amigo siente repulsión hacia la que es su esposa y concluye que éste no se casó por amor, luego de ésto decide ayudar a su amigo y se olvida de la misteriosa caja.

Tiempo después el buque sufre un accidente debido a un huracán, el cual lo destroza y los pasajeros deben ser llevados al puerto más cercano, el señor Wyatt al notar que no está su caja decide lanzarse al más y regresar al buque, cuando la encuentra la ata con una cuerda a su cuerpo pero el peso de ésta logra hacer que se hunda. Meses después se descubre que en la caja se encontraba el cuerpo de su esposa.

En esta historia nos muestra como la curiosidad del hombre ante las cosas que desconoce lo lleva a buscar respuestas y a plantearse diversas hipótesis. También me hizo identificarme con el personaje, es además muy envolvente y demasiado emotiva.

Génesis Liseth García Sandoval 11A

RONALD SEPULVEDA dijo...

Este cuento al igual que los otros está lleno de misterios, de la curiosidad del hombre y de la forma en que este busca respuestas, la historia se inicia con un narrador sin nombre que relata un recorrido marino desde Charleston (Carolina del Sur) a Nueva York a bordo de buque Independence. El narrador, mediante la lista de pasajeros, se entera que su ex compañero de universidad Cornelius Wyatt se encuentra a bordo de la embarcación junto a su mujer y las hermanas de ésta, aunque ha reservado tres cabinas. Después de sospechar que la habitación adicional era para un sirviente o para equipaje extra, se da cuenta que su amigo ha comprado a bordo una caja de pino oblonga en la que, primeramente, piensa que Wyatt oculta valiosas pinturas para vender en Nueva York. Avanzada la historia, el narrador descubre que la esposa de su amigo había muerto un día antes de abordar y la llevaba en la caja, además, las mujeres que se encontraban con él eran sus sirvientas.

RONALD ALEXIS SEPULVEDA ORTEGA 11°A

Anónimo dijo...

se inicia con un narrador sin nombre que nos cuenta la historia de una travesía marina que se desarrolla en new york en un excelente bote de nombre Independence. A bordo de el se encuentran dos amigos, uno de ellos, el marino se entera que su ex compañero de universidad Cornelius Wyatt el artista, está a bordo con su mujer y dos hermanas, aunque ha reservado tres cabinas. Le extraño que esa caja oblonga fuera a parar al camarote de su amigo y no al tercer camarote. Lo que hace que quien cuenta la historia, entre en una investigación a fondo sobre lo que sucede con su amigo y lo que trata de ocultar, a cerca de su familia, su trabajo y sobre todo a cerca de una extraña caja oblonga que el artista sube a bordo. Una noche el marino hablo con Wyatt y concluyo que Wyatt se había casado más por capricho que por amor, pues se expresaba de una manera repulsiva sobre su esposa y sus sentimientos hacia ella, esto confundió repentinamente al marino, pues ya no le llamaba la atención esa caja sino ayudar a su amigo. Al percatarse el señor Wyatt de que su caja oblonga no se encontraba exigió que se regresara al buque por ella, a lo que el capitán negó la petición, este salto al mar y fue en busca de su caja, al creer toda la muerte del artista, este salió del buque nadando y enredándose su caja con una cuerda al cuerpo y al instante se hundió.
HEIDY ALEJANDRA RAMIREZ TORRES 11B

Anónimo dijo...

La narrativa en esta obra de Edgar Allan Poe es diferente a muchos de sus cuentos anteriores, la caja oblonga muestra una exquisita narrativa con un narrador mas alegre que los anteriores, que tiene su perspicacia al máximo y que la curiosidad llega a ser definidora para el carácter del personaje de Poe. Ahora bien, el sentimentalismo de la obra se refleja en Wyatt, que es un introvertido personaje que sufre tras la muerte de su querida esposa y que su amor por ella lo condujo a la muerte, ese podría ser una retorcida y oscura personificación de Romeo y Julieta, en donde dos amantes mueren de locura y amor, tal como sucede con Wyatt. Si el amor por ella hubiera sido un simple capricho no se hubiera enamorado y casado con ella, el estaba dolido por la muerte de ella y hasta creo una funesta obra de teatro en donde su criada era su esposa ,cosa que demuestra la magnitud de su orgullo. Ademas el capitán tenia conocimiento de la muerte, lo que marca la fuerte influencia del artista. En conclusión, la obra de Poe refleja la manera en como las personas nos tomamos la muerte, algunas muriendo de amor y otras muriendo de olvido.


HACID MARTINEZ 11A

Anónimo dijo...

Cuento breve, muy bien escrito y estructurado, te engancha de manera inquietante que te hacer querer saber el final.

Poe inicia este relato de forma misteriosa y nos hace creer que tiene una resolución sencilla, pero de un momento lo vuelve tenebroso y oscuro, le da un giro abrupto y lo relaciona con la muerte. Muy típico de Poe.

GABRIELA ALEJANDRA ARIAS GARCÍA 11A

Anónimo dijo...

La caja oblonga

Este cuento trata sobre un viaje en barco que debe hacer Cornelius Wyatt junto a su familia. La historia está contada desde el punto de vista de un amigo que también iba en ese viaje, por ende, presenció aquellos sucesos en primera persona.
El narrador nos cuenta que notó dos cosas que le llamaron la atención. Primero, Wyatt alquiló un camarote extra. Segundo, llevaba consigo una caja oblonga que cuidaba mucho.
A partir de esto, el narrador nos dice que empezó a pensar un montón de hipótesis, sobre el porqué de esto. También notaba que su amigo (que ya de por si era depresivo y antipático) esta vez lo notaba todavía peor.

En este cuento vamos a encontrar misterio, terror, además es macabro.
Incluso, antes de terminar, algo sucede con el barco, lo cual hace que Wyatt haga una locura, lo cual se explica perfectamente después.

En conclusión ed un cuento que vale la pena leer, hace que uno sienta tanta curiosidad como el cronista de saber qué hay ahí. En las pocas páginas que tiene Poe logra que sientas esto, lo cual es sorprendente.


LEIDY GELVES 11B

Lonmar Eduardo Martinez Palacio dijo...

Esta narración presenta un tema demasiado común con una trama un tanto predicable a los ojos del lector, esa ausencia de dinamismo limita al lector a moverse en un espacio muy cerrado a lo que a la imaginación concierne y es que aquellos hechos descritos en la narración son una respuesta lógica a lo que pasaria en el mundo real, lo que no hace sentir que el autor no se esmero mucho por la creacion de una nueva realidad o un mundo nuevo que es lo que busca un lector a la hora de leer cualquier texto de este tipo, si bien la argumentación estuvo excelente, con la misma se puede desarrollar una historia un poco mas interesante a los ojos del lector
LONMAR EDUARDO MARTINEZ PALACIO 11B

Anónimo dijo...

Esta es una narración menos compleja pero como siempre con un final poco esperado y oscuro. Comienza con un viaje en barco en el que el protagonista se encuentra con wyatt que en su pequeña aventura le habló de su muy querida esposa además de llevar una caja encerrando todo el misterio en esta; y además dejando al lector con la intrigante pregunta de ¿qué había en la caja que era tan importante? poco después el barco en que viajaban estos dos hombre naufraga, sin pensarlo el hombre de la caja se aferra a ella hasta su inesperada muerte. Ya al final se revela lo que había en la dichosa caja y en efecto estaba el cadáver de la esposa de wyatt.
Un relato bueno con una trama central principal muy bien escrita y estructurada con un poco de intrigas que hace que uno como lector nos quedemos atentos al misterioso final que puede que previamente lo hayamos averiguado.

MARIA PAULA PIMIENTA BAUTISTA 11B

Nikolas Corrales dijo...

La historia se inicia con un narrador sin nombre que relata una travesía marina estival desde Charleston (Carolina del Sur) a Nueva York a bordo de buque Independence. El narrador, mediante la lista de pasajeros, se entera que su ex compañero de universidad Cornelius Wyatt se encuentra a bordo de la embarcación junto a su mujer y las hermanas de ésta, aunque ha reservado tres cabinas. Después de conjeturar que la habitación adicional era para un sirviente o para equipaje extra, se da cuenta que su amigo ha comprado a bordo una caja de pino oblonga en la que, primeramente, piensa que Wyatt oculta valiosas pinturas para vender en Nueva York. Avanzada la historia, el narrador descubre que la esposa de su amigo había muerto un día antes de abordar y la llevaba en la caja, además, la mujer "su supuesta esposa" era en realidad su criada.

EDERSON P. CACERES dijo...

LA CAJA OBLONGA:
La historia es muy entretenida (y triste) para el lector pues desde el tercer párrafo comienza a generase un ambiente de misterio y de tensión, por la curiosidad y las conclusiones a las que llega el protagonista (narrador) lo cual él mismo aclara que era por su estado emocional en ese momento el cual él define como melancolía espiritual.
La historia gira en torno a la curiosidad del protagonista (cosa que también comienza a traer curiosidad al lector) sobre diferentes cosas que considera inusuales en el comportamiento de su amigo, como que haya reservado 3 camarotes para 4 personas, su esposa la cual su amigo describió como muy hermosa no lo era e incluso la considero vulgar, como dormía separado su amigo de su “esposa”, también cosas como a pesar del olor de la caja que llevaba insistiera en llevarla con él, además su amigo parecía aislado en su camarote.
Cuando hubieron problemas durante el viaje y el barco se hunde en un horacan a Mr. Wyatt prefiere morir con las cenizas de su esposa tirándose al mar a rescatarlas.
EDERSON PABUENA CACERES 11°A

Esteban Arenas dijo...

LA CAJA OBLONGA/ Edgar Allan Poe

Sin duda refleja lo fantástico que es el contenido de Poe, donde nos muestra un final oscuro, tenebroso y naturalmente macabro. Una aventura donde la curiosidad de un hombre lo acarreará a imaginar miles de explicaciones y sucesos para un sólo hecho; la misteriosa caja en un barco despertará la indagación de los pasajeros para resolver el enigma. Sin tratarse de la exageración, el relato como tal es muy bueno, capaz de darle una motivación al lector para que se imagine los diferentes sucesos para intentar dilucidar el contenido de la caja.


JHOAN ESTEBAN ARENAS MONGUI 11°A

Anónimo dijo...



La caja oblonga
Es una historia llena de tristeza, melancolía y en cierto sentido, soledad.
Poe se destaca por describirse a sí mismo como una persona solitaria y calculadora donde tiene en cuenta hasta el más mínimo detalle, desde el principio de la historia es evidente su gran curiosidad por su amigo artista Wyatt, por sus acompañantes y por su presencia en el viaje.
La excentricidad de Wyatt y en cierta parte su necesidad de guardar el secreto de la muerte de su esposa me parece un poco sospechosa aunque admito que su estrategia fue sagaz; Cuando Wyatt decide volver por el cadáver de su esposa y atarse a él me hace pensar que es un acto desesperado de amor, el no querer abandonar el cadáver de su esposa me parece un poco oscuro pero en cierto sentido comprensible.
Siento que en si muchas veces por querer analizar hasta el más mínimo detalle pasamos cosas importantes por alto, en especial siento que la curiosidad de Poe llegó a ser en cierto momento abrumadora para Wyatt y su familia.
Muchas veces por intentar ayudar terminamos hiriendo a una persona porque ignoramos la situación que vive y sus sentimientos, a mi parecer fue lo que le pasó al protagonista de la narración

" Los ingeniosos poseen siempre mucha fantasía mientras que el hombre verdaderamente imaginativo es siempre un analista" - Edgar Allan Poe
Sofía Gómez 11B

Paola martinez dijo...

Sin duda es un cuento magistral que, por supuesto, como la mayoría de las obras de Poe.
Es espectacular la forma en la que se nos es contada la historia teniendo en cuenta que la forma en que se van narrando los hechos el autor nos hace sumergirnos cada vez más y más en su aventura con esa intriga y detalles de cada cosa que es vista por el protagonista, me agradó todo ese ambiente de misterio constante desde los inicios de la historia, aunque a decir verdad el inicio es un tanto tedioso ya que la lentitud, si así se le puede llamar, con la que pasan los hechos y son narrados llegaron a desanimarme pero con el transcurrir de los hechos me fue atrayendo más y más, inclusive el final aunque es un poco inconcluso me agradó ya que estuvo al nivel de todo lo ocurrido en el cuento, es una historia muy entretenida y sin duda es de esas narraciones que se pueden releer cuantas veces quieras porque realmente llega a atraparnos debido a que, como ya dije anteriormente, es muy fácil integrarse en la historia gracias a las descripciones perfectas del autor y protagonista del cuento.

YESSICA PAOLA MARTINEZ TOSCANO
11°B

Reynaldo Barón Pulgarin dijo...

En este último cuento, Edgar Allan Poe me deja claro que él tenía una excelente manera de escribir, agregandole un sabor de misterio, suspenso y terror a sus historias.

En este breve cuento de Poe, empieza siendo un relato de misterio cuya solución es "sencilla". Sin embargo, el autor le dota de un aura tenebrosa y oscura (como siempre lo ha sabido hacer), que hace que de un giro escabroso relacionado con la muerte, cosa muy típica de la mayoría de los relatos de Poe.

Este cuento lo encuentro muy bien escrito y estructurado. Además, como era de esperarme, el cuento me mantuvo enganchado de una forma angustiosa hasta querer saber el final.

Reynaldo Barón - 11°A

Nasly Villa dijo...

Este cuento nos relata el viaje de una misteriosa caja en un barco en el que se encuentra el protagonista, y como todo el contenido del autor nos topamos con una obra que nos genera misterio y nos hace involucrarnos.
Nos presenta una historia donde el protagonista debe tomar una embarcación para llegar a la ciudad de nueva york, allí se encuentra con un viejo amigo en donde inmediatamente nota que actúa de forma muy extraña como si ocultara un oscuro secreto. Luego el protagonista va encontrando falencias en su amigo, y deduce que no está muy bien de la cabeza y que la percepción que tenía como cierta era bastante errónea, ya que tomaba actitudes que no tenían sentido alguno y otras en donde lo desconocían por completo. Las actitudes extrañas de su amigo continúan, luego de un huracán que los dejó a mar abierto, el protagonista nota como su amigo aún sigue aferrado a esa misteriosa caja. Lo que no nos esperábamos era que el capitán iba a revelar algunas cosas sobre la caja, y ahí se entrelazan las historias de manera esplendida.
NASLY DANIELA VILLA PEREZ
11-A

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