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sábado, 23 de febrero de 2019



LA PATA SOLA

Cuentan que la Patasola es el espíritu de una mujer infiel que tenía amores con el patrón de su esposo; cuando el esposo descubrió el engaño mató al patrón con un machete y a ella le cortó una pierna, ella corrió con su única pierna hasta que se desangró y murió. También cuentan que era una mujer que perdió una pierna por estar cortando leña un Viernes Santo, cuando supuestamente nadie debe trabajar ni hacer nada, y quedó condenada a errar por el mundo, y se oyen sus gritos de dolor en la noche, con la particularidad de que cuando se oye lejos está cerca y cuando se oye cerca esta lejos.

Es una figura femenina con una sola pata en forma de tronco de árbol que termina en una pezuña o una garra de oso, con la que avanza con rapidez. Tiene un solo seno en el pecho y brazos muy largos con manos como garras. Su aspecto es aterrador : cabellera enmarañada, grandes ojos de tigresa, boca grande, colmillos enormes.

 Habita en los montes y se la ha visto cantando trepada en un árbol esperando la salida de la luna .  Es defensora de los animales  salvajes y de los montes. Se cree dueña y señora de la selva rodeada de fieras y bichos maléficos. Persigue a los cazadores, a los mineros y a los aserradores y odia los sembrados, los machetes y los perros.

 Se presenta a veces como una mujer bellísima y seductora que llama a los hombres y los atrae para enamorarlos, pero a medida que avanza hacía la oscuridad del bosque se va transformando en un monstruo con ojos de fuego, boca inmensa con dientes de felino, y una cabellera de medusa despeinada que cae sobre el rostro para ocultar su fealdad  y los devora hasta dejar los huesos pelados y regados por todas partes; los que consiguen escapar regresan trastornados. 
 En otras ocasiones, oyen los lamentos de una mujer extraviada; la gritan para auxiliarla, pero los quejidos van tornándose más lastimeros a medida que avanza hacia la víctima y, cuando ya está muy cerca, se convierte en una fiera que se lanza sobre la persona, le chupa la sangre, y termina triturándola con sus agudos colmillos.

 Despista a los cazadores y a los perros, borrando las huellas de las piezas de caza y deja en su lugar la huella de su pezuña o imitando la del animal perseguido en sentido contrario hacia donde escapan los animales, lo cual  hará extraviarse en el bosque a los cazadores, con el fin de acercarse a velocidades increíbles para poder atacarlos, o para atormentarlos por las noches con caricias torpes hasta debilitarlos.

También persigue a los a los mineros que tengan muchas herramientas, porque odia el hacha, la peinilla o el machete y castiga a los agricultores mandándoles vendavales para destrozar sus plantíos, y más si son de maíz.
Ocasionalmente también se aparece a los niños como una mariposa que los sonsaca hasta el bosque para chuparles la sangre.

El único modo de ahuyentarla es estar siempre acompañado de animales domésticos, principalmente perros, o recurriendo a la candela o a un hacha.





  

LA MADRE MONTE

Los campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un sombrero cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro porque el sombrero la opaca. Hay mucha gente que conoce sus gritos o bramidos en noches oscuras y de tempestad peligrosa. Vive en sitios enmarañados, con árboles frondosos, alejada del ruido de la civilización y en los bosques cálidos, con animales dañinos.

Los campesinos cuentan que cuando la Madremonte se baña en las cabeceras de los ríos, estos se enturbian y se desbordan, causan inundaciones, borrascas fuertes, que ocasionan daños espantosos.

Castiga a los que invaden sus terrenos y pelean por linderos; a los perjuros, a los perversos, a los esposos infieles y a los vagabundos. Maldice con plagas los ganados de los propietarios que usurpan terrenos ajenos o cortan los alambrados de los colindantes. A los que andan en malos pasos, les hace ver una montaña inasequible e impenetrable, o una maraña de juncos o de arbustos difíciles de dar paso, borrándoles el camino y sintiendo un mareo del que no se despiertan sino después de unas horas, convenciéndose de no haber sido más que una alucinación, una vez que el camino que han trasegado ha sido el mismo.
El mito es conocido en Brasil, Argentina y Paraguay con nombres como: Madreselva, Fantasma del monte y Madre de los cerros.

Dicen que para librarse de las acometidas de la Madremonte es conveniente ir fumando un tabaco o con un bejuco de adorote amarrado a la cintura. Es también conveniente llevar pepas de cavalonnga en el bolsillo o una vara recién cortada de cordoncillo de guayacán; sirve así mismo, para el caso, portar escapularios y medallas benditas o ir rezando la oración de San Isidro Labrador, abogado de los montes y de los caseríos.





EL MOHAN

Es el más legendario, conocido y respetado en el Tolima. Se puede decir que es el personaje más importante en la mitología tolimense. Se le llama, también, el Poira, pero en aquella su especial caracterización de gran perseguidor de muchachas casaderas que apenas han traspasado los umbrales de la pubertad.

El Poira es el Mohán travieso, enamorado, libertino y raptor. Les roba la tranquilidad a las jóvenes, las idiotiza, las emboba y las atrae hacia él con artificios. Sus hazañas son muy conocidas, tanto en su caracterización del Poira, como en su auténtica personalidad del Mohán, y, hasta hace poco tiempo, no se podía poner en duda su existencia ante las verídicas de los campesinos. Son muchas las leyendas y versiones que existen sobre el personaje mítico, oriundo del Tolima, riqueza de nuestro folclor y figura simbólica de un pasado maravilloso y fantástico.

Son muchas las muchachas que ha raptado, formando así un sin fin de leyendas a cual más fabulosas, irreales y novelescas; muchos hombres ha perseguido, incesantemente, hasta sepultarlos en las negras aguas de sus insondables dominios; muchas embarcaciones ha hecho zozobrar y muchos los parajes que ha desolado, embrujado de superstición y misterio entre sus humildes moradores.

Respecto de su figura, varía con frecuencia de un lugar a otro: en Ambalema, por ejemplo, es un hombre pequeño, musculoso, de pelo «candelo», barba hirsuta, también roja, ágil vivaracho, y tan sociable que muchas veces salía a mercar en compañía de los demás, dizque porque en esa forma se daba cuenta de todo y podía actuar con más efectividad. Se le conocía porque en sus compras nunca incluía la sal, artículo éste tan indispensable para el sostenimiento diario
Decían que habitaba en la profunda y peligrosa moya de «Boluga», en el embarcadero y en la conocida moya de «El triste», lugares éstos en donde se han perdido muchos bogas, pescadores y champaneros. En la «Vega de los Padres», Piedras, y «Cortaderos», que es un espíritu invisible, que no toma ninguna forma, que se escuchan sus risas, cantos y «pesquerías» y se conocen sus ataques pero nunca se le ve; otros afirman que puede transformarse a su antojo, y así toma la forma de cualquier conocido pescador de la región y se mezcla en las faenas y veladas pesqueras sin ser reconocido.

Esto daba origen a muchas confusiones, en las que a una persona resultaba estar en dos partes o no estar en donde se aseguraba lo contrario; con esto los campesinos caen en la cuenta de que, «el mechudo estaba con nosotros anoche, compadre».

En Coyaima, en las moyas de Colache, en el Saldaña, en las profundidades de las lagunas de Yaberco, Totarco y en los moyones de las «Animas» y Golondrinas, el Mohán era negro, tanto su piel como su espesa y larga pelambrera; era un oso negro como un tizón; de temperamento huraño, huidizo y desconfiado; poco mujeriego, pero más feroz.

Tenía muchos encantamientos y guacas alrededor de los charcos que habitaba, tesoros que él en persona custodiaba, haciéndolos inconquistables.Su mirada era maléfica y sus persecuciones muy funestas.

En Chenche, en cambio, es un hombre de mediana edad, alto, de nariz aguileña, ojos negrísimos, larga y espesa barba y largos y abundantes cabellos con los cuales cubría su desnudez; sus manos eran finas, de largos dedos y afiladas uñas; boca grande, bien formada y dentadura toda de oro.
Tenía muchas alhajas en los dedos, de puro oro, y con piedras preciosas que brillaban en la inmensidad de las aguas. Habitaba un magnífico palacio construido de oro puro, en las moyas profundas, en los remolinos tenebrosos.
Había la creencia de que en los acuáticos lugares en donde el Mohán tenía su morada no se encontraba asiento; las profundidades del Mohán no tenían fin. Este palacio dorado tenía grandes salones iluminados con hachones en los que se oía un continuo murmullo, una monótona música hipnótica.



LA MADREAGUA

Cuenta la leyenda que en los manantiales castalios, quebradas  cristalinas y lagunas traslúcidas de Colombia se aparece La Madre de Agua, un fantasma con figura de doncella  hermosa, de cabello dorado como el oro, de piel blanca como la del armiño, de ojos verdes esmeralda y grandes como el firmamento, con los cuales seduce e hipnotiza a los jóvenes, produciéndoles somnolencia e inconsciencia como si su mirada tuviera poderes supraterrenales, demoníacos o divinos.

-En el día, rostro de la Madre de Agua es luminoso como el sol, trasmite poder, gloria y espiritualidad; y en la noche su cara alumbra como la’ luna e invita a la imaginación y á la fantasía, lo cierto es que su faz muestra una personalidad avasalladora, fuerte y vigorosa. Dicen que las manos de la Madre de Agua son níveas e irradian luz divina, pura, y serena y que en la penumbra envía dardos de luz de los mas profundo de los ríos y lagunas para llamar la atención de los ado­lescentes.

Afirman que la Madre de Agua, lleva ceñido el "cinturón de castidad," símbolo de pureza femenina, el cual ejerce en los muchachos un poder mágico, fascinante y seductor.

Dicen que cuando la Madre de Agua camina extrañamente, sus pies lo hacen al revés, esto es que si sus pisadas señalan al norte en realidad anduvo hacia el sur. Y que tan pronto los chicos ven a la Madre de Agua, la siguen hasta las quebradas, nos o lagos en donde la escultural criatura se baña desnuda, transmitiendo la idea de pureza e inocencia e incita a la lujuria.

Dicen que en los ríos caudalosos, la Madre de Agua, cabalga en enor­mes cocodrilos verdes, peces coloridos y delfines rosados y que en los lagos glaucos y cristalinos se acuesta en el fondo coqueteando a los ejércitos de la bóveda celeste, embelesando y ganándose con su exótica belleza los corazones de los jóvenes, quienes hechizados se hincan para contemplarla y poseerla y al poco tiempo desfallecen o se lanzan a las profundidades en donde se quedan dormidos al lado de la codiciada amada y en consecuencia ahogándose en las aguas encantadas.

Dicen los adolescentes rescatados con vida, que la belleza de la Madre de Agua, les produjo además de modorra, fiebre y locura creyendo alucinar al ver a la sensual Eva en un lecho de corales y de piedras preciosas rodeada de peces de oro y anguilas de plata, Dicen que para romper el hechizo de la Madre de Agua, los adultos tienen que hacer rezar y exorcizar a los jóvenes. Los estudiosos afirman que la Madre de Agua simboliza un amor sin esperanza, el amor de ensueño por una mujer bella, fugaz, inasequible, quimérica y fatal.






EL HOMBRE CAIMÁN


Había un pescador de nombre Saúl originario de plato Magdalena que después de su faena de pesca se dedicaba a parrandear en compañía de un amigo y las muchachas del pueblo y no había parranda que no se invitara, su apetito desaforado por las mujeres lo llevaba a la orilla del río a fisgonear a escondidas entre los arbustos a las mujeres cuando tomaban el baño, el quería acercarse mas le agrumaba el deseo de verlas y su idea era convertirse en caimán para sigilosamente llegar hacia ellas, pero las muchachas notaban su presencia pues tenia unos dientes de oro y el reflejo del sol sobre ellas daba un resplandor que lo identificaba.

 Saúl sabia de un brujo indígena que preparaba unas pócimas para convertirlo en caimán y sin pensarlo dos veces partió a una ranchería en la alta guajira donde efectivamente el brujo tenia las pócimas una blanca que lo convertía en caimán y una roja que lo convertiría en humano de nuevo, inmediatamente regreso y le pidió a su amigo que le echara la pócima blanca al hacerlo esta dio un resultado extraordinario que de inmediato lo convirtió en caimán, lleno de placer se lanzo al río y sigilosamente se acerco para cumplir su deseo de ver muy de cerca a las mujeres, escondido entre las piedras pasaba el tiempo observando a las muchachas sin ser visto por ellas, luego regresaba y como había acordado con su amigo este lo esperaba en la playa para echarle la pócima roja que con la misma efectividad de la blanca lo convertía de nuevo el ser humano llamado Saúl.

Pero un día se fueron a parrandear y su compañero se paso de tragos y no lo pudo acompañar al otro día, entonces invito a otro amigo de tragos y este le hecho la pócima blanca sin problemas pero al ver la bocota del caimán se asusto y dejo caer la pócima que callo sobre una piedra liberándose en mil pedazos y solo unas gotas cayeron sobre la cabeza del caimán, sin embargo se tuvo que conformar con su suerte y con su nuevo habitad que lo obligaba a permanecer por siempre en el río, el amigo se vio obligado a contarle a la madre de Saúl lo sucedido, ella empezó a visitarlo para darle animo y cuidarlo y todos los días iba para llevarle pan, queso y ron al que estaba acostumbrado, la madre viajo a la guajira para buscar al brujo pero este había muerto, esta noticia la impacto tanto que murió de pena en el viaje de regreso, su amigo le llevaba música y bailaba con el para matarle el aburrimiento, pero sucedió lo que tenia que suceder las muchachas lo vieron tan cerca que salieron espantadas a contarles a sus amigos y familiares la horrenda visión del hombre caimán, reunidos todos decidieron darle casería su amigo al enterarse de la decisión, salio corriendo hacia el río para darle aviso y Saúl el hombre caimán no tuvo mas remedio que marcharse río abajo hasta llegar a la embocadura del río Magdalena en Barranquilla, dicen que algunos pescadores lo han visto pero ciertamente no se sabe que paso con el hombre caimán.









martes, 19 de febrero de 2019

LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL







A la literatura de tradición oral pertenecen: El mito y la leyenda, dichos textos  son relatos que se divulgan en forma oral, de una generación a otra. 

Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales.


Te invito a leer algunos mitos y leyendas reconocidos en nuestro territorio colombiano, para que observes su escritura, los personajes que se emplean, la estructura del texto. Estos te servirán como referencia para crear tus propias narraciones.


BOCHICA

Era un anciano venerable de largas barbas blancas, piel blanca y ojos azules, vestido con una manta grande, que lo cubría casi hasta los pies. Venía acompañado por una mujer más joven y también blanca.

Desde el primer momento Bochica simpatizó con los indios y comenzó a enseñarles sus principales virtudes: no matar, no robar, no mentir y ayudarse los unos a los otros. Después comenzó a enseñarles sus principales actividades: a construir sus casas, a sembrar la tierra, a fabricar las ollas de barro, a tejer las mantas de algodón y otras cosas, todas provechosas.

Bochica quería mucho a los indios y estos lo querían a él. En cambio, la mujer de Bochica nunca los quiso y siempre procuró hacerles mal.
Una vez aprovechando la ausencia de Bochica, inundó la sabana, dañó con ello las casas y las cementeras de los indios, a los cuales puso en situación desesperada hasta cuando regresó el anciano, a quien los indios dieron la queja de lo ocurrido.

Tan indignado se sintió Bochica contra su mujer, que la castigó convirtiéndola en lechuza. En seguida se dirigió a los cerros que rodean la sabana y con una varita de oro, que siempre usaba, tocó las rocas, que se partieron para dar paso a las aves. Así se formó el salto del Tequendama.

Pero no todos los indios se portaron bien con Bochica ni le agradecieron debidamente los grandes beneficios que de él habían recibido, por lo que el anciano maestro se sintió indignado con ellos. Así que en la primera oportunidad desapareció por el arco iris, en el que se ve cuando una persona lo mira desde el Salto del Tequendama.



BACHUE


Bachué, la madre chibcha, salió de la laguna de Iguaque una madrugada, llevando un niño en los brazos. Era una bella mujer, cubierta solamente por una túnica de pelo negro, que le arrastraba.


Apareció lustrosa, recién escurrida del lago. Una madre de agua morena, garbosa, de senos redondos, firmes, cobrizos, terminados en puntas más oscuras. Caminaba afirmando las piernas ágiles, venía de nadar tanto que se le formaron pantorrillas de hoja de palma y muslos fuertes. En los brazos, la criatura también desnuda.
Bachué se instaló entre los Chibchas, se ganó su confianza y su afecto. Les enseñó normas para conservar la paz con los vecinos y el orden entre las gentes de su cercado.

El niño creció y Bachué, encargada de poblar la tierra, empezó a ser fecundada por la criatura que había portado en sus brazos.  Sus alumbramientos eran múltiples, como los de las conejas. En el primer parto se contaron mellizos, en el segundo trillizos, en el tercero cuádruples y así hasta que se consideró que su tarea reproductora sobre la tierra estaba cumplida.

En pocas edades recorrió muchos cercados, y por todas partes dejó criaturas y enseñanzas. Pasó el tiempo y la mujer pobladora no envejecía. De pronto, su cuerpo se destempló; los senos se le escurrieron; las piernas se le aflojaron; su cuello ya no era lozano; el rostro estaba poblado de arrugas; había un gran cansancio en su mirada. Sin avisar, se metió a la laguna de Iguaque, acompañada del mismo ser que había traído. Se lanzó a las aguas. Un gran bostezo del lago la devoró, convirtiéndola en serpiente, símbolo de inteligencia entre los Chibchas.

Los nativos aseguraban que de vez en cuando veían a la culebra asomar los ojitos brillantes a la superficie de las aguas vidriadas, en las noches de luna, cuando acudían a llevarle ofrendas. Arrojaban adornos de oro, utensilios y copas doradas, en la seguridad de que ella estaba en el fondo de la laguna recibiendo los regalos, de buen corazón.

Al varón no le pusieron mayor atención. Ella quedó para siempre con el título de madre de la humanidad, fuente de toda vida. Y como venía del agua, los naturales comenzaron a adorar las lagunas y las ranitas, los renacuajos, las lagartijas, todo síntoma de vida que brotara de las aguas. Fundieron en oro alfileres rematados en batracios, se colgaron al cuello dijes en forma de lagarto y divinizaron a las ranas, que en adelante serían el símbolo de la fertilidad. 


YURUPARÍ

Yuruparí hace relación a un ser hermoso y extraordinario nacido de una virgen, que quedó embarazada por haber comido de un fruto prohibido, y que realiza hazañas asombrosas y tiene aspecto peculiar, porque su cuerpo irradia luz o fuego, y está dotado de agujeros que producen sonidos musicales, o truenos, según el caso.

Es además un enviado del sol, y busca una mujer que no sea curiosa, ni chismosa, ni libidinosa, y tiene una misión religiosa que cumplir. Así, luego de recibir la piedra cilíndrica y emblemática de la luna, inicia su labor y dicta leyes, ordena ayuno obligatorio, enseña a cultivar el maíz y establece cantos, bailes y ceremonias rituales. Pero las mujeres quieren conocer los secretos del culto, que les están vedados y espían a los hombres, por lo que Yuruparí las castiga, convirtiéndolas en piedras y devorando a sus hijos. 

Los ancianos entonces deciden darle muerte y después de emborracharlo, lo arrojan a una hoguera; pero del cuerpo del héroe brotan palmas que crecen rapidísimamente, y por ellas Yurupary trepa hasta el cielo. En su ausencia, las mujeres, que han vuelto a la vida, se roban los instrumentos sagrados, que son la voz de Yurupary, y esto da lugar a un cambio de status social, en el que las mujeres predominan, se hacen cargo del culto, y los hombres en cambio tienen que trabajar en las labores del hogar y sufren menstruación.

En este período, Yurupary se hace presente de nuevo, completa su misión evangelizadora, restableciendo el predominio masculino, y conoce por primera vez el amor humano; pero falla en la búsqueda de la mujer perfecta, que no puede encontrar sobre la tierra. Entonces se despide de sus discípulos y desaparece caminando siempre hacia el oriente.




ZEUS



Zeus era el más importante de los doce dioses que habitaban el Olimpo. Zeus era hijo de Crono y Rea.

Crono se había casado con Rea a pesar de que ella era su hermana. Rea tuvo muchos hijos pero el malvado Crono se los comía cuando nacían porque había oído decir que uno de sus hijos lo destronaría.

Rea sufría terriblemente al ver que Crono engullía a sus hijos apenas nacían, entonces, le pidió ayuda a sus padres que le aconsejaron alejarse. Rea tuvo a su último hijo, Zeus, lejos de su casa, en la isla de Creta donde lo ocultó para librarlo de su malvado padre. Cuando Crono llegó hasta Creta para devorarlo, Rea envolvió una piedra en pañales y Crono, creyendo que era su hijo, se tragó la piedra.

 Al cabo de un año la vomitó y Zeus la colocó como monumento. Cuando Zeus creció, se deshizo de su padre, pero como Crono no podía morir porque era inmortal, Zeus lo envió a una isla lejana. Luego liberó a sus tíos paternos, los Cíclopes, que Crono había mantenido encadenados y estos, en agradecimiento por haberlos liberado de tantos años de esclavitud, le regalaron el trueno, el rayo y el relámpago.
En ese momento también le regalaron a Poseidón el tridente y a Hades, un casco que lo hacía invisible.
Con estas armas poderosas Zeus reinó sobre mortales e inmortales.

En el palacio del Olimpo Zeus tenía un trono de mármol egipcio con incrustaciones de oro. Para llegar al trono había que subir siete escalones decorados con los colores del arco iris. Por encima del trono había una cubierta azul para mostrar que el cielo le pertenecía solo a él. A su derecha desplegada había un águila de acero con rubíes en los ojos. El trono estaba cubierto por una piel de cordero color púrpura que utilizaba para hacer llover en épocas de sequía.

Zeus Era fuerte, arrogante, caprichoso, violento y bastante ruidoso. Podía matar a cualquier enemigo que tuviera ganas lanzándoles poderosos rayos y certeros truenos. Cuando se enojaba podía provocar fuertes tormentas y grandes inundaciones que mantenían a los hombres intranquilos.

Zeus tenía una espesa cabellera con rulos y una barba también enrulada. Una corona de laureles ceñía su cabeza. Llevaba el torso desnudo y un manto le cubría la espalda Zeus también podía transformarse en animal o en cualquier cosa para conseguir lo que deseaba



EL SOL Y LA LUNA

El Gran Padre Kakü Serankua puso firme destino en una bella india arhuaca. Le encomendó un difícil trayecto de dolor de parto y al final, sola en medio de la oscuridad dio a luz a dos seres. Ilusionada con sus críos descubrió que su piel era iluminada: los dos pequeños irradiaban una inmensa luz y sintió temor por ellos. Los escondió en una cueva para evitar que los demás indios fueran a notar su resplandor.
Sin embargo era tanta la luz que irradiaba que los iku se acercaron hacia la cueva de donde provenían los destellos. Los iku comenzaron a tocar instrumentos como flautas y caracoles, redoblaban sus tambores, tanta música que, el bebe varón, nombrado Yuí, salió de la cueva para ver de donde provenían las notas musicales.
Los indios iku trataron de tocarlo al ver la inmensa luz que salía de él, sin embargo Yuí se elevó al cielo y se quedó postrado en lo alto observando a la multitud. Muchos de los que intentaron tocarlo quedaron cegados por su inmenso resplandor.
De la cueva seguía brotando luz, por lo que los iku siguieron tocando su música y así salió la pequeña hembra llamada Tima, con su gran luz como su hermano. Pero los indios con gran temor le arrojaron ceniza para opacar un poco su luz y no quedar ciegos como los otros. Intentaron tocar a la bebe, pero ésta se elevó al cielo y se postró cerca de su hermano y desde ahí observa a su gente.
Así narran los indios arhuacos el origen del sol y de la luna. Por el día Yuí se encarga de brindarles la luz y el calor, mientras que por las noches tenuemente Tima lanza sus rayos opacos debido a la ceniza que lanzaron contra ella sus ancestros, iluminando el camino nocturno de los arhuacos.

sábado, 9 de febrero de 2019




¿PARA QUÉ USAS EL TELÉFONO CELULAR?

Los teléfonos celulares sirven para hablar, pero también para tomar fotos, grabar vídeos, escuchar música, escribir y mandar mensajes, navegar por Internet, pasar el tiempo con videojuegos, escuchar radio y ver televisión. Permiten realizar comunicación entre personas en cualquier lugar o circunstancia, con gran efectividad.



Actividad de escritura N°1

Teniendo en cuenta el texto trabajado en la Prueba Diagnóstica sobre los celulares, escribe un párrafo donde expliques el uso adecuado de los celulares.

Recuerda emplear buena ortografía y redacción. Deja tu comentario con tu nombre y grado.

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